“El aprovechamiento lúdico de ese remanente de tiempo obtenido tras satisfacer nuestras necesidades básicas – el ocio – es uno de los rasgos definitorios que distinguen al hombre del resto de animales. Esa característica es cultural y, por lo tanto, desarrollarla requiere aprendizaje”.
Santiago García Quintana. Pequeña Historia del Ocio. Buenos Aires 1958
DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 13 de octubre de 2005
Semana extraña. Miércoles festivo que me obliga a pasar el día en pijama, jugando a dardos con María José (campeonato que he perdido una vez mas), leyendo, viendo CSI y sesteando.
Cuando parece que el día se acaba, Jordi R2 – que anda por el barrio – nos llama y salimos a cenar. Cena en el “Piripipao” (c/Arquitectura, 20 L’Hospitalet. Tel. 934211203) y vuelta a casa bajo la lluvia (soy el único que no va preparado y llego chorreando) y última copa en casa.
Hoy es el último día de trabajo de esta semana (mañana es laborable pero una hábil maniobra me ha liberado de mis obligaciones en Levi Pants). Empleo la mañana en solucionar unos cuantos “tengos que” entre los que se incluye la compra de una gran estantería para poner cds (de hecho son 12 pequeñas estanterías) con el dinero que unos amigos tuvieron a bien poner en nuestras manos.
Ahora escribo esto sentado junto a un ventanal de Ikea. La vista no es demasiado alegre: un día gris, tráfico y obras, pero es lo mejor que he encontrado para empujar las insulsas albóndigas suecas del menú que he cometido el error de pedir.
En un rato estaré en mi puesto de trabajo en Levi Pants aportando mi granito de arena a la productividad del país.
14 octubre 2005
11 octubre 2005
DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 9 de octubre de 2005
De nuevo me levanto pronto para compartir mis primeros minutos con el crucigrama de Mambrino de ayer y con el gallo. María José se despierta y después de desayunar ve con desesperación como me enfrento al Sudoku de "El País" de ayer, la lucha es dura pero la victoria dulce.
En un garden cercano compramos nuestras primeras plantas para Graceland (hasta ahora todas las que tenemos nos las han regalado). Es agradable pasear entre tantos árboles y plantas aunque estén en cautiverio.
Se nos ha hecho la hora de comer y hay hambre. Dejamos las plantas en casa y en Sant Feliu nos leemos las cartas de la mitad de restaurantes de la población. La oferta de comida casera de "Can Segura"(c/Sant Pere, 11 Sant Feliu de Guixols Tel. 972321009)consigue tentarnos. Es una fonda ruidosa y repleta de gente. La comida esta buena (sopa de pescado, pescadito frito, canalones y entrecot) está buena, el servicio amable y eficiente y el precio es razonable.
Volvemos a casa. Siesta.
Tener la cabeza desocupada de preocupaciones tiene también sus inconvenientes. Se me ocurre que podemos cargar la nevera que hace unos meses encontramos (una nevera de Coca-cola preciosa) en nuestro pequeño coche. María José - que debería ser la encargada de poner seso - no me contradice y - poco después - la nevera ocupa el 80 por ciento del interior del coche. En el espacio restante, y gracias a las muchas horas que hemos pasado delante del Tetris, conseguimos introducir todas las bolsas, plantas y personas (María José y yo) que debemos llevar a Barcelona.
Han sido unas buenas vacaciones. Durante 48 horas no hemos pensado en cosas que tenemos que hacer (muchas pero no tan urgentes como nos queremos hacer creer)y nos hemos dedicado a disfrutar. En el paseo de ayer por la playa tuvimos una idea de postal de navidad. Empezamos a trabajar en ella.
Escrito por xavi a las 1:26 p. m. 2 comentaris
DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 8 de octubre de 2005
Viernes noche. Acabo mi trabajo en Levi Pants y, como premio a mi entrega incondicional a la noble causa de la empresa, en la puerta me espera María José con el coche que hemos hecho nuestro y que un día de estos tendremos que devolver con gran pesar (racionalizando un poco creo que el hecho de que María José me espere en la puerta no tiene nada que ver con mi incondicional entrega al trabajo y, mucho menos, con la dirección delegada - hoy desaparecida - de Levi Pants.
Un rato y unas cuantas canciones después (Family, Los Imposibles, Rufus Wainwright, Aidan Bartley, Loquillo, Gabinete Caligari, Franz Ferdinand...) llegamos a Platja D'Aro. El paseo ha sido tomado por la Feria de la Cerveza pero el exceso de decibelios que ataca desde un escenario que han puesto en uno de los extremos del paseo nos empuja en dirección contraria.
