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15 abril 2019


DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 15 de abril de 2019

Viernes. Me cojo el día libre. Jordi P. y María se casan. María José ejerce de testigo en una ceremonia que, debido al nivel de friquismo del oficiante, lamentamos no haber grabado en vídeo. Después lo celebramos, con Maica i el Niño (que era el otro testigo) en La Plata con unos buenos boquerones fritos.

Por la noche vemos a Izal en el Poble Espanyol. Sigo prefiriéndolos en sala pequeña, pero también saben brillar en un escenario grande y dominan perfectamente la escena, los ritmos y un repertorio hecho para triunfar en estadios. Lo pasamos bien.

Sábado. María y Jordi celebran su boda con una comida familiar y nos incluyen. Me gusta poder compartir este momento con ellos, pero me gusta más que nos consideren familia. Muchos años juntos, muchas anécdotas y muchas todavía por venir.

13 abril 2019


DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 12 de abril de 2019

Desde el concierto del Summercase del 2006, hemos visto muchas veces a Rufus Wainwright encima de un escenario. Festivales, auditorios o teatros… da igual, siempre es un privilegio poder disfrutar de su música. Yo prefiero verlo de pie, cerca del escenario y con una cerveza en la mano… pero esta vez tocaba hacerlo sentado y en un escenario de lujo, el Gran Teatre del Liceu. En la actual gira, Rufus da protagonismo a sus dos primeros álbumes: “Rufus Wainwright” y “Poses”. En la primera parte del concierto repaso su primer disco (dando protagonismo a “Barcelona”) e incluyendo una versión de Joni Mitchell (“Both sides now”) y una de sus últimas canciones (“The sword of Damocles”). Tras una pausa, tocaba repasar “Poses” (para mí, su primer gran disco) y tras un arranque espectacular con “Cigarettes and Chocolate Milk” nada podía ir mal. Nos lo regaló de cabo a rabo (sin el reprise de “Cigarettes…” que nunca esta de más al finalizar el disco) y en los bises “Going to a town” y dos fabulosos regalos: “Hallelujah” de Leonard Cohen y “Across the Universe” de The Beatles (que nos encanta pero que creemos que no la habíamos oído nunca en directo). Un grandioso concierto de Rufus Wainwright… uno más.

En el metro, en la cama, en el sofá de casa… he estado acompañando a los verdaderos protagonistas de la toma de la bastilla leyendo “14 de julio” de Eric Vuillard. De nuevo, Vuillard da un bandazo a nuestra manera de entender la historia rellenando los huecos que los historiadores no consideran importantes y que, sin embargo, ayudan a entender mucho mejor las razones que impulsan los hechos que han marcado nuestra historia.

Arturo San Agustín presenta, en la Laie y rodeado de amigos, su nuevo libro “Pluma de Buitre”. En él se adentra en el Aragón de sus orígenes familiares. Lo leeré.

Un año más celebramos el cumpleaños de María José con un arrocito en La Cúpula de Garraf. Ha reservado María José – y aunque no se han creído demasiado lo del cumpleaños (mucha gente lo utiliza para conseguir una buena mesa) nos han dado la mesa que nos gusta -. Al sol, rodeados de mar y con un buen arroz, celebramos que un año más tenemos ganas de celebrarlo. También desconectamos y empezamos a disfrutar de un largo fin de semana… pero eso ya lo contaré mañana.

08 abril 2019


DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 8 de abril de 2019

Dejé de ir regularmente a Gigamesh cuando nos mudamos a Graceland. Poco después se mudaron ellos y la distancia entre nosotros – no la física, ya que en su mudanza no cambiaron de barrio – aumento un poco más. Sin las visitas a la mejor librería de ciencia ficción que conozco, mi inspiración a la hora de buscar lecturas también se vio afectada.

Hace poco, el azar me llevó de nuevo a su puerta y decidí, entre otras lecturas, leer algún libro de Brandon Sanderson. He empezado con “Steelheart”, primera parte de la trilogía de los reckoners, y me lo he pasado muy bien. Lenguaje de cómic, ritmo de cine, dosis elevadas de friquismo, acción a raudales, filosofía nivel p3… me reencontraré con la trilogía, pero también leeré más cosas de Sanderson (que, por suerte, es muy prolífico).

Poco tiempo para mucho más… un concierto de Viva Suecia en Apolo (el segundo en pocos días, esta vez por cortesía de Firestone que organizaban la fiesta y regalaban las entradas… Gracias), un arroz al horno en Graceland mientras María José y Toni hablaban de fotografía, una comida con María José en el Seoul (Av Gaudí 70. Barcelona), “Love, Death and Robots”…

10 febrero 2019


DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 10 de febrero de 2019

No es la sala más cómoda de Barcelona, tampoco es la que en las bandas suenan mejor… pero el Sidecar tiene encanto y los conciertos allí son siempre especiales. Abre la noche Pigmy. El ex Carrots es un veterano de la escena nacional y, pese a que lleva muchos años dando vueltas, creo que aún no lo había visto en un escenario. Buena actuación, lo escucharé con más calma.

