30 junio 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 30 de junio de 2006


Jueves. En lo de madrugar, no todo – aunque parezca increíble – es negativo. Me levanto pronto y, todavía dormido, salgo a la calle con Cass. Ha refrescado y es el único momento del día en el que en la calle se está bien. Aprovecho el madrugón para pasarme por el video club y coger una película.
Al llegar a casa desayuno con María José y, cuando ella se va a trabajar, me pongo a ver una película jodidamente (creo que está justificado) buena. “Una Historia de violencia” me ha devuelto la fe en David Cronemberg. Un excelente guión que reflexiona sobre nuestra relación con la violencia, una dirección de actores impecable (que bien están todos, especialmente Maria Bello y Vigo Mortensen) y una buena puesta en escena son los elementos que me hacen disfrutar de una buena película y me ayudan a justificar el madrugón.
Después llega lo habitual: viaje a Levi Pants, estancia – eso si, remunerada (aunque poco) – en Levi Pants, salida con alegría de Levi Pants y vuelta a casa en un metro abarrotado.
Al llegar, empiezan de nuevo las buenas cosas: María José y Cass me esperan en la estación de metro, cena en el patio repasando el día y a la cama pronto que mañana toca de nuevo madrugón.

Pone música a la redacción del diario de hoy Pitingo. Su disco “Pitingo con habichuelas” me está encantando, en el flamenco – pese a que hay quien quiere hacernos creer eso – no está todo inventado.

28 junio 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 28 de junio de 2006


Una vez más los hados del fútbol no se han alineado con la selección española. El mayor oficio de la selección francesa ha acabado con la ilusión – esta vez muy grande – de la afición española.

El españolismo rancio que han pregonado los medios de comunicación que se encargan del seguimiento del mundial – presuntamente modernos y rompedores – ha tenido, pero, un efecto contraproducente en todos aquellos aficionados que no nos sentimos identificados con el toro como símbolo, con las monteras, los trajes de luces y los vestidos de topos rojos.
Ayer sentí la eliminación de España... pero no tanto como la del mundial de Korea ante la anfitriona o como la del mundial de Estados Unidos ante Italia (con Luis Enrique y su nariz como históricos protagonistas).
Después de ver como Italia se ha clasificado (penalti injusto en el último minuto), como Brasil es ayudado descaradamente ante Ghana (ese primer gol en fuera de juego marcó el partido) veo, con algo de tristeza, que este año se van a jugar el mundial los mismos de siempre (y, por desgracia, Argentina y Alemania – los dos que mejor han jugado, se verán las caras en cuartos y uno de los dos quedará eliminado). Como dice el dicho: “El fútbol es así”.

26 junio 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 25 de junio de 2006


Sábado. Tras el paseo matutino con Cass, preparo el desayuno y desayuno con María José. Tenemos que salir pero da pereza, la fiesta de ayer – aunque tranquila – pasa factura. Finalmente, a las 2, conseguimos ponernos en ruta hacia Blanes.
Hemos quedado con la familia de María José para hacer una despedida del camping donde María José pasó los veranos de su infancia y su adolescencia. Durante todo el día se mezclarán recuerdos, nostalgias por un tiempo ya perdido e historias del pasado. Son muchas las vivencias, las sensaciones, las alegrías y las penas que aquí han vivido todos y se nota.
Llegamos a la sobremesa y, aunque no hemos comido, nos apuntamos al café. Tertulia, intentos de siesta y paseos por el camping – hay que despedirse de todos los rincones – llenan la tarde.
Decidimos llevar a Cass – y a los niños – a la playa. En la playa de Malgrat nos damos el primer baño de mar del año y disfrutamos – y sufrimos un poco – al ver como Cass se vuelve loca jugando con las olas. Al cabo de un rato se empieza a tranquilizar y conseguimos que entre un poco mas allá de donde rompen las olas.
Volvemos al camping. Baño en la piscina mientras el sol se pone, barbacoa – deliciosa – en el porche de la cabaña, larguísima sobremesa y paseo de despedida.
Al subir al coche Cass se duerme. Estamos los tres cansadísimos y la vuelta se hace dura.