Pese a que es muy tarde, en "La Churraskita" nos dan de cenar (un pedazo de carne grande y bueno). No hay tiempo para mucho más, estamos cansados y aún no hemos pasado por el apartamento.
Sábado. Me despierto pronto y el gallo del vecino (un viejo conocido) pone banda sonora a los primeros minutos de estas vacaciones de dos días que hemos decidido regalarnos (en otras condiciones esto sería un fin de semana pero - por votación popular - lo hemos ascendido de categoría y ahora son vacaciones).
Tengo un montón considerable de "Cultura/s" y "Babelias" por leer, mientras los repaso espero que María José se despierte. El gallo del vecino, ajeno al paso de las horas y a lo lejano que queda el amanecer, sigue con su poco apreciado recital. Empiezo a acostumbrarme.
Leo en el "Cultura/s":
"Es probable que la Obra Maestra Televisiva más aperreada de la historia de la televisión en España, Urgéncias (TV1), sea también pionera en esta forma de emisión destajista como lo ha sido en todos los maltratos imaginables: cambios de hora, de día, supresión, hasta llegar a dar dos episodios - y no necesariamente de la misma temporada- y entre medio dar un simulacro de Telediario Última Hora. Habría que establecer un Tribunal Penal Internacional de la Haya para este tipo de crueldades. En serio."
Mike Ibañez. Series en serie. Cultura/s de La Vanguardia, 172
No puedo estar más de acuerdo. Las tropelías a las que ha sido sometida una de mis series favoritas (guión brillante, ritmo trepidante, realización impecable) por unos programadores bárbaros nos ha dejado a los seguidores - durante muchos años - en un estado de indefensión e incertidumbre del que sólo la fidelidad a la serie nos ha sacado. A las indecencias citadas por Mike Ibañez debo añadir cambios de orden en los capítulos de una misma temporada (lo hicieron saltándose más de diez episodios que luego, sin ningún tipo de rubor ni explicación, emitieron tras el episodio final de la temporada). Ahora este infierno parece definitivamente superado tras la aparición de la serie en DVD.
Decido privarme del repetitivo canto del gallo y escucho el "Dockdelux" (un sampler promocional del sello "Dock" regalo del "RDL" de este mes) que ayer tuve la precaución de pasarme a mp3. María José - en un alarde de recuperación del sueño perdido- sigue durmiendo.
Cuando despierta salimos a la caza de un lugar para desayunar-comer. Paseando por la playa de Sant Antoni acabamos recalando en "El Recó" que, pese a su fantástico emplazamiento (mesa delante del mar) y a su amable servicio, no nos gusta (caro, paella mediocre, no admiten tarjetas de crédito...).
Al acabar paseamos por la larga playa hasta Palamós con el sol a nuestras espaldas. Hablamos y decidimos ir al cine. Vemos "Wallace y Gromit" y después paseamos por el pueblo.
Hora de volver a casa, de hacer una siesta del carnero, de cenar y de ver un poco de tele ("Atrapados en el hielo" sobre la expedición de Shakelton, en el canal 33). Ha sido un día fantástico.
Escrito por xavi a las 12:55 p. m. 1 comentaris
06 octubre 2005
DIARIO DE UN OCIOSO
jueves, 06 de octubre de 2005
Miércoles. Cena en Graceland con Marta, Albert, Esther, Neus, Andreu, Carles y Montse. El sistema de quedar para la siguiente cena ha funcionado perfectamente y hemos decidido continuar usándolo dada su fiabilidad.
Nos hacen – sin que lo merezcamos – un montón de regalos (una planta preciosa que ha llegado esta mañana, un jardín “Zen”, una mágnum de “Morlanda” – un priorat que nos zampamos durante la cena – y un vale, con mucho dinero, para comprar en el Ikea – que se está convirtiendo en nuestra segunda casa -).
Parece que las cenas en el patio han dejado paso, temporalmente, a cenas de interior. Estamos algo más apretados pero el ambiente es igual de agradable.
La cena acaba pronto – mañana hay que trabajar- y, después de quedar para la siguiente, despedirlos y recoger la cocina, María José y yo nos enfrascamos en una reñida partida de dardos en la que – por desgracia – sufro una amarga derrota.
Jueves. Mañana con María José y, cuando se va a trabajar, me acerco al centro comercial ya que tengo una misión que cumplir. Aprovecho para comprarme el “Poses” de Rufus Wainwright y equiparme con revistas musicales gratuitas y con el RDL del mes.
