30 diciembre 2003

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 30 de diciembre de 2003


Sorprendente: la empresa que me tiene esclavizado por un precio irrisorio ha decidido que ya he trabajado bastante y que no necesita de mis servicios hasta el año que viene. Por desgracia sólo quedan dos días hasta el año que viene y el día 1 tendré que trabajar (año nuevo, vida nueva... dicen...).
Dos días enteros para dedicar a... nada en concreto.

Después de desayunar con María José me vuelvo a la cama para poder reflexionar con tranquilidad sobre los muchos problemas a los que la humanidad se enfrenta día a día Me duermo.

A media mañana me pongo en marcha, ya que, como dice el dicho: “A quien madruga, Dios le ayuda”. Antes de comprar para la cena de mañana (vienen nuestros padres) me acerco a Norma y me regalo cuatro cómics (dos Daredevils , un Spiderman y “Como conejos” de Ralf König).

En casa de nuevo preparo la comida y espero a María José mientras leo El País. En la página de necrológicas me entero del fallecimiento de Antonio Rivero Crespo, “El Peíto”. Este pícaro sin par, sencillo y entrañable, fue lanzado a la fama por sus apariciones en los programas de Jesús Quintero junto a su “cuñaoooo” el risitas.
Siento un poco de tristeza por su muerte (no podrá incorporar más momentos impagables a su amplio currículo) y mucho agradecimiento por todos los buenos momentos que me ha hecho pasar y por las carcajadas que su contagiosa risa me ha provocado.

Comida, siesta y lectura de cómics (en Daredevil he llegado a la etapa dibujada por Wally Wood, es sensacional). Esta noche quizás veamos un episodio de “Los Soprano”.

29 diciembre 2003

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 29 de diciembre de 2003


Ya ha pasado la primera oleada de fiestas de las navidades de este año. Los últimos días (con pequeños paréntesis laborales) han servido para que este ocioso amateur pueda descansar y recuperar fuerzas. El ocio es cansado y no puede tomarse a la ligera.
Ha quedado tiempo también para “El retorno del rey”. La tercera parte de “El señor de los anillos” es impresionante, me gustó, me divirtió y me emocionó; la trilogía fílmica es la mejor adaptación que podía haberse hecho del libro.
También he tenido tiempo para salir con María José y Jordi N. Jordi vive en Almería y últimamente nos vemos poco, pero la navidad también sirve para este tipo de reencuentros.

Se acerca el fin de año, tiempo de exámenes de conciencia y recapitulaciones. Todas las publicaciones ofrecen sus resúmenes del año; no voy a ser menos. Mi aportación a este pobre género literario de temporada será una lista de recomendaciones literarias basándome en lo que he leído durante este año 2003 que está llegando a su fin.

1. Joyce Carol Oates. El imprescindible “¿Qué fue de los Mulvaney?” (el mejor libro que he leído este año) fue mi puerta de entrada a la obra de esta gran escritora americana. Le siguieron “Zombi” y “Solsticio”. Tengo “Blonde” en la recámara.
2. J.M. Coetzee. El último premio Nóbel de literatura ha ocupado también parte de mi tiempo de lectura. Tras el desgarrador “Desgracia” han llegado los no menos fáciles “Esperando a los bárbaros” y “El maestro de Petesburgo” (actualmente estoy con él).
3. Mario Vargas Llosa. A finales del 2002 leí “Pantaleón y las visitadoras”, hasta entonces no había leído nada del escritor peruano. Este año su obra también ha tenido mucha presencia en mis lecturas: “La fiesta del chivo” (el mejor), “La casa verde”, “la ciudad y los perros”, “el paraíso en la otra esquina” y “¿Quién mató a Palomino Molero?”. Todos son totalmente recomendables. Seguiré revisando su obra.
4. “Best sellers”: Ocupan siempre un lugar destacado. Este año me he decantado por Michael Connelly (“El poeta”, ”pasaje al paraíso”, “el eco negro”, “hielo negro”, “Más oscuro que la noche”) y Douglas Preston y Lincoln Child (“los asesinatos de Manhattan”, “Nivel 5”).
5. A estas alturas y visto el éxito de público y crítica que han tenido, recomendar “La sombra del viento” de Carlos Ruiz Zafón o “Lo mejor que le puede pasar a un cruasan” de Pablo Tusett, puede resultar un poco repetitivo, pero me gustaron y me divirtieron mucho.
6. La irregular pero siempre interesante trilogía “El día del Watusi” de Francisco Casavella también me hizo pasar buenos ratos.
7. Otras cosas que me han gustado: “La casa de una escritora en Gales” de Jan Morris, “El pianista” de Wladyslaw Szpilman, “Un tranvía en SP” de Unai Elorriaga, “Estúpidos hombres blancos” de Michael Moore y “Atrapados en el hielo” de Caroline Alexander.