Domingo. Día de recuperar fuerzas, de leer el periódico en el patio de casa, de desayuno reposado, de lectura (estoy leyendo “Berlín, la caída: 1945” de Antony Beevor), de siestas con María José, de cortísimos paseos con Cass, de colgar cosas en casa (una nueva manguera – la última estaba llena de agujeros gentileza del miembro mas peludo de la familia -, un cuelga bicis...), de limpiezas y visionados de series. Es domingo y se tiene que notar.

24 junio 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 24 de junio de 2006


Viernes. Un aumento en el ritmo productivo nos permite abandonar Levi Pants un poco antes de la hora del cierre. Hoy es la verbena de San Juan y hay fiesta en casi todas las casas. Cuando llego a casa, María José ya lleva un buen rato preparándolo todo. Le echo una mano y, en poco mas de hora y media ya tenemos la mesa puesta y la comida preparada.
Jordi P, Emma, Víctor y Laura nos acompañan en este exilio voluntario (las historias que hemos oído de perros y petardos nos han aconsejado quedarnos en casa para tranquilizar a Cass que, por suerte, no lo pasa mal). Cenamos en el patio, con apagones incluidos – no molesta cenar a la luz de las velas – y, tras una sobremesa mas larga de lo que pensamos, llega la hora de hacer unas partidas – a juegos de básquet, lucha, fútbol...-.
Pasa ya de las 4 cuando decidimos dejarlo. Aprovechamos para pasear con Cass por el barrio y, al volver a casa, decidimos subir a la fiesta que Mariona ha montado en su terraza. Aún hay gente pero la fiesta ha dado paso a una reunión más tranquila. Estamos un rato – ya no hay sitio para mas copas – hablando, alargando una noche agradable.

Sábado. Hace mucho calor. Eso – y los gemidos de Cass reclamando atención – me sacan de la cama mucho antes de lo que sería de desear. Curiosamente no tengo resaca – la ingesta de bebidas espirituosas fue generosa e indiscriminada – pero si la boca pastosa y reseca. Salgo a pasear con Cass y cruzo calles que parecen campos de batalla: restos de pirotecnia de todo tipo, ladrillos y botellas de plástico reventados desde dentro, marcas de truenos en el suelo y niños que – gastado ya todo su arsenal – buscan entre los restos de la batalla de anoche artefactos explosivos todavía por explotar. Y es que aunque los petardos se compren ahora por internet hay cosas que no cambian. Es una imagen que me trae recuerdos y que, quizá por eso, reconforta.

23 junio 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 23 de junio de 2006


Un par de cenas de aniversario con María José, un libro leído (“El códice maya” de Douglas Preston), paseos con Cass, partidas a “Magical Drop” con la máquina... visto así la semana ha dado poco de sí.
Por suerte ha llegado ya el fin de semana y hoy tenemos una cena en casa con amigos. Queda una semana menos para las vacaciones. Creo que llegaré entero.

19 junio 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 19 de junio de 2006


Hoy hace 16 años que María José y yo emprendimos el proyecto que más me ilusiona. Quiero seguir estando a tu lado para poder compartir lo que el futuro nos depare. Sonrisas, tristezas, cosas dulces y amarguras... siempre juntos. Te quiero.

17 junio 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 17 de junio de 2006


Soy propenso a la nostalgia, me gusta regalarme momentos regados con un sentimiento que, casi siempre, tiene un sabor agridulce. Y estos últimos días he tenido oportunidad de recrearme en viejas historias, en recuerdos dulces, en objetos perdidos en algún rincón de la memoria y en sonidos olvidados.

Jueves. Salgo de Levi Pants y me encuentro en un restaurante céntrico (por ubicación y orientación lleno de incautos extranjeros buscando infructuosamente ese paraíso gastronómico que se les promete en guías escritas con poco conocimiento) con antiguos compañeros de trabajo. Están algunos de los habituales – más amigos que ex-compañeros ( Toni, Roger y Jordi M) – pero también están Miqui, Rosa, Lourdes, Pere y Jordi. Sólo somos nueve en una cena que se preveía multitudinaria y que las bajas de última hora (alguna de ellas producidas por procaces actitudes ante la reciente, explosiva y pública afluencia de sangre al órgano reproductivo de un futbolista brasileño – el parte médico de Marta es de desgarro de los isquiotibiales -) han convertido en una pequeña reunión llena de buen rollo y viejas historias.
Hay brindis por los compañeros que hoy no nos acompañan y por los incapaces que no supieron dirigirnos.
Nos veremos de nuevo después del verano... o eso intentaremos.

