DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 18 de julio de 2009
Los sábados de boda tienen un ritmo distinto. Intentamos desayunar con tranquilidad pero todavía tenemos un montón de cosas que hacer antes de que, a las 10:30 de la mañana, salgamos con destino a la masía que Clara y Roger han escogido para celebrar su enlace. Realmente se casaron ayer, pero hoy han decidido compartirlo con familia y amigos en una fiesta que han preparado con mucha ilusión.
Cuando Jordi P. llega a casa, salimos con destino a Perafita que es el pueblo en el que está La Tría. En el jardín de la casa – preparado para la ceremonia y la celebración – nos reunimos con amigos (Toni, Jordi M, Patricia...) y conocidos (muchos de ellos ex-compañeros de trabajo).
La ceremonia, ni religiosa ni civil, resulta muy emotiva (canciones hechas expresamente para los novios, parlamentos que hacen aparecer pañuelos de papel de todos los bolsos, sonrisas y lágrimas, un cuento escrito para la ocasión y mucho cariño puesto tanto por los que participan como por los que sólo escuchan) y acaba como todas: con una traca, abrazos y muchos besos.
Quim y Carol no se lo han querido perder y aparecen por sorpresa con Noa que tiene poco más de 15 días. Es el momento de celebrarlo con una comida informal que facilita que paseemos por el jardín y que se alarga hasta que empieza a oscurecer.
Un video en el que Roger y Clara nos muestran el cariño que nos tienen a todos y lo mucho que se han esforzado para que la fiesta la recordemos todos los que hemos tenido la suerte de asistir, pone punto final a la primera parte de la fiesta. Ahora continuará con baile en el jardín, copas hasta la madrugada y desayuno – los que lleguen con fuerzas – al día siguiente. A nosotros nos espera Cass en casa y un largo camino de retorno. Volvemos contentos por haber podido compartir este momento tan especial con ellos y por haberlo pasado tan bien.
19 julio 2009
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