David ha dejado la UCI y ya está en una habitación de la clínica. Me paso a visitarlo e introduzco – de contrabando – un poco de jamón ibérico (misión cumplida). Todo ha sido un susto y los médicos esperan que la evolución sea tan positiva como lo ha sido estos últimos días.
Escrito por xavi a las 5:51 p. m. 0 comentaris
04 octubre 2005
DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 04 de octubre de 2005
Los días se acortan y el frío nos empuja a olvidar el verano. Desaparecen las camisetas de manga corta y – con ellas – las menorquinas que han vestido mis pies durante los últimos meses. Pese a su patético estado de conservación, les digo adiós con pena. Vuelven los calcetines y los zapatos... llega la opresión de los pies, se fue – quizá no definitivamente – el verano.
A quien madruga... le da tiempo de hacer muchas cosas: desayunar con María José recuperando el tiempo juntos que ayer nos robaron, gestiones, visitas al médico, compras en el mercado, cocina para la cena de mañana y mas gestiones. Llego a Levi Pants cansado pero con la sensación de haber aprovechado el tiempo.
“l’Historiador” de Elizabeth Kostova empieza a atraparme con la fascinante trama bibliófila que subyace bajo la sencilla novela gótica que se desarrolla en las primeras páginas.
Escrito por xavi a las 4:54 p. m. 0 comentaris
03 octubre 2005
DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 3 de octubre de 2005
Bajo la extraña luz provocada por el eclipse anular, disfruto de las últimas horas del fin de semana en compañía de María José. Ha sido un fin de semana extraño, un fin de semana marcado por el susto que David ha protagonizado. Somos jóvenes y que un amigo sufra un infarto nos ha cogido a todos – a él el primero – con el paso cambiado. David está mejor, pero la sensación es muy extraña. No nos acabamos de creer lo que ha pasado y, a la vez, sabemos que ha ocurrido y seguimos sin entenderlo.
Sábado. Pablo ha venido desde Tailandia y hemos decidido organizar una cena en casa para podernos ver. Por la mañana bajo con María José a nuestro viejo barrio y compro en las tiendas que nos han abastecido de productos alimentarios durante los últimos diez años. Caras conocidas, se donde comprar cada cosa, me lo paso bien.
Ya en casa. Suena el teléfono. Jordi nos cuenta que David ha sufrido un infarto. Incomprensión, miedo e incertidumbre luchan por ocupar nuestra mente. Llamadas y mas llamadas. Conseguimos hablar con Iola que nos tranquiliza (cuando tendríamos nosotros los que la tranquilizáramos a ella). Respiramos, todo ha sido un susto.
Decidimos seguir adelante con la cena pese a la ausencia de David. Me encierro en la cocina y, gracias a la inestimable ayuda de María José, llego a tiempo. Poco a poco llegan todos. Emma, Jordi P., Pablo, Víctor, Laura y – finalmente – Ramón que ha aparecido después de unos meses de ausencia.
David y Iola están presentes y espero que la próxima vez estén sentados a la mesa. Se les echa mucho de menos.
La sobremesa se alarga primero en el patio y luego – obligados por el frío y por el sueño de los vecinos – al interior. Es muy tarde cuando cerramos la puerta y nos vamos a dormir. Duermo poco y mal pese al cansancio, demasiados excesos.
Domingo. Recojo la cocina y empiezo de nuevo a cocinar. Hoy preparo cordero al horno y necesito tiempo. Toni e Isaac son los primeros en llegar y hacemos un aperitivo mientras esperamos a Lorena que hoy trabaja.
De nuevo el patio sirve de marco para la comida pero el frío nos obliga a trasladar la sobremesa al interior.
Estoy agotado: muchas horas en la cocina y muchas horas con amigos. La semana que viene toca descansar un poco. David está mejor.
Escrito por xavi a las 4:05 p. m. 2 comentaris
30 septiembre 2005
DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 30 de septiembre de 2005
Tengo muy claro que este diario - antaño punto de referencia para el reducido círculo de la ociosidad militante – está viviendo sus horas mas bajas.
El secuestro perpetrado por Levi Pants, las muchas horas invertidas en trámites de todo tipo relacionados con Graceland (tramites que, pese a ser realizados con diligencia no han sido capaces de alejarnos de la sensación de que todo está por hacer) y la incompetencia de las empresas que nos subministran el teléfono (sólo puede ser una) y el adsl (artículo este último imprescindible para la periódica publicación del diario) han provocado un notable bajón en cuanto a la cantidad y calidad de las actividades de ocio relatadas aquí (único leiv motiv de este diario) y en cuanto a la periodicidad con la que escribo. Cuando me siento a escribir – de uvas a peras – lo hago en unas condiciones paupérrimas y esto influye en el resultado final de lo que escribo.