Viernes. Con María José cenamos un bocadillo grande en “Victor’s” y vamos al Teatre Sagarra de Santa Coloma de Gramenet para ver “V.O.S.” de Carol López. Buena dirección, buenos actores (Paul Berrondo, Andrés Herrera, Vicenta Ndongo y Elena Fortuny), ritmo, un guión urbano y cinematográfico, humor en su justa medida... me lo paso muy bien.
Al salir hemos quedado con Jordi P, Emma, Víctor y Laura pero estoy muy cansado y en el último momento me rajo.

Sábado. Por la mañana con María José y Cass vamos hasta Alella. Los padres de María José han empezado a vaciar el garaje y han aparecido cajas con nuestros nombres que debemos supervisar.
Cuando llegamos el barrio está en plena celebración. Abdel ha preparado cus cus y lo ofrece a los clientes de su frutería. No hace demasiado que hemos desayunado y decidimos dejar la degustación para después del trabajo.
Las cajas están llenas de maravillas: viejos diarios en los que puedo seguir lo que hice – día a día – hace 14 años, carnés de discotecas, bibliotecas, escuelas y trabajos, entradas de conciertos que había olvidado, trabajos en los que me pusieron buena nota y otros en los que el profesor se cebó con mi incompetencia... un montón de recuerdos encajados hace once años, cuando María José y yo nos fuimos a vivir juntos. Los recupero y los vuelvo a encajar para reencontrarlos dentro de diez años.
En otras cajas aparecen objetos que, pese a no ser nuestros, decidimos quedarnos: viejos discos del abuelo de María José – Leonard Cohen suena ahora en el tocadiscos de casa -, libretas escolares en las que un tío de María José tuvo que copiar – un montón de veces- “no hablaré en clase”, tebeos de “El capitán trueno”, “Hazañas bélicas” y “El jabato”.

Después de esta inyección de nostalgia comemos cus cus y nos encontramos a Carles y Dolors a los que hacía mucho que no veíamos. El cus cus ha servido de aperitivo, comemos con Pepe, Lidu y Francisco y después volvemos a casa (Cass y yo durmiendo casi todo el camino).

Alguien a quien quiero mucho no lo está pasando bien. Me gustaría poder echar un hombro, un brazo o lo que hiciera falta... pero no se como hacerlo... tendré que encontrar la manera.

14 junio 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 14 de junio de 2006


Las mañanas de miércoles suelen ser especiales. Estamos a media semana, María José y yo tenemos la mañana libre y un oasis siempre se agradece.
Necesito leer – ayer por la noche me dormí a un capítulo de acabar “El matrimonio amateur de Anne Tyler – y, mientras María José se ducha, consigo acabarlo. Me ha encantado, Tyler traza el retrato de una familia a lo largo de tres generaciones y leyéndola parece que escribir debe ser lo más fácil del mundo. Con una primera fase de esas que actúan como un imán (“En el barrio cualquiera habría podido contar cómo se habían conocido Michael y Pauline.”), llena de detalles, de personajes bien construidos y de historias bien contadas, “El matrimonio amateur es una gran novela. Es el segundo libro de Anne Tyler que leo (el primero fue “el turista accidental”) y ambos me han gustado mucho.
Empiezo "El códice maya" de Douglas Preston (espero no echar de menos la mano de Lincoln Chile) que, curiosamente, ha aparecido a la vez en formato bolsillo (que es el formato que he comprado).

Tras leer llega el momento de regalarnos un largo paseo por la montaña. Cass disfruta un montón corriendo y nosotros de la vista, de la tranquilidad y de la sensación de día de fiesta que nos invade. Pero los oasis, en ocasiones, son espejismos que se alzan en el desierto para obligarnos a seguir adelante.
Vuelvo a sumergirme en la travesía que me ha de llevar a un deseado fin de semana que se acerca poco a poco.