Pero hoy hemos venido a ver a Tachenko que presentan en Barcelona “El don del vuelo sin el arte hermano del aterrizaje”. El nombre me gusta (no supera al fabuloso “Os reís porque sois jóvenes” pero queda cerca). La primera parte del concierto repasa los temas del disco. Creo que lo hacen en orden arrancando con la fantástica “Gafas de sol”. La segunda parte del concierto es un repaso a sus temas favoritos. Acaban con “Amable” que nos ha acompañado en nuestros viajes y en Graceland desde hace más de 10 años. Nos llevamos puesto el buen rollo que el concierto nos deja. Seguro que nos acompañará durante los próximos días.


24 octubre 2018


DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 24 de octubre de 2018

25 años después de la primera vez que los vi – en el Bam que se hizo en el Mercat de les Flors -, por fin he podido disfrutar de un buen concierto de Los Planetas. Quizá no he tenido suerte hasta ahora, pero pese a que he pasado buenos ratos en sus conciertos, nunca había disfrutado de un concierto bien trabado de principio a fin. Y el de hoy, en Apolo (para celebrar los 75 años de una de mis salas favoritas), lo ha sido.

Público entregado desde antes de empezar. Un arranque brillante con “Islamabad” (Sin Yung Beef, cosa que siempre se agradece). Una buena selección de temas (tienen mucho, y muy bueno, donde escoger). Buen sonido (a j casi se le entendía). Un “Santos que yo te pinté” que empezó a encender al público. El éxtasis llegó con “Espíritu olímpico”, “Cumpleaños total”, “Pesadilla en el Parque de Atracciónes” y, sobretodo, con “Segundo Premio”. El concierto acabó, sin bises, con “De viaje”. 

Ya tengo mi concierto de Los Planetas.



11 julio 2018


DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 11 de julio de 2018

Viernes. Cena en casa de Iola y David. La excusa es una terraza reconvertida en un espacio nuevo que invita a alargar la cena – deliciosa como siempre que Iola está tras los fogones -. Lo hacemos. Historias nuevas y viejas, anécdotas de mucho miedo que nos hacen reír porqué acabaron bien, chistes y alguna preocupación. Como siempre que nos vemos, se nos hace corto. En algún momento ha dejado de sonar la música que nos llegaba – lejana – con olor a verano. La nueva terraza pasa el examen con una nota alta, seguro que la disfrutarán en muchas noches como esta.

Sábado. Cass, inmisericorde, no entiende de amos que trasnochan. La saco a pasear dormido y con las últimas copas todavía en la cabeza. Aprovecho para comprar el desayuno y el periódico que leeré hasta que María José se despierte. La mañana desaparece y tenemos que correr para llegar al Memorias de China donde hemos quedado con mi madre. Batiendo nuestro propio récord, pasamos de la cama a la puerta del restaurante en poco más de media hora. Es 7 de julio, durante años una fiesta celebrada. Queda el recuerdo y no nos faltan motivos para seguir celebrándola.

Volvemos a casa para sestear. En el Petit Format, en los jardines de Can Sumarro, Gudar no nos convencen. Decidimos aprovechar para hacer un picnic con Jordi R, Núria y Lena. Y después llega Lambchop y, sin despeinarse (la gorra ayuda), nos regalan un concierto delicioso y totalmente recordable. Volvemos a casa contentos. El fin de semana está saliendo intenso, pero muy bueno.

Domingo. Hoy toca barbacoa en Graceland. Hay mucho que preparar y la mañana pasa volando. Fermín, Alena, Juanjo, Vane y Berna harán de conejillos de indias con la selección de carnes para parrilla de una carnicería argentina. El resultado, acompañado de muchas risas, es bueno. Repetiremos carnicería y compañía siempre que ellos quieran.

17 junio 2018


DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 17 de junio de 2018

Cass me despierta y salgo a comprar el periódico y el desayuno. En mi paseo me encuentro con varios walking deads recién salidos de los últimos conciertos del Sónar. Yo no estoy mucho mejor, soy un señor mayor y las fuerzas ya empiezan a estar justas.

Sónar 2018. Sábado, día 3

Cuando llego al recinto del Sónar día, Ydvst han transformado el SonarVillage. Ambiente acogedor. Apetece un aperitivo a la sombra.

