DIARIO DE UN OCIOSO
viernes, 25 de enero de 2008
Los trabajos manuales, sobretodo para los que no solemos hacerlos, son terroríficamente absorbentes. El trabajo con el pinball ha ocupado las horas libres de esta semana y me ha dejado poco tiempo para otras gratificantes ocupaciones.
Los resultados son, de momento, altamente satisfactorios. Pero ahora empieza el momento de la verdad. Todo lo que he desmontado me rodea ahora (embolsado, encajado o – simplemente – amontonado encima de los muebles de la habitación) esperando ser devuelto a su lugar original. Espero que su deseo se cumpla y – en breve – todo vuelva a estar en su sitio.
Si lo consigo será el momento de reparar un par de cosas que no funcionan y tendré un pinball – casi – nuevo.
Os dejo dos fotos que muestran el antes y el después de la limpieza y aprovecho para agradecer su paciencia a María José y a los amigos que – durante la última semana – aguantan mis largas disquisiciones sobre pinballs y su limpieza. Y es que me cuesta pensar en otra cosa.
Por fin es viernes.
25 enero 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Cuando esté terminado el "lavado de cara" nos vas a cobrar para jugar, cuando vengamos a tu casa? jejeje :)
1 abraçada!
pd: si et cal ajuda, ja saps..
Publicar un comentario