Espero no haberos aburrido mucho y que alguna de las recomendaciones os haga más ameno el 2004.

27 diciembre 2003

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 26 de diciembre de 2003


Por fin, después de un año de espera, llega el deseado “Mar i muntanya” del día de “Sant Esteve”. Mi madre solía sorprendernos cada año con un plato diferente, pero desde hace ya unos años, y por petición popular, se ha institucionalizado el “Mar i muntanya” como plato obligatorio. El “Mar i muntanya” es un plato tradicional de la cocina catalana, un plato de maridaje entre la cocina marinera y la cocina de interior, un festival de sabores contrapuestos que añaden variedad y riqueza a un plato pantagruélico.


En los pocos restaurantes que lo preparan los ingredientes suelen ser pollo y langostinos. El de casa (y de aquí viene parte de las pasiones que el plato levanta) es mucho más completo: Cigalas, langostinos, bocas, almejas, mejillones, calamar, setas, pollo, conejo, albóndigas, salchichas, costilla y pies de cerdo. Todo está buenísimo y la salsa resultante es impresionante.
Cocinado con horas de trabajo y mucho cariño que, por muchos elogios que el plato reciba, dificilmente se pueden pagar.
En la comida de este año somos diez. Disfrutamos, reímos y hablamos (poco, pues estamos muy ocupados). La sobremesa se alarga... son casi las nueve cuando nos levantamos de la mesa y volvemos a casa.

Vemos “El Señor de los Anillos. Las Dos Torres”. Ayer vimos la primera parte y ahora ya estamos preparados para ver la conclusión de la trilogía. Este fin de semana, aunque trabajo, intentaré encontrar un hueco para ir al cine.

25 diciembre 2003

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 25 de diciembre de 2003


Nos levantamos pronto (tenemos ganas de jugar con los juguetes nuevos). No desayuno, no tengo hambre. Monto mi nuevo teclado en el ordenador e intento hacer sonar la flauta (haciendo caso omiso al dicho, no lo consigo ni por casualidad) mientras María José pone en orden la casa.
En tren, vamos hasta Alella. Hace sol y el mar, visto desde la ventanilla del tren, está precioso. Hoy comemos en casa de los padres de María José, doce a la mesa. Mucha comida (son pocos los osados que consiguen llegar con un rincón al último plato, yo no me encuentro entre ellos). Los adultos jugamos con los juguetes que Papa Noel le ha traído a Alejandro mientras Alejandro (nuestro sobrino) se lo mira con resignación.
La larga sobremesa puede con mi resistencia física y caigo con estrépito. Una siesta en el sofá me repone. Cuando me despierto en la mesa hay uno más: Dami, un amigo de María José, se ha pasado a saludar y se ha quedado un rato.
Volvemos a casa (Pepe hace de taxista) cargados de “tuppers” con parte de la comida que ha sobrado (son un bien muy preciado que salvará muchas comidas las próximas semanas). De regalo con el lote de “tuppers” daban una longaniza y un poco de jamón que ahora también alimenta nuestra, ahora bastante surtida, despensa.

Han sido dos días divertidos con la gente que queremos y la oportunidad de reunirnos con los familiares a los que vemos menos. Esto es la navidad, compartir momentos de alegría todos juntos.

Mañana volvemos a casa de mis padres. Para comer tenemos el sin parangón “Mar i muntanya” que prepara mi madre. Son pocos los elegidos para disfrutar de tan excelso manjar; todos ellos son afortunados por poder estar (aunque sea unos breves minutos) tan cerca de la gloria. Mañana intentaré ofrecer una descripción más completa de este plato de locos que cada año se nos regala con generosidad.

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 24 de diciembre de 2003


El día 24 siempre ha sido un día especial. A mediodía, y siguiendo la tradición instaurada hace unos años (tradición que rompe con todas las tradiciones), María José y yo nos damos los regalos navideños. Hay mucha ilusión tanto en el que regala como en el que recibe el regalo y disfrutamos mucho de este momento. Este año María José me ha regalado una cosa que hace tiempo que deseaba pero que nunca me hubiera atrevido a comprarme: un instrumento musical, una flauta travesera. Tengo ganas de aprender a tocarla pero mis primeros intentos para conseguir un solo sonido no han alcanzado el éxito. Ya he buscado el compartimiento de las pilas pero no lo encuentro, y la flauta sigue sin querer sonar (se van a enterar los de la tienda).

Por la noche cena en casa de mis padres. Hoy somos 16 sentados a la mesa; a los ya habituales (todos familia) se han añadido este año los vecinos de toda la vida (que ya eran mayores cuando yo era un niño). Nada más entrar un pitido llama nuestra atención. Después de una investigación a fondo se descubre la causa del molesto sonido: el sonotone del vecino, revisado por última vez en vísperas del mundial 82, emite un pitido supersónico que tiene la virtud de clavarse en el cerebro sin provocar, espero, daños permanentes. Yo no sé si facilita su audición... pero estoy seguro que dificulta la nuestra.