Es por todas estas razones por lo que pido paciencia al sufrido lector. Me he dado cuenta del error cometido y, a partir de hoy mismo, prometo enmendarme y poner fin a este exceso de actividad no ociosa y volver al redil del ocio del que nunca debí salirme.
En los últimos días han sido pocos los momentos en los que – como un soplo de aire fresco – el ocio ha reemplazado al tedio y se ha hecho con el timón de mi tristemente secuestrada vida.
Son pequeños fragmentos temporales robados a la rutina. Risas y alegrías que ayudan a superar mejor el listón que supone la larga semana laboral. Entre ellos me quedo con la cena que, venciendo el cansancio, nos regalamos María José y yo en el “Piripipao”. El miércoles recuperamos así una institución: las cenas en el barrio – en este caso en nuestro nuevo barrio – con largas conversaciones y con un paseo nocturno como punto y final para un día de trabajo.
Empieza el fin de semana y un nuevo periodo de búsqueda del ocio. El sol asoma en el horizonte.
Escrito por xavi a las 4:28 p. m. 3 comentaris
26 septiembre 2005
DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 26 de septiembre de 2005
Antes que el lunes, con toda su fuerza negativa, me engulla y sea incapaz de pensar con lucidez, dejo una lista de cosas que he hecho estos últimos días:
- He acabado de leer "El kilim de la princesa" de Peter Berling.
- He visto la imprescindible (María José opina justo lo contrario) "Sim City".
- He empezado a leer "l'Historiador" de Elizabeth Kostova (de momento promete mucho).
- He cenado en casa con María José, Mónica y José María (la cena y las diapositivas que
animaron la velada las pusieron ellos).
- He visto un montón de episodios de "24" hasta acabar la temporada. Me ha gustado mucho.
- He dormido poco.
- He leído periódicos, he hecho crucigramas, he escuchado música, he paseado.
También dejo una lista con las cosas que no he hecho estos últimos días:
- No he hecho vacaciones (y las necesito).
Escrito por xavi a las 3:12 p. m. 1 comentaris
DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 23 de septiembre de 2005
Como decía Aníbal (Smith, el del equipo A, que el que redacta el presente tiene una cultura televisiva y limitada y no está por la labor de citar a generales cartagineses): "me gusta que los palnes salgan bien". No es lo que ha ocurrido.
Nuestra ansiada escapada a S'Agaro (necesaria, balsámica, presuntamente restauradora y mil veces deseada) ha tenido que ser postpuesta a causa de la incopetencia de la empresa de poner cortinas a Graceland: retrasos, fallos en las medidas, sistemas inadecuados para nuestras necesidades... no tenemos cortinas y nos hemos quedado sin el balneario que nos tenía que sanar de todos los males provocados por situaciones como la que estoy relatando.
Entregamos todo el jueves noche y la mañana del viernes a la causa del mal rollo. No importa. Una comida en el Jiú (San Fructuoso 133, Tel. 934317389) nos empieza a recuperar. Todo está impresionantemente bueno y la espiral de calamares se añade a los platos que pediré en alguna ocasión.
El resto del día lo dedicamos a ir a buscar y montar el interior de nuestro armario y a limpiar toda la casa (en estado de crisis tras la visita de los cortineros). Nos rescatan de esta frenética actividad Rafa, Yoli y Lucas. En el patio recuperamos fuerzas con el bizcocho casero que se han traído. No sabemos que hacer, aún podríamos ir a S'Agaro pero la pereza vence y nos dedicamos a ver cuatro episodios de "24".
Nota: El borrador del diario de hoy ha sido escrito con mi fisher space pen mientras escucho a Henry Salvador. Hace sol.
Escrito por xavi a las 2:52 p. m. 1 comentaris
21 septiembre 2005
DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 21 de septiembre de 2005
Hay, a lo largo de un día, una multitud de pequeños momentos capaces de llenar con su luz la oscuridad generada por el trabajo, las obligaciones y la rutina.
Son pequeñas cosas que – aparentemente – carecen de importancia, pero que – unidas – son capaces de llenar de sentido ese día que cargamos en el saco de los ya vividos.
Son cosas como un baile en el pequeño espacio que ha quedado en la despensa tras montar en ella las nuevas estanterías (trabajo del que , como siempre, se ha encargado María José), como una caña en un bar sentado junto a la ventana mientras escribo esto que estais leyendo, como el paréntesis que te permites en tu día a día para leer tonterías como esta.