12 junio 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 12 de junio de 2006


¿¿¿Ya está??? Pues parece que si, el fin de semana ya ha llegado a su fin.

En la mochila me llevo una visita a casa de mis padres (María José y Cass me recogieron en el trabajo y nos pasamos para que los “abuelos ” vieran a su nieta), una comida en el “Maxi” con Víctor y Laura (... con posterior café en una terracita del pueblo, al que se apuntó Mariona, nuestra vecina), “Jarhead”, unos cuantos partidos del mundial, un largo paseo por Montjuic (con cervecita en “Hamaka”, un invento raro –pero muy agradable - en el foso del Castillo) y una tradicional tarde de domingo de perezas, bricolages (he abierto la máquina de marcianitos para ver que tenía dentro y he encontrado una moneda de 100 que quedará como recuerdo) y descansos.

08 junio 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 08 de junio de 2006


Ya es jueves. Una semana mas se nos escurre entre los dedos sin que nos dé tiempo a pestañear. En Levi Pants hay trabajo extra, será cosa de ese Estatut con el que, desde hace demasiado tiempo, nos están persiguiendo. Eso convierte mis días en pequeños infiernos llenos de sorpresas desagradables.

¿Y cómo puedo aguantar el calor infernal y los suplicios del alma que me atormentan?
Con pequeños cielos que mitigan el dolor y añaden sal a un día soso: desayunos con María José (la mejor manera de empezar el día con las pilas cargadas), paseos matutinos – con ojos legañosos – con Cass (que poco a poco se recupera de su primera enfermedad), una visita rápida al Fnac (con un botín de lujo, entre otros libros “El matrimonio amateur” de Anne Tyler que he empezado y me está encantando), Estrella Morente cantando por bulerías en su nuevo disco “Mujeres” (el tema se llama “La perla de Cádiz”), leer el “Rock de lux” del mes y el “Cultura/s” de “La Vanguardia”, recuperar el “Deseo Carnal” de Alaska y Dinarama y poder volver a disfrutar de temazos como “cómo pudiste hacerme esto a mí”, el calor del sol, el día que se alarga y que permite que llegue a casa – tarde – todavía con luz, una pizza buenísima preparada por María José, “House”, las risas con María José, el pensar que ya falta menos para un nuevo fin de semana... y si busco con ahínco seguro que encuentro unos cuantos mas: “Volver” de Gardel cantado por Estrella Morente, Graceland, Cass dormida junto a mí mientras escribo esto, los ratos que paso escribiendo el diario...

Es el momento de dejarlo, de ducharme y de salir a la calle en búsqueda de nuevas sensaciones que disfrutar.

06 junio 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 05 de junio de 2006


Acabamos el largo fin de semana organizando el traslado de la máquina a su emplazamiento definitivo. Hacen falta manos y engañamos a unos cuantos amigos con la promesa de que su esfuerzo será recompensado con una cena. Acuden a la llamada todos los elegidos: Jordi P. (que ya participó en el traslado que llevó la máquina a casa), Jordi R2, Roger, Clara y Toni. El exceso de manos consigue que no tenga que ensuciarme las manos y tras diez minutos de bufidos y un poco de sudor la máquina está ya en su sitio. La encendemos y hacemos las primeras partidas, el esfuerzo ha valido la pena, sólo hay que ver las caras de los que juegan para darse cuenta de ello.
Cenamos en el patio y hacemos la última copa delante de la maquina mientras jugamos unas cuantas partidas a violentos juegos.
Amigos, juegos y cenas en el patio. En Graceland casi siempre es verano.

05 junio 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 04 de junio de 2006


Sábado. Llegó el fin de semana. A ritmo tranquilo conseguimos llegar al mediodía con la casa decentemente recogida. Nos visitan Pepe y Lidu e improvisamos una comida en el patio mientras Cass juega. La sensación de vacaciones es total.

