01 junio 2012


DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 01 de junio de 2012

La prima de riesgo desbocada, los mercados ansiosos por lanzarse a por nuestros cuellos, el país en manos del registrador de la propiedad de Santa Pola... y encima hay descerebrados que se cogen fiesta en el trabajo con la peregrina excusa de que hay un festival de músicos raros. Yo soy uno de esos descerebrados.

Descanso por la mañana y, a primera hora de la tarde, ya estoy en la puerta del festival para empezar - con buen pie - con la actuación de los locales Pegasvs. Pese a que el escenario les diluye y que, sobre él, pecan de sosos, me gusta lo que escucho. La actuación es corta y me permite acercarme al escenario donde La Estrella de David están acabando su actuación. Me encuentro con Jordi P. y, juntos, vamos a ver a Baxter Dury. Divertido, brillante, acompañado de una banda tan heterogénea como potente, Baxter Dury se convierte en la primera sorpresa agradable del festival. Un poco de Archers Of Loaf, un paseo por la feria discográfica y conciertazo de The Afghan Whigs. Han pasado más de diez años desde su separación y - aunque sea por la pasta - han vuelto con fuerza. Contar con un frontman como Gregg Dully es garantía de espectáculo y eso es lo que los Whigs ofrecieron con cierta tendencia al rock de estadio que no me desagradó, al contrario.

Las fuerzas flojean y hay que recuperarlas. Mientras nos comemos un bocadillo, nos encuentran Jordi R y Núria. Desde las gradas vemos a Mudhoney. Venía por la nostalgia y por sus discos que todavía atesoro con cariño, pero siguen teniendo un directo muy potente y lo paso muy bien. Tanto que me quedo hasta el final perdiéndome el arranque de Wilco. Impecables en directo, los de Jeff Tweedy ofrecen un show sin fisuras. Buenos temas, sensibilidad a raudales e impecable interpretación.

Ahora si, las fuerzas flojean, intento recuperarlas con unas desastrosas patatas fritas y me encuentro con Olivia y Roberto. Ellos, todavía con fuerzas, se van a dar una vuelta. Yo, agotado, me siento en las gradas para ver - desde muy lejos - la devastadora actuación de Refused. Hardcore pasado de vueltas, actitud punk y reivindicación. En palabras de su saltarín frontman "una reivindicación de hace 15 años que hoy es todavía más vigente".

Y llego en estado semi comatoso al concierto de la noche. Franz Ferdinand tienen otro directo sensacional, saben controlar los tempos, tienen un montón de hits con los que ir trufando el setlist, son buenos y lo saben. Rodeado de masa no crítica, lo paso en grande dejándome que me boten, que me zarandeen y que me griten al oído los pegadizos estribillos de sus canciones. La música sigue, pero para mi, el concierto de Franz Ferdinand es un gran final para una grandísima primera jornada de Primavera Sound 2012.

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