Son momentos únicos que hemos de apreciar en el momento en el que ocurren: un madrugón para desayunar con María José, escuchar a Rufus Wainwright camino del trabajo, pasear por mi nuevo barrio donde todo está por descubrir, una comida en “El Foro” en compañía de un buen libro...
El viernes es festivo, ya queda menos para un largo fin de semana.
Escrito por xavi a las 3:43 p. m. 0 comentaris
19 septiembre 2005
DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 18 de septiembre de 2005
De nuevo consigo hacerme con un teclado para poder escribir una nueva entrada de este diario. Parte de mi tiempo es desperdiciado en batallas perdidas contra la inoperancia de la compañía telefónica con la que tengo contratada la línea, por desgracia la única posible. Por fin, tras mas de dos semanas de silencio, el teléfono vuelve a sonar. Ahora inicio una nueva batalla, esta vez con la empresa con la que tengo contratado el adsl. Parecen más competentes... pero seguramente sólo lo parecen.
Viernes. La explotación semanal a la que Levi Pants me somete ha llegado a su fin. Me encuentro con María José y – juntos – vamos a casa de María y Amador que nos han preparado un auténtico festín mexicano: Guacamole, nachos, un festival de salsas, pimientos rellenos – deliciosos –, mole con pollo – el plato estrella – tequila y cerveza, mucha cerveza. Acaban de volver del Camino de Santiago y tras ver las fotos y contarnos un montón de anécdotas, nos obsequian con una tarta de Santiago que nos han traído.
Es muy tarde cuando llegamos a casa. El fin de semana ha empezado y la semana laboral queda ya muy lejos. Ha valido la pena. Muchas gracias por la cena.
Sábado. Llueve. Acabamos en el centro comercial que hay junto a Graceland a la caza de regalos de cumpleaños atrasados. En un despiste de María José aprovecho para comprarme el “Want Two” de Rufus Wainwright y el “Chambre avec vue” de Henry Salvador. En el Ikea intentamos comprar unas estanterías pero al ver el tamaño de los paquetes y el tamaño del coche, decidimos dejarlo para otro día.
Domingo. Comida con Eli y Cesc en Graceland. Es lo que María José ha bautizado como “hermanitos y cervecitas”. Nos lo pasamos en grande y, al final, los echamos. Queda tras su paso un cementerio de botellas de cerveza. Siesta y “24” (tenemos un montón de episodios gravados y nos estamos poniendo al día).
Escrito por xavi a las 9:49 p. m. 0 comentaris
16 septiembre 2005
DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 15 de septiembre de 2005
Martes. Cenamos en Graceland con Jordi R2 que acaba de aterrizar después de un mes de viajes encadenados. Espero que pese a la lejanía - antes éramos vecinos - no abandonemos estas cenas más o menos improvisadas. La excusa del “vecinaje” tendrá que ser substituida por otra, ya la buscaremos.
Miércoles. Viajamos por última vez hasta nuestra antigua casa. Ya no queda nada por recoger pero queremos hacer algunas fotos y despedirnos de este fantástico piso en el que hemos pasado los últimos diez años. Hacemos las fotos y nos emocionamos, los últimos abrazos se acompañan de alguna lágrima.
Jueves. Por la mañana, y en compañía de Iván, firmamos en el rancio despacho de un notario la venta de nuestra antigua casa. Está hecho, esta vez no hay emoción (suerte que ayer fuimos a darnos ese último paseo por las habitaciones que – ahora vacías – han albergado tantos momentos buenos). Nos queda un montón de recuerdos, de sensaciones, de vivencias... las llaves y lo que significan se las queda el comprador.
A parte de esto, el ocioso que suscribe este diario no tiene tiempo para mucho más. El lanzamiento de una nueva línea de pantalones en Levi Pants y las muchas actividades que tenemos pendientes en la adecuación de Graceland para su uso como vivienda confortable consumen el tiempo que, en circunstancias normales, es ocupado en un sinfín de actividades de todo tipo.
Estoy leyendo “El kilim de la princesa” la quinta y última entrega de la saga de “Los hijos del Grial” de Peter Berling.
Escrito por xavi a las 12:12 p. m. 0 comentaris
13 septiembre 2005
"No a la transmigración en otra especie.
No a la post vida ni en cielo ni en infierno.
No a que me absorva cualquier divinidad. No a un mas allà, ni aún siendo el paraiso reservado a islamitas, con beldades que un libro garantiza siempre vírgenes.
Porque esos son los juegos para ingénuos en que mi agnosticismo nunca apuesta.
Mi envite es al no ser, a lo seguro.
Rechazo otro ser.
Tras consumida mi ración de este guiso indigerible, otra vez no. Una vez ya es demasiado."
José María Fonollosa. No.
DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 11 de septiembre de 2005
Sigo sin línea telefónica y sin adsl. Este hecho - del que sólo es culpable telefónica- afecta a la regularidad de este diario.
Viernes. En el afán por empezar a conocer los locales de nuestra nueva ciudad reservo mesa en un restaurante y, tras cumplir en Levi Pants con la eficacia que me caracteriza, hago un recorrido marathoniano en metro para - finalmente- encontrame en él con María José.
Cal Naré (c/Joan Pallarés, 31-33 L'Hospitalet de LLobregat Tel. 933381774) es un pequeño y agradable restaurante de cocina de mercado. Pese a ser viernes estamos casi sólos (de hecho somos los únicos que hemos reservado) y la cena resulta deliciosa.
La primera incursión gastronómica en l'H se ha saldado con resultado satisfactorio (sigo, no obstante, a la espera de sugerencias que guíen mis próximos pasos). Al salir es tarde y estamos muy cansados.
Sábado. Mañana de trámites, presupuestos, lámparas y centros comerciales. Por la tarde nos encontramos con Pepe y Lidu en nuestra vieja casa. Han venido para llevarse la vieja nevera y un armario. Abdel, un vecino con furgoneta, les ayuda. Al sacar la nevera de su sitio encontramos un nido de suciedad entre la que se esconden tesoros de valor incalculable: una modeda de cinco pesetas (calculad vosotros mismos cuanto tiempo lleva ahí), un kiri (queso en porciones cuyo contenido plástico le ha permitido permanecer inmaculado pese a que hace mas de tres años que no consumimos este tipo de quesitos) y una chocolatina pequeña de esas que ponen en bares y restaurantes para acompañar el café (un verdadero desperdicio).
Al acabar la mudanza necesitamos un baño casi tanto como un cambio de ropa. Pasamos por una bodega del barrio para comprar una botella de vino y vamos a casa.
Adecentados y en moto vamos a casa de Jordi P. y Emma. La excusa de la cena es enseñarnos las fotos de las vacaciones. Desgraciadamente no tenemos nada que enseñar pero disfrutamos viendo las fotos de los demás.
A la hora de cenar somos ocho: Jordi, Emma, David, Iola, Víctor, Laura, María José y yo. Risas y grandes discusiones animan la cena (buenísimo todo). Jordi intenta convencerme de las gratuitas ventajas de creer. Se lo agradezco porque se que su intención es buena, quiere lo mejor para mí. A él va dedicado el poema de Fonollosa que encabeza el diario de hoy.
A las cuatro y cansadísimos abandonamos la casa de Jordi. Nos lo hemos pasado muy bien y siguen apareciendo inesperados regalos de cumpleaños, Víctor y Laura han puesto en mis manos "l'Historiador" de Elizabeth Kostova, un libro que tenía muchas ganas de leer.
Domingo. Día de recuperación en la paz de Graceland. Siestas, perezas... sólo cuando oscurece salimos a dar un largo paseo.
Escrito por xavi a las 3:19 p. m. 0 comentaris
07 septiembre 2005
DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 06 de septiembre de 2005
En los últimos días he aprovechado los largos desplazamientos en metro para leer “El peor viaje del mundo” (me he emocionado en algunos pasajes) y, siguiendo en mis lecturas polares, he empezado a leer “En el país de la muerte blanca” de Valerian Albanov.
Martes noche. Cena con Albert, Esther, Marta, Neus, Andreu y María José en el “Ugarit” de Gracia. Hemos conseguido encadenar varias cenas seguidas quedando para la siguiente el mismo día de la cena. El sistema, de momento, funciona, espero que siga haciéndolo ya que es la única manera para vernos con regularidad. La próxima será en casa.
Escrito por xavi a las 3:46 p. m. 2 comentaris
DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 04 de septiembre de 2005
Sábado. Hace sol, desayunamos en el patio de Graceland y nos entregamos a la primera limpieza organizada de nuestra casa. Lo que en un tiempo se convertirá en una actividad tediosa y rutinaria es ahora agradable y en un par de horas algunos rincones de Graceland relucen. El sótano empieza a ser transitable y las cajas se acumulan sólo en los rincones.
