30 julio 2009

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 30 de julio de 2009


Hemos dormido mal... el calor, las uñas de Cass – que tampoco puede dormir – resonando en las escaleras de madera que suben a nuestra habitación, los movimientos de la pareja que tampoco consigue conciliar el sueño... nada que un reparador desayuno no pueda arreglar. Mientras desayunamos escuchamos el “Matí de Catalunya Ràdio” que, con Pere Mas al frente, nos ha ganado de nuevo para la causa después de una temporada para olvidar.
María José se va a trabajar y yo me quedo en casa (comprando para el desayuno, leyendo un poco, digitalizando – andamos por la P de Pixies, Pavement, Pizzicato Five o Parkinson D.C. entre otros... ahora estoy digitalizando a los franceses Pow Wow-, leyendo los blogs de amigos, conocidos, saludados y leídos y perdiendo el tiempo delante del ordenador).
Me armo con mi mp3 – mejor alimentado que nunca (Pavement, Cass Mc Combs, Darren Haynan, la banda sonora de I am Sam, Paolo Conte, Sonic Youth, The Silos, Vinodelfin, Xavier Baró, Vetusta Morla, Anni B. Sweet, Eels, Tabletom y un par de recopilatorios de Rockdelux con lo mejor del 2008) y bajo al centro de Barcelona para comprar un regalo para una amiga y para caminar mucho... por el centro, por el Gótic, por el Raval, por Poble Sec.... cuando estoy al borde del colapso paro en un bar para hacer una cerveza. Elijo una terraza del Paralel donde corre el aire. El bar está regentado por un matrimonio de origen oriental (diría que son chinos pero sería jugar a las adivinanzas étnicas... como cuando jugábamos con la entrañable baraja de las razas de Fournier... mis favoritos siempre fueron la familia esquimal). Son amables, atentos, me sirven la cerveza en una copa helada y la acompañan con una tapa de cacahuetes. Lo siento por los malhumorados propietarios de bares con terraza.... pero ellos son el futuro ( y de momento, un futuro mejor).

Vuelta a casa en Bicing. El martes estuve cocinando y María José preparó gazpacho. Esta preparación previa me permite elaborar un menú de pequeños platillos de tapas selectas: gazpacho con taquitos de edam, cuscus con pollo asado, falafel, pasta con verduras y atún a la plancha (que no resulta espectacular porque la pieza cocinada no es demasiado buena). Cuando llega María José comemos en el patio de Graceland y se está tan bien que alargamos con café, copa (un par de güisquis añejos) y puro (los restos de la boda de Roger y Clara). Un placer que nos da sensación de vacaciones.

María José se va a dormir un poco (después de la larga e improductiva noche es lo menos que se puede hacer) y yo me estiro en la hamaca para acabar el libro que estaba leyendo y el Cultura’s de esta semana.

1 comentario:

Paco Becerro dijo...

Un día redondo, después de todo...