01 diciembre 2019


DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 1 de diciembre de 2019

Y la vida sigue. Y, pese a que las circunstancias no son siempre propicias, sigue bien.

Despedimos a mi tío con una de esas comidas familiares que a él le gustaban: ruidosa, caótica, abundante, excesiva, con muchos brindis, no siempre estéticamente correcta… lo echaremos de menos, pero lo recordaremos siempre.



Y, tras el paréntesis, vuelta a la vida. A la rutina y a las pequeñas cosas que nos salvan de ella.

Como siempre no ha faltado la lectura (he leído “La Chica del Grupo” de Kim Gordon, un monumento al ego – como se espera en una biografía rock – pero nada divertido ni musical – cosa que también deseas que una biografía rock contenga -. En algunos pasajes dan ganas de gritarle SUPERALO – sea lo que sea - a la autora. El desencuentro tiene fácil solución: seguiré disfrutando de su música y no la volveré a leer.).

Tampoco ha faltado la televisión en su versión a la carta (Watchman, Materia Oscura, Derek… y Bricoheroes – una pequeña maravilla que nadie debería perderse -).

He callejeado mucho por Hospitalet (y en el Tecla Sala he visto las recomendables exposiciones de Angels Ribé, “Sota l’Ossa Major” y “Teixint identitats”).


También ha habido tiempo para encuentros con familia y amigos para festejar, rememorar el pasado o recordar a los que ya no están (Con Toni y Óscar en el Baroz, con Albert, Esther, Marta y JoanMa también en el Baroz, con 13 excompañeros de trabajo – ahora amigos – en Granollers y con mi madre en el Sagués 25).

Mañana vuelta al trabajo y, con las rutinas que el calendario impone en el horizonte, a intentar sobrevivir al último mes del año.

No hay comentarios: