10 octubre 2019


DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 10 de octubre de 2019

Pequeño parón en el corazón de la tormenta. Miro atrás y me doy cuenta de que he desaparecido (lo del sábado no cuenta) durante 20 días. Trabajo. No hay otra explicación.

También miro atrás para descubrir oasis (algunos de ellos laborales, pero placenteros a fin de cuentas)  en estos 20 días: un concierto de Ricardo Lezón en el Teatrino del Conservatori del Liceu (íntimo, intenso, delicioso), lectura  (estoy disfrutando mucho del Mythos de Stephen Fry), un viaje relámpago a S’Agaró (que en 24 h tuvo desayuno en la playa, paseos, comidas y cenas), una comida en el Fismuler (tras paseo por la ciudad en plena Fiesta Mayor), una cena en Graceland con Toni (y con postres y copas a las que se apuntó Mariona), una ocupación en el piso del vecino (que, por suerte, acabo bien para nuestro vecino), un concierto brutal de Tiger Menja Zebra en Sidecar (los teloneros eran ellos – de There Comes Silence – pero para mí era el concierto bueno del día), una agradable comida en la Fonda España con Fermín, Enric y Eduardo (cuyos libros me han hecho reír mucho), un paseo por La Rambla en flor, una cena en el Louro con Lena, Juanjo, Fermín y Carlos (pese a la espada de Damocles de un madrugón seguido de un largo día de trabajo, fue muy divertida), series (Los Spookys, Mindhunter, Cristal Oscuro...), el estreno de Turandot en el Liceu (con David de pareja), un aperitivo en el Moka con Sketchers (que antes, habían dibujado La Rambla), poquitos (menos de los que he querido) ratos con María José y algunos (también pocos) paseos con Cass.

Quedan aún días de trabajo intenso. Después tocará abordar los temas que las urgencias han aplazado. Espero seguir encontrando momentos (como los que antes he esbozado)  para sacarle luz al día.

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