Cena abundante y deliciosa (sé que todo el mundo cree lo mismo pero en mi caso es verdad: mi madre es una estupenda cocinera). El sector Ultra, liderado por mi tío Hernán en uno de sus días más inspirados, hace estragos y provoca abundantes risas. Me lo paso genial.

Con los postres llegan los regalos. Volvemos a casa muy tarde, muy cansados y en bus nocturno (encontrar un taxi libre es misión imposible). Ya es navidad.

24 diciembre 2003

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 23 de diciembre de 2003


Desayuno con María José y me vuelvo a la cama. Dos horas después me levanto totalmente renovado, el descanso extra me ha sentado muy bien. A las 11:45 he quedado con Gemma en la estación de Sants. Llego pronto, compro el periódico y me siento en un bar a leerlo.
Los modernos bares de las estaciones, igual que los de los aeropuertos, son locales poco acogedores; son lugares de paso que no animan a la reflexión y a la consumición reposada. No aguanto mucho rato. Cuando salgo me encuentro a Gemma y cogemos el tren con destino a Vic.
Llegamos en poco más de una hora y allí nos esperan Roger y Toni. Hace muchísimo frío y hay hambre, empieza la búsqueda de restaurante. Nuestras primeras opciones fallan (unos están cerrados y otros demasiado llenos) y al final aterrizamos en el Sau Vell (restaurante hermano del ya mítico Fussimanya situado en la orilla del Pantano de Sau).
Tenemos suerte. La elección no podía ser mejor. El comedor está prácticamente vacío y nos podemos sentar junto a la chimenea, por la ventana sólo vemos el pantano y el sol escondiéndose detrás de las montañas. La comida resulta excelente y la compañía mejor todavía. Risas, viejas anécdotas y nuevas historias forman parte del menú.

Al salir del restaurante el sol se está poniendo y cada vez hace más frío. Damos un paseo por la orilla del lago (hay que bajar la comida) y aprovechamos para hacer muchas fotos – el paisaje lo pide a gritos-.
Ya es de noche, volvemos a Barcelona en coche.

Por la noche vemos la imprescindible “El Protegido” de M. Night Shyamalan. A la sombra de “El Sexto sentido” para mí es la mejor película de este director. Un delicioso homenaje al mundo de los cómics, un cómic oscuro y vibrante que recupera la esencia de las mejores historias de superhéroes. El broche de oro que una buena jornada merecía.

Felices fiestas a todos.

22 diciembre 2003

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 21 de agosto de 2003


Sábado, con la tranquilidad que da el deber cumplido, dedicamos la tarde a ver películas que teníamos grabadas (“Lucia y el Sexo” y “Pijama para dos”).

Domingo. María José y yo saludamos las primeras horas del día disfrutando de una falta de actividad digna de un domingo por la mañana. Después de muchos esfuerzos conseguimos vencer nuestra pereza y salimos a la calle. Paseamos por el barrio y, en la plaza Sant Jaume, intentamos hacernos con un bocadillo de Can Conesa. Imposible, una cola soviética impide nuestro acceso al deseado manjar. Seguimos caminando y finalmente comemos (por 6 euros los dos) en La Pizza del Born.
En el Black Horse (los domingos abre a la 1), cerveza en mano, leemos el periódico. No hay casi clientes y nos estamos un buen rato.

Vuelta a casa. Mientras María José sestea en el sofá yo sigo con el ciclo “películas grabadas de la tele que estamos acumulando desde hace meses”. El título elegido para hoy es El Misterio de la Cripta Embrujada, basada en la novela de Eduardo Mendoza.

Cena en casa de Yoli y Rafa. Hacía tiempo que no nos veíamos y ya tenía ganas. La cena es espectacular (muchas cosas y todo muy bueno).
Al salir (mañana María José trabaja y mi riñón no tiene ganas de alargar la velada) está lloviendo y nosotros vamos en moto. Llegamos a casa empapados, pero nos hemos divertido por el camino.

Mañana vuelta al trabajo (pero por suerte sólo serán unas horas).