Domingo. Acabo “En el blanco” de Ken Follett. Literariamente no aporta nada pero es entretenido y adictivo. Me lo he pasado bien leyéndolo pese a tener la sensación de haberlo leído mil veces antes.
A mediodía conseguimos salir con destino a Terrassa. David y Núria han montado una comida en su casa que nos apetece mucho. Cuando llegamos Pau, María y Laura (los pequeños) están ya comiendo unos macarrones que tienen una pinta estupenda (espero que no se los acaben y también nos toquen a nosotros). Albert, Esther, Marta y Alberto ya han llegado y, poco después de nosotros, llegan Ivan, Mani, Esteve y Martina. A todos los he ido viendo últimamente pero a Esteve y Martina hace ya mas de cinco años que no los veía y me hace mucha ilusión el reencuentro.
Aperitivo en el patio mientras David se pega un curro increíble en la barbacoa y Núria prepara todo en el comedor de la casa. Carne a la brasa, ensaladas y pasteles riquísimos rodeados de amigos... pocas cosas pueden ser mas placenteras. Volvemos pronto a casa, estamos algo preocupados por Cass que lleva un par de días tosiendo mucho y somos padres primerizos. Antes quedamos para dentro de un mes, el sistema sigue funcionando y nos asegura encuentros regulares a los que – mes tras mes – se apunta gente nueva.

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 03 de junio de 2006


Paréntesis marciano (Aviso, el listado que sigue puede ser muy pesado para no iniciados, leer sólo si se es un enfermo de las recreativas)

Cuento que me he comprado una recreativa – normalmente tengo que añadir “una máquina de marcianitos de bar” y me enfrento a caras que van desde la sorpresa a la incredulidad. Mucha gente no entiende que, habiendo consolas increíbles con alucinantes juegos, introduzca en casa un armario de dimensiones gigantescas para jugar con viejos juegos (¡¡¡echando monedas!!!).
Intentar explicarlo es trazar una crónica sentimental de unos años en los que las recreativas estaban en todas partes. Intentar explicar el porqué de mi compra, me ha hecho pensar mucho en aquellos años y me he dado cuenta que puedo recordar detalles como con quién y en que circunstancias jugué a que máquina. Por esto voy a intentar trazar un mapa de mis máquinas, arranca aquí una máquina del tiempo que funciona con monedas de 25.

El viaje – no podía ser de otra manera – empieza con el Pong. Verano, Sant Feliu de Guixols, bar Amura. Una máquina me deslumbra. No entiendo demasiado lo que es, no he visto jamás nada parecido... pero ejerce hacia mi una atracción diabólica. Es el inicio de una gran amistad.

