23 mayo 2005

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 21 de mayo de 2005


Viernes. El fin de semana empieza bien. María José me espera en la puerta de Levi Pants y me devuelve a Barcelona en moto. Decidimos llamar a algunos amigos (Jordi R2, Laura y Víctor) e improvisar una cena en el Ugarit Born. La comida está tan buena como siempre pero la aparición de una bailarina – acompañada de una estridente y excesivamente alta música – estropea la calma de nuestra tertulia. Víctor y Laura celebran sus respectivos cambios laborales, están muy contentos. El fin de la actuación de la bailarina es recibido con alivio. Copas en la terraza de “The Black Horse” y, cuando la terraza cierra, en el interior del local.

Sábado. Nos levantamos pronto, desayunamos y salimos a comprar en el mercado. Nuestra calle, poco transitada hace un par de semanas, vuelve a tener la vida que el mercado le transmite. Ahora sólo falta que vuelva el comercio que – la ausencia del mercado – ahuyentó. Nos sorprende el movimiento de gente: compradores habituales, mirones, fotógrafos, turistas, gente del barrio, curiosos... el mercado está a tope y dejamos la compra para otro momento.
Paseo, siesta del carnero, comida, visionado de “Melinda & Melinda”, nueva siesta.
Por la noche nos encontramos con Mónica y José María en el Hanoi. Ellos también se acaban de comprar su nueva casa y no paramos de hablar de pisos, muebles, decoración...
Copas (muchas) en el “Antiguo”. Como siempre somos los clientes más jóvenes del local.

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