20 diciembre 2003

LAS CINCO DEL VIERNES

Hoy las cinco del viernes no son preguntas... sino un pequeño juego. Cinco frases para continuar. Vamos a jugar:

1) Érase una vez un pequeño caballito de cristal... que vivía sólo sobre un televisor en blanco y negro. Desde que, hace ya muchos años, salió de la tienda de objetos de regalo no había conocido otros límites que los de la habitación que ahora era su hogar. Años de soledad, sólo atenuada por la presencia de una apolillada muñeca flamenca con la que nunca había podido cruzar una palabra, y de silencio.
2) La puso sobre la cama y muy lentamente... la cubrió con helado de chocolate. Habían bebido demasiado y el alcohol les hacía reír sin parar... helado de chocolate, las llaves del piso de la abuela - que esta noche la pasaba en el pueblo- y un punto de locura era todo lo que necesitaban para una noche memorable. Pero Ana se durmió y Juan se fue, muy enfadado, a ver la tele en el sofá del comedor.
3) No me lo podía creer, aquel helado de chocolate... cubría todo mi cuerpo. Estaba desnuda, sucia y en una habitación desconocida. A los pies de la cama había una niña que me miraba fijamente.
4) La mirada de aquella niña... se poso en la chica que, desnuda y cubierta de una sustancia marrón, ensuciaba la cama de la habitación de su abuela. Todo olía a chocolate y la abuela le estaba gritando al primo Juan que, también desnudo, estaba durmiendo en el sofá.
5) Si por lo menos alguien quisiera escucharme... ,pensó el caballito de cristal, podría contarle la historia que hoy he visto... seguro que nos reiríamos.

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 20 de diciembre de 2003


Me levanto pronto y, junto con María José, preparamos el desayuno y desayunamos. Repaso mi agenda para hoy:
Obligaciones................................................ 1 (ultimas compras navideñas)
Actos lúdicos programados.......................... 0

Espero que las compras sólo nos ocupen la mañana (ya lo tenemos casi todo).

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 19 de diciembre de 2003


Salgo del trabajo y doy por inaugurada la Semana del Ocioso Invierno 2003. Tengo por delante un largo periodo de tiempo libre (con un pequeño – espero- paréntesis laboral el lunes) para ocupar con actividades de todo tipo, tendré que emplearme a fondo.
Ya en casa y después de la primera siesta (algo fallida por una inoportuna llamada que intenta venderme algo y que, dado mi estado de somnolencia, soy incapaz de comprender) salgo con María José a comprar regalos de navidad para la familia.

Por la noche vamos, después de mucho tiempo, al cine. Si, ya sabéis: una de esas salas oscuras y llenas de asientos donde, previo pago de una cantidad abusiva (5’90 Euros ayer) por parte del espectador, proyectan, en una superficie rectangular de color blanco, imágenes en movimiento que intentan – con mayor o menor fortuna – contar una historia. Nos decidimos por “Los Impostores” de Ridley Scott y nos gusta tanto que, al salir, decidimos ver otra película. Esta vez la elegida es “Buscando a Nemo” que también nos lo hace pasar bien.

Volvemos a casa. Hace frío.

18 diciembre 2003

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 18 de diciembre de 2003


“Casi el 20% de los jóvenes considera más importante el ocio que el trabajo”
La Vanguardia. Jueves 18 de diciembre de 2003, página 29


¿Quiere esto decir que el 80% restante considera la opción contraria? Si es así creo que alguno de los responsables del estudio (elaborado por la Fundación de Ayuda a la Drogadicción) no sabe contar (o iba fumado en el momento de publicar las conclusiones del estudio).
Otra cosa: ¿Fundación de Ayuda a la Drogadicción?... por simple decencia semántica: ¿No sería mejor cambiarle el nombre por uno que no lleve a equívocos? ¿Tienen cola cada día a la puerta? ¿Atienden todo tipo de peticiones o están especializados en un estupefaciente concreto?

Hoy mi día de verdad ha empezado a las 14:00. Salgo del trabajo, bajo hasta casa y espero a María José. Comemos (bien) en El Foro (c/Princesa).
Dedico la tarde a comprar un regalo que tenía todavía pendiente y a escuchar algunos discos que tenía por encima de la mesa.
Me gusta el nuevo mini cd de los valencianos Una Sonrisa Terrible. Me perdí su último disco y sus nuevas canciones me parecen muy interesantes (y hay una versión cabaretera de “Todo a Cien” de Los Enemigos que me encanta). También es interesante el cd que los amigos de Bullanga Records me han hecho llegar: un DVD con la historia del grupo Inadaptats que viene acompañado de un cd con versiones (entre ellas una, fantástica, de “Ciutat Podrida” de los míticos La Banda Trapera del Río). Quedan por escuchar “Advertències i advertiments” el primer recopilatorio de hip-hop en catalán y el primer disco de los valencianos Brilliant Sharks (que tiene muy buena pinta).

No tengo tiempo para más... ahora voy a regalarme una sesión de tele-basura “King-Size”.

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 18 de diciembre de 2003


Alejandro, en su weblog indiferencia , enlaza con el oraculo de bacon. El oráculo es capaz de encontrar la relación entre cualquier actor y Kevin Bacon en menos de seis pasos. Es desquiciante... pese a muchos esfuerzos, no consigo cadenas de más de 3 pasos.
La Universidad de Virginia, responsable del proyecto, también te da la oportunidad de intentarlo con dos actores a tu elección. Puedes intentarlo en star links.