Poco después estoy con mi amigo Rogelio en Cerdanyola. Primero el “Space Invaders” (el de las casas) y luego el “Galaxian” (el de las moscas) acabaran con nuestras respectivas pagas en un fin de semana de vicio y descubrimiento (creo que al “Galaxian”, que estaba en un bar, no llegamos a jugar debido a la gran cola que había, pero mirar era totalmente satisfactorio).
Empiezan las búsquedas por los alrededores de casa inventando absurdas excusas para poder bajar a jugar. Junto a la papelería que hay en la misma manzana encuentro un bar que, durante años, se convertirá en mi proveedor de placeres ocultos. Hago escapadas para descubrir máquinas alucinantes: “Asteroides” (diferente y con 5 “tanques”), “battlezone” (impresionante con su periscopio, pero creo que nunca llegué a entenderla del todo)... y sin cruzar ninguna calle un buen día descubro que, unas puertas mas allá, hay un distribuidor de máquinas. Me hago amigo del hijo del dueño y consigo unas cuantas partidas gratis al “Rally X”. Camino de la academia de inglés descubro la “monaco gp” (con volante y cambio de marchas. A esta máquina se solía jugar por parejas, y había un encargado de cambiar las marchas -y de recibir las broncas del conductor por no hacerlo con la suficiente diligencia-).
Llega la locura y el número de máquinas se multiplica: El “Defender” del bar Stop me deja sin defensas (miles de botones, casi tantos como monedas me dejo en sus tripas), cambian el “monaco gp” por el “Amidar” (mas monedas suplicadas a los abuelos, mucho mas receptivos a mis repetidas súplicas de presupuesto), cerca del gimnasio un “berzec” y un “frogger” iluminan los desayunos tras el ejercicio de los sábados(después lo cambiarán por un “pengo” que también se llevará los cambios del desayuno)....
Mi primo Juan se convierte en otro ávido buscador de arcades, compartimos hallazgos y me descubre el “Ave Phenix” (y me deja llevarle el escudo, motivo de no pocas discusiones) y flipamos juntos con el “Pole position” (que realismo).
Vacaciones de nuevo. En Platja de Aro el padre de Xavi trabaja en un bar que tiene una sala con un montón de máquinas. Partidas gratis al “Pacman” (en la que Xavi es un as) y a un deslumbrante “Crazy climber” (con una palanca para cada mano). Mientras, con Albert y los demás, nos hartamos a jugar al “Scramble” en el hotel “El Ancla” de S’Agaro, un buen día la cambian por un “kung fu master” y seguimos enganchados a la máquina.. Al volver de vacaciones, con Xavi y Oscar descubrimos el Donkey Kong en un bar de Principe de Asturias. No podemos separarnos de la máquina y, durante meses, nos escapamos siempre que podemos para jugar unas partidas.
Con Jose también hacemos escapadas en busca de maravillas: “burguertime”, “popeye”, “moon cresta” (la del ensamble), la divertida “elevator action”... todos los bares tienen su máquina. Sólo tienes que decidir en que máquina te gastas la paga. También las revisas siempre en búsqueda de créditos huérfanos. “Track and Field” (la de las olimpiadas) supone un punto y aparte: juego en parejas - uno corre, el otro salta -, colas imposibles, el mechero...
Paralelamente aparece el Spectrum y también podemos jugar en casa... pero nunca será lo mismo (pese a eso invierto horas y horas en ejercitar los dedos).
Empiezan los peregrinajes a salones de recreativos cada vez mas lejanos y la lista continúa “1942”, “punch out” (en el novedades, me dejó sin habla, parecía que la máquina te podía pegar), “Comando” y “gaunlet” (estos en la sala de máquinas de plaza universidad)., “ghost and goblins” (de nuevo cerca de casa), “indiana jones” (en el Marc’s).
Llegan máquinas de nueva generación: el “out run” (con vibración), el “after burner” (prácticamente con un avión), “operation wolf” (con ametralladora)... sigo jugando pero ahora en las máquinas que me encuentro en los bares cuando salgo de marcha “Street fighter 2”, “Hang On”, “Double Dragon”... podría seguir durante horas, pero ya os he aburrido bastante.

Cada vez me encuentro con menos máquinas (y cuando encuentro una en un bar no puedo evitar hacer un par de partidas – sea cual sea la máquina-). Es una lástima pero están desapareciendo las últimas y con ellas los últimos salones recreativos. Por eso quería tener una máquina en casa. Para recordar viejos tiempos y poder seguir disfrutando de nuevos descubrimientos, de nuevas partidas y piques con los amigos, de esa agradable sensación que supone tener el joystick en la mano y créditos para jugar, para evitar, en definitiva, un game over.

03 junio 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 02 de junio de 2006


