12 julio 2009

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 12 de julio de 2009


Sábado. A medida que mis pasos me acercan al Fòrum me doy cuenta de mi error. Pero ya no hay vuelta atrás. Hoy se celebra el Sonisphere en Barcelona y yo he decidido asistir.

Nunca he asistido a conciertos de metal pese a que algunos de mis amigos son aficionados desde hace años y en mi colección de discos no faltan algunos destacados ejemplos del género. Hoy es mi bautismo de fuego y he elegido para iniciarme un festival con más de 40000 asistentes, dos escenarios y nueve grupos dispuestos a arrasar.

Entre los asistentes el número de mujeres es alarmantemente bajo. El hecho de no vestir de negro, no tener ninguna parte del cuerpo tatuada y/o perforada y no tener ni melena ni estar completamente rapado me hace parecer un inadaptado. Soy un freak. Pese a todo reina la tolerancia y parece que me van a admitir sin tener que sufrir ningún tipo de humillación.

Dice un sabio dicho popular “Allá donde fueres haz lo que vieres”. Me fijo en los especímenes que me rodean y constato que todos se acercan con ansiedad dipsómana (el calor aprieta) a las barras repartidas por el recinto (como en los Festivales “normales” pienso...). Por desgracia sólo puedes conseguir una bebida pagando con dinero del Sonisphere (unos billetitos muy majos y muy bien diseñados). Y allí empieza la penitencia. Conseguir los billetitos no es fácil y las colas en las taquillas de venta son impresionantes. Paciencia, observación y adaptación al entorno. Un cuarto de hora más tarde ya tengo la cartera llena de billetes de curso legal en todo el recinto del Festival.

Me hago con mi primera cerveza (de litro, aquí es todo a lo grande) y me acerco al escenario donde Mastodon están luchando contra una sonorización muy deficiente. Empiezan sonando rematadamente mal y, poco a poco, remontan un poco (pese a todo la batería seguirá sonando como el culo en los últimos temas). Son potentes y convincentes, lástima que su concierto no esté a la altura. Hacia el final me encuentro con Jordi R. y Xavi “manager” (a lo largo de la tarde se sumarán también Teki y Pep).

Lamb of God suenan mucho mejor pero su oferta no me interesa tanto. Pese a eso, entre cerveza y cerveza (comprada con dinero ful, que parece que no gastes pasta de verdad), vemos la mayoría del concierto. Me distrae también la variedad de camisetas (la mayoría de los grupos que hoy actúan), los tatuajes en lugares inverosímiles y seguramente harto dolorosos y la cantidad ingente de practicantes del Guitar Air (algunos de ellos con una habilidad sorprendente).

Escuchamos – más que vemos – un poco del concierto de Down y nos acercamos al escenario principal para coger sitio y ver el concierto de Machine Head. Cuando arranca el concierto me doy cuenta del error que ha supuesto situarse cerca del escenario... pero ya es tarde para rectificar. Durante los cuatro primeros temas soy vapuleado, empujado, pisoteado, regado con cerveza, golpeado por vasos de cerveza vacíos (el contenido de los cuales ha regado a mis vecinos), latigado por los pelos de un practicante del “molinillo craneal”, empujado de nuevo y agredido por unos bajos brutales a un volumen hiriente. Tengo una edad y quiero seguir cumpliendo años. Poco a poco y con la ayuda de Xavi y Jordi consigo alejarme de la zona cero y recupero la tranquilidad.
Cervezas para calmarme. Ya he tenido bastante por hoy. Se que me pierdo el que a priori era el mejor concierto de la noche pero pienso que ya habrán más oportunidades... o no. Lo he pasado bien... pero no hay que abusar de lo bueno... y de esto tampoco.

Hoy domingo recupero fuerzas en casa de Kris y Tony que, como siempre, nos acogen con la hospitalidad que les caracteriza. Me siento bien en su jardín de la alegría mientras Cass corre perseguido por Ska (en su ya tradicional danza de no apareamiento).

2 comentarios:

carola coch dijo...

xavi, permíteme que te diga que qué bien te han sentado estas "vacaciones"... hacía tiempo que no disfrutaba tanto leyéndote... gracias y enhorabuena...

xavi dijo...

Es el que tenen les vacances... tens temps per a tot. Fins i tot pel Metal.
Una abraçada