Trabajo, Oráculo de Bacon y poco más...

16 diciembre 2003

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 16 de diciembre de 2003


Ayer empezaron a llegar las primeras felicitaciones de navidad. Todas hacen muchísima ilusión pero una nos emocionó especialmente: Paco, un profesor que se ganó nuestro cariño hace ya muchos años, nos ha enviado una larga carta en la que nos pone al día de su vida y nos felicita las fiestas. Recuperar el contacto con alguien que aprecias, después de años de silencio, no tiene precio; estoy muy contento. Las postales empiezan a ocupar su espacio en el árbol, espero que dentro de poco no quede sitio para más.

He acabado ya Atrapados en el Hielo. Me ha encantado. El interés por los viajes marítimos por los polos se me despertó con "El hombre que tuvo el coraje de cambiar la historia" de Giles Milton (pese a que sólo ocupan en el libro un espacio limitado). Ahora, con el libro de Caroline Alexander, he disfrutado de este duro relato de héroes de carne y hueso.
Empiezo "El Maestro de Petesburgo" de J.M. Coetzee.
Esta tarde trabajo.

15 diciembre 2003

LAS CINCO DEL VIERNES

Cada semana más tarde... pero más vale tarde que nunca, aquí estan mis cinco:
1) ¿Qué quitarías del mundo? El dolor en todas sus acepciones.
2) ¿Cuál es tu sentimiento favorito? La amistad y el amor (creo que ambos van unidos).
3) ¿Cuál es el recuerdo más intenso que tienes? No tengo recuerdos intensos de una manera fija. A veces un objeto resulta evocador, a veces un lugar, en ocasiones una persona...
4) ¿Cuál es el pensamiento que más se te repite a lo largo del día? ¿Qué día? ¿Hace sol o llueve? ¿Donde estoy? ¿Con quién? ¿He comido ya? ¿Bien? ¿Hay partido de fútbol esta noche? ¿Qué estoy leyendo?...
5) ¿Qué es lo que más te gusta provocar en la gente? Una sonrisa, calor.

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 13 de diciembre de 2003


Viernes. Doy una vuelta por el barrio y bajo hasta el paseo del Born. En una de las terracitas – que a esta hora empieza a disfrutar de los beneficios del sol – leo, de cabo a rabo, El País. Poco a poco va llegando más gente. Conversaciones en todos los idiomas me rodean, por fragmentos de ellas (...“ahora me voy a Cortina d’Ampezzo”... “ahora vengo de Londres”...), deduzco que estoy rodeado de ociosos profesionales. Desde luego el barrio ya no es lo que antaño fue.
A las 3 María José me recoge en casa y, con la moto, vamos hasta Alella. Comemos un bocadillo con Pepe, que nos ha llenado el depósito de “nuestro” (en realidad “su”) Corça.
Con el coche prestado llegamos a S’Agaro en un momento. Somos los únicos clientes en el supermercado, en la calle hay muy poco movimiento... así es como más me gusta estar aquí. Cenamos pronto y a dormir, el día ha sido largo.

Sábado. Hemos dormido casi 12 horas y estamos como nuevos. Preparo el desayuno y lo tomamos en el balcón. El sol empieza a calentar y nos alegra la mañana. Escribo y leo disfrutando del calorcito reparador del sol y del silencio.
Con el coche bajamos a Sant Feliu. María José me deja en “El Portalet” mientras se va a comprar un par de cosas. En la vieja peluquería hay muchos parroquianos esperando, pero llevo libro y no tengo prisas. Me dejo llevar por las olores de extraños ungüentos, por el sonido hipnótico de las tijeras y por fragmentos de increíbles conversaciones.
Al salir de este viaje en el tiempo María José me espera en el paseo. Juntos nos acercamos a la playa e intentamos leer al sol. Sólo aguantamos un rato. El día es radiante pero el viento que llega del mar es frío.
De vuelta a casa, y antes de la comida y la siesta, pasamos por el Utopics y nos compramos un par de libros.

Acabo “Tras los pasos de Ripley”. Me ha gustado tanto como los otros libros de la serie pese a lo extraño que es. Sorprende la adaptación del personaje a los tiempos que fue capaz de hacer Patricia Highsmith. Ya sólo me queda el último, esperará a que acabe con los libros que hemos comprado hoy. Me decido por “Atrapados en el Hielo”, el relato de Caroline Alexander sobre la fallida expedición de Shackleton a la Antártida. Tanto el relato como las fotografías de Frank Hurley (fotógrafo de la expedición) resultan sobrecogedores.

Por la tarde mi inoportuno riñón nos deja sin cine y sin cena. María José me cuida.

