14 octubre 2003

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 23 de octubre de 2003


Lunes tranquilo, el hecho de no tener que trabajar siempre ayuda.
Paso la mañana gracias a la lectura, a partidas al Road Fighter y a otras maravillas de la tecnología de los 80 y a un poquito de música.
Por la tarde voy a casa de mis padres, hace mucho que no los veo. Llego muy pronto y decido dar una vuelta por el barrio. Ha cambiado poco, comercios nuevos, comercios de siempre cerrados (el Flor de Loto, uno de mis primeros restaurantes chinos, parece que ha pasado a mejor vida) y poco más. La Perla también ha desaparecido, su jardín era uno de los sitios privilegiados del barrio y me hubiera gustado volverlo a disfrutar.
Hay que dejar la lágrima fácil y continuar adelante... Al final llego a casa, me he dejado las llaves. Me cuesta mucho que mi abuela (la yayi), que está sola en casa, se decida a abrirme. Hablamos un poco pero pronto la peli de Antena 3 se hace con su atención dejándome relegado a un segundo plano.
Me salva mi madre que vuelve de trabajar. Hablamos mientras cocina, es una máquina capaz de hacer cuatro cosas a la vez y todas bien. Mirándola aprendo más que leyendo un libro de cocina (siempre me arrepiento de no haberlo hecho cuando vivía aquí, ahora sería un gran cocinero y no el voluntarioso aprendiz que soy ahora).
De botín me llevo dos docenas de croquetas y un sofrito para preparar un delicioso arroz de verduras.
Llego a casa poco antes de que llegue María José, preparamos juntos la cena y, después de cenar, vemos CSI (doblete: Miami y Las Vegas).

No hay comentarios: