DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 1 de
septiembre de 2012
Sábado. Me gustaría decir que nos levantamos tarde, pero
últimamente – entre Cass y el despertador interno -, no llegamos ni a las 8.
Pese a eso, el saber que nuestras únicas obligaciones a lo largo del día son… ¿Cuáles
eran?
En fin, que no hacemos nada en todo el día, que nos
regalamos un buen aperitivo en el patio de Graceland, que hacemos la siesta
antes de comer y comemos pasadas las 5.
Por la tarde – y vestidos para la ocasión (ha costado pasar
por la ducha y ponerse ropa limpia) – vamos al Liceo para ver la inauguración
del Festival de Bayreuth en Barcelona. La orquesta, el coro y los solistas del
teatro de Bayreuth están en Barcelona y, en cinco días, ofrecerán 3 obras de
Wagner. “El Holandés errante”, en versión concierto, abre el Festival. La impecable interpretación
cosecha aplausos de más de diez minutos .
Intentamos rematar la noche en el Cañete pero es tarde y hay
cola esperando mesa. Llegamos a casa,
cenamos quesos en el patio de Graceland y empieza a llover. Un pequeño consuelo
a nuestro fracaso gastronómico.
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