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 14 de diciembre


Recuperado del principio de cólico de ayer desayunamos en el balcón esperando que el día, que se ha levantado nublado, se decida a mejorar. El libro de Caroline Alexander me ha atrapado, casi me parece sentir las extremas condiciones climáticas.
Olivia, Roberto y Martina vienen a comer. Encargamos pollos a l’ast y salimos a dar una vuelta por la playa. La playa y el paseo de Playa de Aro están totalmente desiertos. Las nubes se han levantado y hace un día fantástico.
De nuevo en casa comemos, en manga corta, en el balcón.
Oscurece cuando marchan. Recogemos la casa y volvemos a Barcelona.
Pese a que el riñón me vuelve a doler ha sido un fin de semana reparador. He cargado pilas para enfrentarme a estos días de fiestas navideñas.

12 diciembre 2003

...“En la época del New Deal norteamericano el banquero J. P. Morgan
advertía, prestando testimonio ante un comité del Senado: «Si se destruye la
clase ociosa (the leisure class), se destruye la civilización.”
Santiago García Quintana. Pequeña Historia del Ocio. Buenos Aires. 1958


DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 12 de diciembre de 2003


Me levanto pronto, desayuno con María José y – pese a ser día laborable – me vuelvo a la cama. Hoy tengo fiesta (ganada ayer gracias a una doble y agotadora jornada laboral) y pienso aprovecharla.
Ayer por la noche alquilé y vimos “Xmen 2”. Esto, unido a la lectura de los primeros Spidermans (estoy esperando con ganas la inminente aparición del Duende Verde, sin duda el peor enemigo del trepamuros) me está sumergiendo de nuevo en el universo Marvel. Y es que yo, las cosas hay que reconocerlas, soy fan de Marvel. No es que le tenga manía a Superman... pero en mi barrio, un tío con capa y con la ropa interior de color rojo por fuera de los pantalones es un “freaky” de los peores.

Preparo la bolsa y cojo las raquetas. A mediodía nos vamos a S’Agaró y quiero dejarlo todo preparado antes de salir a dar una vuelta por el barrio.

10 diciembre 2003

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 10 de diciembre de 2003


Una de las cosas más agradecidas de enviar felicitaciones de navidad es que, a los pocos días y a medida que llegan a su destino, empezamos a recuperar voces (por teléfono, por carta o por correo electrónico) de amigos a los que hace meses no escuchábamos. Es una manera de mantener el contacto, de renovarlo, al menos una vez al año.
Esto suele disparar nuestra vida social durante las fiestas y los primeros días del año. Me gusta, pero en ocasiones resulta agotador. Me gustaría más poder repartir mejor las salidas nocturnas... pero cuando llega un plan atractivo es difícil decir que no.

Semana de trabajo (Puag!) y de recuperación. No hay salidas nocturnas y el poco tiempo que me regalo, lo empleo en leer (sigo con Ripley y con Spiderman) y en callejear buscando regalos (aún no he comprado nada).

La navidad ya ha llegado a nuestra casa. María José ha manufacturado el árbol de este año (en esta ocasión utilizando cuerdas de tender y un paraguas roto). Después de nuestros primeros árboles naturales –todos murieron pese a los cuidados a los que fueron sometidos-, los árboles de materiales reciclados de María José se han convertido en una bonita tradición que espero que dure muchos años.

09 diciembre 2003

"El ocio no siempre es sinónimo de vagancia... como acertadamente afirma el escritor estadounidense Floyd Dell : "Ocio no significa inactividad; es la libertad de hacer cualquier cosa"...". Santiago García Quintana. Pequeña Historia del Ocio. Buenos Aires 1958

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 9 de diciembre de 2003


Las luces navideñas, los anuncios en televisión, radio y periódicos, los escaparates de las tiendas... todo nos empuja a consumir durante estos días. La idea me repele pero, por otro lado, me gusta mucho regalar. Regalar es pensar en una persona y escoger aquello que piensas que le hará feliz. No me gusta comprar por comprar.
Así pues, mi misión esta mañana será vestirme y dedicar la mañana a patear la ciudad en busca de esos pequeños tesoros que esperan ser rescatados de su actual estado de abandono.

No tengo tiempo para mucho más, ya que por la tarde toca trabajar. Empieza a tomar forma el fin de semana en S'Agaró (y eso me gusta).