Llegamos por los pelos. Hoy el Niño Josele presenta en Barcelona "Paz" el disco donde reinterpreta la música de Bill Evans. El concierto es en la sala "Luz de Gas" y lo primero que me sorprende es - público aparte- el insultante precio de las bebidas (14 euros por una estrella y una coca cola). Pero hay mas sorpresas desagradables (sillas de fiesta de fin de curso de colegio - de pago, eso si -en el medio de la pista, aire acondicionado con el termostato en posición "congelemos al sufrido espectador" y con la salida de aire a tope para impedirnos disfrutar en silencio de los dos primeros temas, amplificación deficiente de la guitarra - totalmente petada - que no nos permite disfrutar de los matices de los temas más íntimos, teléfonos que suenan y desaprensivas que contestan a gritos - la música es muy molesta para hablar tranquilamente con Cuca- a la llamada).
Pero pese a todas las deficiencias del marco, el cuadro es tan bueno que conseguimos disfrutar de un excelente concierto. El Niño Josele, acompañado al contrabajo por un inconmensurable Marc Johnson y a la batería por un no menos grande Horacio "el Negro" Hernández nos ofreció uno de esos conciertos de los que sales con la sensación de haber asistido a un momento único. Brillaron los temas en los que los tres músicos se dejaron ir, en los temas en los que su entusiasmo se reflejaba en sus caras y se transmitía con su música. Quizás por esa amplificación deficiente de la guitarra no llegaron tanto los temas en los que la guitarra tenía que mostrarse mas sutil, los temas en los que los matices – de los que ayer nos privaron – marcaban la diferencia (la versión de “Paz” con la que abrió el concierto no brilló al mismo nivel que la que nos ofreció en los bises arropado por sus compañeros).
Un gran concierto. Salimos contentos y volvemos a casa para dar un paseo nocturno con Cass, comer un bocata de fuet y ver un poco de tele. Ha empezado un largo fin de semana.

01 junio 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 31 de mayo de 2006


Martes noche. Cena con Jordi R2 en Graceland. Jordi, como últimamente es – por suerte – habitual, viene con un pan bajo el brazo (hecho por él, delicioso). Pese a que hace un poco de frío decidimos cenar en el patio.
Tras la cena Jordi y yo nos enfrascamos en una larguísima y dura partida de “Pang”. María José se queda dormida en el sofá mientras nosotros no paramos de poner monedas en la máquina.

Miércoles. Mañana fantástica en compañía de María José. Tarde horrible en Levi Pants (no me pagan por soportar conductas tabernarias). Recupero fuerzas con una cena con Jordi P en el “Petra” (Sombrerers, 13 Barcelona. Tel. 933199999). Local bonito (ocupa el lugar de un desaparecido clásico del barrio, el “Carpanta”), comida buena y un precio razonable. Seguramente volveremos.
Hacemos la primera copa en el “Kan Kan” (Grunyi, 4 Barcelona Tel. 933100463) en compañía de Dani y Toni y continuamos después en un bar del barrio (en el que somos invitados por un parroquiano) y hacemos la que sobra – tras una larga caminata – en un bar de la Rambla del Raval. Acompaño la última cerveza con un shawarma.
Entre cerveza y cerveza, prometo a Jordi escribir sobre una de las peores experiencias gastronómicas que he tenido últimamente. Lo prometido es deuda.

EL BOCADILLO DE JAMÓN DEL PACO

“El paco” es el nombre con el que mis compañeros de trabajo llaman al bar que hay junto a la fábrica. No se llama Paco, pero el nombre del peculiar propietario predomina sobre el verdadero nombre del local. “El Paco” es – siendo generoso en mi descripción – un bar cutre y que no destaca especialmente por la limpieza (los ceniceros no existen y todo – absolutamente todo – va a parar al suelo hasta que – con menos frecuencia de lo que sería deseable – Paco o su hija Paqui se deciden a pasar la escoba).
En un día de mucho trabajo le pedí a Xavi – compañero de trabajo y parroquiano habitual del Paco (y consumidor casi compulsivo de sus bocadillos) que me trajera un bocata del Paco (de jamón dulce). Que error.
El pan de los bocadillos del Paco es lo mas parecido al chicle que he probado nunca. Gomoso, correoso, blando hasta decir basta. Su masticación continua provoca dolor de mandíbula. He probado panes malos, pero pocos como este.
Paco ha descubierto que mariconadas como ponerle aceite o tomate al pan no son mas que aventuras de cocina creativa y, por lo tanto, totalmente innecesarias.
Para rematar el conjunto está el relleno del bocadillo. Lo que él vende en sus bocadillos como jamón dulce es un fiambre de la peor calidad.
El resultado es insultante, una combinación diabólica, una afrenta a la gastronomía pocas veces superada.
Hace casi dos años, en mi primera visita al “Paco” decidí que ese sería mi primer y último café en el local. Tras comer el bocadillo también decidí que sería el último. Si estáis interesados en probar las delicias de “el Paco” os puedo pasar la dirección, pero si no os va el masoquismo no os lo recomiendo.