Un estudio a fondo del catálogo de Ikea me confirma que la estantería “Expedit” ha sido diseñada por un enfermo de los LP’s y la convierte en objeto de deseo inmediato. En el Ikea que según la publicidad del año pasado de esta cadena nos toca (vivimos al lado) no la tienen. María José me salva de la depresión llevándome a Badalona donde, por suerte, si la tienen. Tengo tres cajas inmensas que contienen una estantería en la que ya me veo colocando mis viejos discos de vinilo pero la capacidad de nuestro coche es limitada. María José demuestra que el capital que hace unos años invirtió en la máquina de Tetris de los bares no fue un desperdicio. En unas cuantas maniobras insólitas consigue colocar las tres cajas, a mi y cerrar la puerta. En el camino, con el cuello doblado junto al techo del coche, no paro de acariciar mi tesoro.
María José se entrega, después de comer, al montaje de la estantería mientras yo descanso. El grito producido por el contacto entre el martillo y uno de los dedos de María José me despiertan de mi letargo y me obligan a echar una mano. Una hora después la “Expedit” luce en el sótano. No me resisto a llenarla, pero es mas grande de lo que parecía (1’85 x 1’85) y los LP’s sólo ocupan parte de su superficie. Los libros empiezan a abandonar sus cajas antes de lo previsto.
Al acabar estamos muertos. Necesitamos dormir.
Domingo. Nos levantamos pronto y seguimos llenando la nueva librería (vaciamos más de 15 cajas).
Los padres de María José vienen a comer. Aprovechan el viaje y nos traen una antigua mesa del abuelo de María José que montamos entre todos. También montamos nuestra vieja mesa en el sotano en lo que será nuestro despacho.
Una vez hecho todo el trabajo acudimos al proveedor oficial de Graceland en lo que a pollos a l’ast se refiere y nos aprovisionamos para comer en el patio. El patio, que a esta hora ya no tiene sol directo, favorece las largas sobremesas.
Ya solos nos regalamos una siesta gigante, vemos un par de episodios de Push Nevada y abrimos algunas cajas mas. Nuestra intención de ir a la vieja casa para traer las últimas cajas ha quedado en eso. Estamos muy cansados, ha sido un buen fin de semana.
Escrito por xavi a las 3:44 p. m. 0 comentaris
"Y es que somos una nación de tenderos, y ningún tendero está dispuesto a parar mientes en una investigación que no le compremeta un rendimiento económico antes de un año. Así que viajará usted sólo con su trineo, pero quienes le acompañen no serán tenderos, y eso tiene un gran valor. Si hace usted su correspondiente viaje de invierno, obtendrá su recompensa, siempre y cuando lo único que desee sea un huevo de pingüino.”
Apsley Cherry-Garrard. El peor viaje del mundo. Barcelona 1999
"DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 02 de septiembre de 2005"
Jueves. Cena en Graceland con Albert que se trae bajo el brazo una estupenda botella de Jean Leon de la que damos cuenta mano a mano (está delicioso). En el patio, menu infantil (libritos y el primer pastel hecho en nuestro nuevo horno) y una velada agradable en compañía de un amigo que, sólo hoy, está de “Rodriguez” en Barcelona.
Viernes noche. María José me espera en la puerta de Levi Pants y me lleva a Cenar. Hace días, demasiados, que no vamos al “Pan y Vino” (Consolat de mar, 15. Tel. 932687776) y tenemos muchas ganas. Nos tratan mejor que nunca y cenamos de miedo. Durante la cena no paramos de hablar (de hecho le pego a María José un rollo antártico de tamaño descomunal), de hacer planes, de soñar en un Graceland mejor.
Volvemos a casa atravesando la montaña de Montjuïc. El recital de aromas sólo lo eclipsa la sensacional vista de Barcelona que se nos ofrece por el camino. Desde hace unos días esta se ha convertido en nuestra ruta habitual. Dejar la ciudad durante unos minutos y cambiar el asfalto por el verde del parque es una terapia que se agradece.
Escrito por xavi a las 2:58 p. m. 0 comentaris
30 agosto 2005
DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 29 de agosto de 2005
Las vacaciones acaban hoy para mucha gente. Entre todos los desafortunados se encuentra María José. Este año ninguno de los dos hemos podido disfrutar plenamente de ellas (demasiadas preocupaciones, obligaciones y trabajos) pero nos desquitaremos en cuanto tengamos oportunidad.
Vuelta a la rutina. En el metro hay mucha mas gente pero por suerte han acabado las obras y mis desplazamientos adquieren un poco de cordura.
En mi nuevo reproductor de mp3 suena el "supone Fonollosa" de Albert Pla.