08 diciembre 2003

LAS CINCO DEL VIERNES

He tardado en contestar ya que tenía las neuronas (las dos) ocupadas en otros asuntos. Sin demasiado esfuerzo y tarde, pero aquí están:

1. ¿En que tipo de vivienda vives: casa, piso, chalet, de propiedad, de alquiler, en casa de tus padres, en residencia de estudiantes...? En un pequeño piso del casco antiguo de mi ciudad. Es muy agradable y acojedor... pero es pequeño.
2. ¿Cuál es tu estancia favorita de la casa? El comedor. Es donde María José y yo hacemos vida juntos.
3. ¿Cuál es el último objeto que has comprado para la casa (o para tu habitación)? Una bombilla. Soy un tipo sencillo.
4. Si pudieras elegir, ¿qué obra de arte te gustaría tener en el salón? Me gustaría tener alguna pintura o fotografía hecha por algún amigo. A poder ser, hecha expresamente para nosotros.
5.Nunca sales de casa sin... Ropa, tengo esa pequeña manía. Sobretodo en invierno.

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 7 de diciembre de 2003


Día de recuperación después de la cena de ayer (la sobremesa se alargó hasta las 6 de la mañana). Nos lo pasamos muy bien pero las imprudencias se pagan y hoy estamos destrozados.
Dormitar, leer (poco), ver la tele (mucho), malcomer (delante de la tele)... son las únicas actividades que mi organismo puede permitirse, cada vez llevo peor esto de trasnochar.

Mañana lunes, pese a ser festivo, toca volver a la rutina laboral. Así podré descansar de tanta cena y tanta fiesta.

06 diciembre 2003

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 6 de diciembre de 2003


La cena de ayer en La Botiga y las posteriores copas en Bikini (cometí el error de abandonar la cerveza) son las culpables de mi actual estado de postración.
Al volver a casa compro El País en uno de los quioscos de “Las Ramblas”. Lo leo por la mañana (en el Babelia hay dos páginas dedicadas a Joyce Carol Oates y un artículo sobre el último libro de Coetze).
Tendré que dedicar el día de hoy a dormitar y a recuperarme. Esta noche tenemos cena en casa con Mónica y José María. Cocino yo, estoy hecho polvo.

05 diciembre 2003

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 5 de diciembre de 2003


Jueves. Cuando llegamos a “La Esquinica” (Fabra i Puig, 296) Helena y David ya ocupan una mesa. Creo que es la primera vez que no tenemos que hacer cola para cenar.
Las tapas empiezan a desfilar: “morrico fritico, pataticas bravicas, champiñoncicos de parís, longanicicas de Aragón...”. Cerveza en cantidades industriales y un ambiente divertido son los otros ingredientes que convierten este bar de “tapicas” en uno de mis favoritos. Hace tiempo que no veníamos por aquí y hay novedades: suena una señal acústica y el bullicio habitual del local desaparece dando paso a un silencio sepulcral. Entonces se alza la voz de un maño que dice: -¿de quién es la furgoneta blanca aparcada en doble fila? La escena se repite varias veces con total naturalidad.

Nos lo estamos pasando bien pero las tapas se acaban. Decidimos continuar en casa de David y Helena. Fotos de su viaje a los Usa, cerveza y conversación. Mañana el despertador sonará a las 6, decidimos retirarnos (aunque realmente tenemos ganas de alargar la noche).

Trabajar los viernes es mucho más fácil. La perspectiva de tener el fin de semana al final de la jornada siempre es un incentivo.
A mediodía aprovecho para comprar en el mercado. Lo echo mucho de menos (antes estaba a dos pasos de casa y ahora, aunque sigue relativamente cerca, tengo que desplazarme para ir a comprar). Compro algunas cosas que me faltaban para preparar la cena de mañana
Cuando llega María José comemos y nos regalamos una larguísima siesta.

Hoy tengo la cena 3 de esta larga semana. Cena con la gente del trabajo y, pese a que son los mismos que me aguantan cada día, me apetece. Mañana tendré que descansar.

04 diciembre 2003

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 4 de diciembre de 2003


Miércoles. Al salir del trabajo (sigue lloviendo) cojo un taxi y bajo hasta el barrio. He quedado con María José en el Re-Pla (c/Montcada, 2) para celebrar mi santo. El Re-Pla (hermano pequeño del Pla) ha abierto hace una semana. El local es acogedor, la iluminación tenue y la comida deliciosa. Cenamos muy bien pero, como por la mañana hay que levantarse pronto para ir a trabajar, dejamos la copa de después para otro día.
Empiezo a leer Spiderman. Los inmortales guiones de Stan Lee y el dibujo, en cada número mejor, de Steve Ditko (pese a ser el co-creador del personaje, el suyo no es mi Spiderman favorito) consiguen unos primeros números de la serie memorables.

Jueves. Salgo del trabajo a mediodía y me acerco a correos para enviar las felicitaciones de navidad. Sé que es pronto, pero – una vez hechas – nos quemaban en las manos. Espero que empiecen a llegar pronto; en ellas hemos puesto, como cada año (y van once) mucha ilusión y unas cuantas horas de trabajo.
En casa escucho los discos que he recogido en el apartado de correos. Nada interesante. Para resarcirme (la escucha del nuevo disco de Barón Rojo me ha puesto a prueba) me pongo un cd de Sarah Vaughan, en este momento está sonando “east of the sun (west of the moon)” con Miles Davis a la trompeta.

