DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 20 de octubre de 2003
Desayuno con María José y salgo pronto a la calle. Las lluvias han dejado una ciudad limpia, en el cielo no hay nubes, el aire es fresco y el sol calienta. Apetece pasear. Camino durante horas y descubro nuevos rincones en los que dejar pasar el tiempo. Algún día los utilizaré pero hoy me apetece seguir caminando. A la hora de comer llego a casa, estoy cansado pero he disfrutado de Barcelona como a mí me gusta, sin prisas, sin planes, improvisando en cada esquina.
Siesta, compra por el barrio, unas cuantas partidas de arcades variados en el ordenador y me pongo a cocinar. Preparo unas gambas al ajillo, bacalao “esqueixat” y brochetas de salmón y gambas. Cuando llega María José cenamos y después de ver un poco la tele (en Citytv hacen “La escopeta nacional” de Berlanga), leemos (dejo, por un día, el libro y me leo un “Asterix” – “La residencia de los dioses”-) y a dormir.
21 octubre 2003
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