Escrito por xavi a las 2:40 p. m. 2 comentaris
DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 28 de agosto de 2005
Nos levantamos pronto y preparamos la casa para la vistia familiar de hoy. Mis padres, mi tío Hernán y la Yayi vienen a ver Graceland. Bajo el brazo mi madre se trae unos calamares rellenos deliciosos que solucionan parte de la comida. La otra parte la pone un asador de pollos cercano que es el segundo establecimiento que alcanza el título de "proveedor oficial de Graceland" (el primero fué el chino "Jiu" y sus imprescindibles latas de Lychis).
Comemos en el patio y la sobremesa se alarga. Se está bien y creo que Graceland les gusta.
Llaman a la puerta. Salgo a abrir y me encuentro con una planta con patas (es una kentia giagante que nos regalan mis padres y las piernas corresponden al hombre que, oculto tras las hojas, la está cargando). La planta es preciosa y se suma a las que últimamente nos han regalado (Jordi y Nuria, Olivia y Roberto... Gracias a todos).
En nuestra vieja casa sólo teníamos una y no demasiado grande, de hecho desde que nos hemos mudado no ha parado de crecer.
Acabamos el día con una nueva visita a nuestra vieja casa y con un episodio de "Push. Nevada" (la nueva serie que nos ha atrapado).
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DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 27 de agosto de 2005
Viernes en Graceland y, pese a que el sótano - lleno de cajas - parece el decorado preparado para la escena final de "Ciudadano Kane", pese a la hora que empleo para desplazarme de Graceland a Levi Pants o viceversa - accidentado viaje cortesía de TMB (la entidad que regula el transporte en el area metropolitana de Barcelona) - y pese a que ya no vivimos en el centro de Barcelona, nuestra nueva casa nos encanta. El espacio, la luz... creo que hemos acertado.
Una casa, una buena casa se ha hecho para disfrutarla y para compartirla con los que quieres. María José se encarga de organizar la quinta cena en Graceland. Cuando llego - cansado pero contento (es viernes)- las luces están apagadas porque Martina está durmiendo en el comedor. En el patio están Olivia, Roberto y María José.
La temperatura es ideal, la sobremesa se alarga hasta que Martina se despierta.
Sábado. Despertar en Graceland, la luz entra en la habitación, es tarde pero no importa. Está nublado, mientras desayunamos decidimos aparcar la playa para una ocasión mejor y nos vamos a cazar muebles. Pero el plan alternativo también fracasa ya que el coto está cerrado por vacaciones. Improvisamos y acabamos en el Cosmocaixa. Durante algo más de cuatro horas competimos con un montón de niños (y casi siempre ganan ellos) en la carrera consistente en apretar el máximo número de botones en el mínimo tiempo posible. El museo es fabuloso y acabamos nuestra visita, tras zamparnos un bocata en la terraza, en el planetario.
Ya es casi de noche cuando llegamos a nuestra antigua casa para recoger los últimos trastos (todavía tenemos para un par de viajes más).
Hace un par de años el equipo del "Ugarit" de Gracia (el pequeño, nuestro restaurante libanes favorito) montó un "Ugarit" en un centro comercial de Cornellà.
Necesitamos recuperar fuerzas y nos decidimos a visitarlo. Oscar, Firas y el resto del equipo nos reciben con el cariño con el que siempre nos han tratado. El centro comercial es horroroso, no tengo palabras para describir la larga serie de despropositos que lo convierten en una zona intransitable, pero la comida es tan buena (incluso comparado con los otros Ugarit) que volveremos pronto.
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24 agosto 2005
DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 23 de agosto de 2005
Hartos de cajas decidimos abandonar el ejercicio físico y nos entregamos a una sesión de hedonismo playero en el Club (que curiosamente, y contra todo pronóstico, está mucho menos lleno de lo que esperábamos). Sol, playa (osamos abandonar el privado santuario que supone el Club y nos adentramos en la arena de la playa para pasear y bañarnos) y lectura. Hemos abandonado el barrio pero seguimos gozando de alguna de sus muchas ventajas.
Por la noche, al salir de Levi Pants, empiezo mi accidentado - por las muchas obras que trepanan el suelo de la ciudad - regreso a casa. Cojo un bus que se pasea mucho más de lo deseado, bajo y cojo el metro, dejo el metro y cojo el último bus que me acerca a Graceland. A pasado una hora, estoy cansado.
Me recupero con una cena con María José, Yoli, Rafa, Víctor y Laura. Yoli y Rafa son vecinos y Víctor trabaja cerca de Graceland. Cenamos en la terraza y, cuando una vecina - la única que debemos tener - nos pone mala cara tras abrir su ventana, continuamos en el interior intentando no hacer tanto ruido.
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