Esta noche tenemos cena. Me temo que ha empezado el maratón de cenas pre-navidad que cada año mina nuestra salud y hace que lleguemos a las fiestas de navidad en un estado lamentable y con el hígado mejor conservado que nunca.

03 diciembre 2003

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 3 de diciembre de 2003


Pocas aventuras y menos desventuras llenan mis últimos días. Ante esta falta de sucesos noticiables decido contar mis últimas visitas a uno de los muchos quioscos de prensa que pueblan las calles de esta ciudad regada hoy por lluvias invernales.

Después de una semana de machacar a todos los quiosqueros con la cantinela: “¿ha salido ya el Rock de Lux de diciembre?” por fin recibo una respuesta positiva. Con la revista ansiada ya en mis manos centro mi interés en el cd que la acompaña como regalo (y que, nadie se lleve a engaño, era el motivo de tan inusual interés, ya que a mi me gusta más el Ruta 66). El cd es un homenaje a “Un soplo en el corazón”, único disco de Family, publicado hace 10 años. Catorce grupos aportan su peculiar visión de los temas del mítico álbum. Destacan la revisión gamberra de Astrud, las magníficas aportaciones de Ama o La Casa Azul y las deliciosas versiones de La buena Vida, Niza o Parade. Junto a ellos Fangoria, Nosotras, Apenino, Los Planetas... Un regalo de lujo y una buena excusa para recuperar también el original (reeditado en formato cd hace poco por Elefant Records). La revista supongo que está bien... ya la ojearé luego.

He comprado también los primeros números de “Spiderman” que Forum, en su colección Excelsior, ha empezado a publicar. La colección Excelsior es una maravilla; a un precio asequible nos permite recuperar los cómics de nuestra infancia (esos fantásticos “tebeos” de Vértice). Hace un par de años recuperé las series completas de “Los Vengadores” y “Los Eternos”, ahora me lanzo sobre “Spiderman”. No sé si haré la colección completa, de momento pienso pasarlo muy bien recuperando alguno de esos números que tanto me hizo disfrutar hace unos años.
Miércoles, llueve. Desayuno con María José y salimos a comprar por el barrio. Compramos en “La Ribera” (bacalao, mojama, aceitunas, anchoas, guindillas y boquerones) y en “Tot Formatges” (un paraíso para los muy queseros situado en el paseo del Born) y volvemos a casa paseando tranquilamente. Paramos en la galería Montcada (c/Montcada, 20) atraídos por el cuadro del escaparate. La exposición “Poca llum” de David Casals es sensacional. Acrílicos sobre tabla de gran belleza. Paisajes humanizados con iluminación tenue que llaman la atención por su sencillez y su fuerza. Es muy recomendable dejarse caer por esta galería (la exposición sólo estará hasta el jueves 5) para disfrutar de la obra de este joven pintor.




02 diciembre 2003

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 2 de diciembre de 2003


Diciembre ya. Tenían razón los mayores cuando decían aquello de que, con los años, el tiempo pasa cada vez más rápido. Hace cuatro días estaba en Palencia, tumbado a la sombra de un nogal y comido por los mosquitos, y ya estamos a dos pasos de la navidad.
Decido aparcar, quizás definitivamente, la lectura de “Los nuevos góticos” después de descubrir con enfado que la aportación de Anne Rice es un fragmento de “Entrevista con un vampiro”. El sabor que dejan los buenos relatos de Jeannette Winterson y Joyce Carol Oates queda enturbiado por un patético relato de Jamaica Kincaid y uno, muy flojo, de Martín Amis. Lo dejaré en la mesita de noche para leer un cuento de tanto en tanto.
Empiezo otro Ripley, el cuarto: “Tras los pasos de Ripley”.

Días de rutina laboral. Dedico las mañanas a actualizar un poco el ordenador. Si durante unos días no escribo se puede deber a una de estas razones:
1. Tengo pocas cosas que contar.
2. Tengo pocas ganas de contar cosas.
3. La actualización del ordenador ha provocado un caos de difícil solución en el sistema operativo del ordenador (no sería la primera vez).

Ayer llamó Albert para decirnos que Esther y él están embarazados. Las buenas noticias siempre alegran un día gris y lluvioso, lo celebraremos un día de estos.

Me queda mucha mañana por delante, me acercaré a la bodega del Maestrazgo para abastecerme de vino y cava.

01 diciembre 2003

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 30 de noviembre de 2003


Día de "housing". Conseguimos acabar la postal de navidad (al final son 104). El viernes que viene la enviaremos.

Dedicamos el resto del día a vegetar.