Sigo con ritmos tranquilos de la mano de la francesa Oklou y rompo el entorno acogedor con la apuesta oscura y reivindicativa de Pina + Gnomalab. Buena sesión reforzada por una de las mejores visuales que veré en esta edición del Sónar.

También reivindicativo es pasarse por el escenario donde está anunciada la actuación de Valtònyc. No me interesa nada su música, pero es necesario pasar por delante del escenario vacío que el festival ha tenido a bien mantener. Echo en falta una declaración, un mensaje claro para despistados y no informados.

Vuelvo al mismo escenario, poco después, para ver a Mow. Sus temas suenan a banda sonora de David Lynch… me gustan.



Reservo fuerzas para poder ir por la noche a disfrutar de unos LCD Sondsystem pletóricos. Pese a que me están gustando mucho, abandono el concierto un rato para ver a Lanark Artefax en el escenario vecino. Ya de vuelta en el escenario principal, veo el final del concierto de LCD Soundsystem y me doy un paseo hasta casa.

Ha sido un buen festival. Felicidades por el aniversario y espero seguir cumpliendo años con vosotros.

16 junio 2018


DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 16 de junio de 2018

Sónar 2018. Viernes, día 2

Han hecho falta 25 ediciones para que finalmente consiga arrastrar a María José al Sónar. El entusiasmo que transmito cuando lo explico, finalmente la ha convencido pese a que la música electrónica no está entre sus preferencias.

Con ella y con Jordi P. recorremos el recinto del Sónar día sin un objetivo concreto: recorremos escenarios, testeamos intervenciones del Sonar+D, vemos un poco de Refree, nos estiramos en una cúpula para ver un espectáculo de luces y sonido, entramos en el decorado de una película espacial (ser astronauta está sobrevalorado, son pobre gente metida en un zulo inmundo), nos encontramos con amigos, conocidos y saludados, intentamos ver – sin éxito – a Rosalia, vemos fragmentos – breves - de las actuaciones de Sophie y Liberato, nos comemos una crepe – María José – y unas patatas – yo - , subimos a una plataforma para hacer una foto decepcionante, chocamos a oscuras con más gente desorientada en Despacio, caminamos, hablamos, reímos, hacemos fotos…


No la he convencido. El año que viene, Jordi P. y yo volvemos a estar solos. Quizá en 25 años lo vuelva a intentar.

Por la noche, ya sólo, me acerco al Sonar Noche para ver el concierto de Gorillaz. Empiezo lejos pero, poco a poco, me acerco al escenario. En las distancias cortas es donde los conciertos se viven con más intensidad y el de Gorillaz se acaba convirtiendo en una fiesta tremenda. Derroche de medios y de talento. El concierto de los de Damon Albarn, a cara descubierta y con invitados de lujo como los De La Soul, entra de lleno en mi top ten particular de conciertos del Sónar noche.


Después del concierto, pletórico, contento… con Clint Eastwood todavía metido en la cabeza…  toca deambular un poco con una cerveza en la mano. Es pronto, pero ya tengo mucho que llevarme a casa. Lo dejo por hoy. Dicen que ha empezado el Mundial… ya habrá tiempo para todo.



15 junio 2018


DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 15 de junio de 2018

Sónar 2018. Jueves, día 1

Ser el primero en actuar en un festival no es fácil. Cuando el primero de los músicos de The Venopian Solitude sube al escenario, delante del mismo sólo hay cuatro personas (y no es un decir). Show must go on… el concierto arranca y el público empieza a llegar y en el segundo tema, ya somos muchos los que disfrutamos de una propuesta fresca, sorprendente y tremendamente divertida. Primeros bailes, felicidad expansiva… ha empezado el Sónar… y gracias a este grupo de Malasia… ha empezado muy bien.

Tengo algunos conciertos marcados… pero hoy es un día de pasear por los escenarios y descubrir propuestas en el Sónar+D. Un poco de Oscar Mulero, una pizca de Yuzo Koshiro i Motohiro Kawashima, algo de Little Simz, unos cuantos temas de Putochinomaricón y un concierto de Jenny Hval en el SonarComplex y sus cómodas y mullidas butacas.



Pero el concierto del día, del Sónar de este año y, si me apuráis, de los 25 años de festival… vuelve a estar protagonizado por El Niño de Elche. En ediciones anteriores, también en el SonarComplex, ya he disfrutado de dos actuaciones antológicas – una más festiva, otra más reivindicativa, ambas brillantes – de  El Niño de Elche. Este año, como venía acompañado del bailador Israel Galván, me esperaba algo más tranquilo, más ortodoxo… 



...pero El Niño de Elche es único y sus actuaciones son siempre sorprendentes. Flamenco, electrónica, baile, plataformas vibradoras,  María de la O,  ironía, reivindicación, duende, Antonio Machado, fuerza, magia, dildos que también vibran y sirven para marcar ritmo, baile, intensidad, carcajadas y pelos de punta… un concierto único, irrepetible, impresionante… una maravilla más que añadir a las muchas cosas buenas que le debo al Sónar. Salgo impactado y tremendamente agradecido… el Sónar ha enviado en esta edición un mensaje al espacio exterior, pero el marciano lo tienen en casa desde hace años… y que siga.



No me quedo a ver a Laurent Garnier… después de El Niño de Elche & Israeel Galván, todo será pequeño.




18 marzo 2018

DIARIO DE UN OCIOSO

Domingo, 18 de marzo de 2017

Leo – devoro – el “Ready Player One” de Ernest Cline que me recomendó Jordi P. Mi espíritu fricky aplaude y ya tengo ganas de ver la película.

Ya ha pasado un año y el Barcelona Beer Festival vuelve a l’Hospitalet. El viernes por la mañana es el mejor momento para visitarlo. Aprovecho las primeras horas para probar unas cuantas cervezas artesanas entre las más de 500 que están disponibles. El festival es fabuloso tanto para profesionales como para aficionados. También los curiosos, como yo, lo pasamos bien. Por la tarde volveré con Jordi R., Xavi, Pep y Maite. Descubro nuevas cervezas y gracias a Xavi y, sobretodo, a Maite, aprendo mucho.

En la Salamandra, y dentro de la programación del Let’s Festival, concierto doble con Xarim Aresté y Ángel Stanich. Lo paso bien, pero llego justo de fuerzas al final de la noche.


Sábado. En el Centre Cívic Matas i Ramis, Barcelona Districte Cultural organiza un concierto gratuito de Enric Montefusco. En formato dúo – acompañado de Pere Jou (multi instrumentista simultáneo) – Montefusco repasa Meridiana con la intensidad que le caracteriza. El concierto acaba con los dos músicos entre el público cantando “todo para todos” sin amplificación. De nuevo un concierto emocionante de un disco que no me canso de escuchar.



12 marzo 2018


DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 12 de marzo de 2018

Durante los últimos meses he estado inmerso en los universos de Philip Pullman. He devorado la trilogía que se abre con “Luces del Norte” (“La Materia Oscura”) y me he adentrado con “La bella salvaje” en una nueva aventura. Ahora tendré que esperar… como espero a que Patrick Rothfuss y JRR Martin se decidan a sacudirse la pereza y se pongan a escribir.

Cena en el As de Pikas con Jordi P. Cenamos bien (en el As de Pikas tienen las mejores hamburguesas de Barcelona) y pedimos consejo para encontrar un lugar adecuado para seguir con nuestra multiconversación habitual. La distancia – notable – a la que nos envía el propietario del As de Pikas con su consejo – no es un gran problema. El Lunátic (nombre del Pub al que nos envía) es un viaje subterráneo a un pasado rancio donde todo (consumición mínima incluida) nos empuja a tiempos pretéritos que no siempre fueron mejores. La noche mejora en la Javanesa y en La Llibrería.

Sábado. Paseo por el Puerto y por la costa de Barcelona a bordo del Pailebote Santa Eulàlia. El paseo en un barco centenario es muy recomendable y la mañana pasa volando.


Por la noche, en la Sala Salamandra, Joan Miquel Oliver y La Bien Querida presentan sus últimos discos en el marco del Let’s Festival. Dos grandes conciertos, una de mis salas favoritas (y a pocos minutos en coche de casa) y un fantástico festival.


Domingo. Sólo abandonamos el sofá para acercarnos al Ugarit. Series, lectura y películas malas ponen el resto.

En la Sala Parés disfruto con Ciutats Liquides una colectiva donde Gorka García Herrera, Alejandro Quincoces, Joseba Sánchez Zabaleta i Albert Vidal dialogan sobre la representación y la deconstrucción de los espacios urbanos.

Muy cerca, en el Foyer del Gran Teatre del Liceu, se puede ver (y vale la pena hacerlo) “Verisme Plàstic. Nous realismes a Catalunya” con obra de Daniel Cuervo, Carlos Díaz, Gonzalo Goytisolo, Sok Kan Lai, Pablo Maeso, Neus Martín Royo, Gerard Mas, Efraïm Rodríguez, Josep Santilari, Pere Santilari, Josep Cisquella i Josep Segú. La obra, comisariada por Rosa Ferrer es fantàstica y reune a toda la generación que marco el cambio de la figuración al realismo, con alguno de los jóvenes que siguen sus pasos.

Escultura de Gerard Mas


19 junio 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 17 de junio de 2017
Sónar, día 3

Tras una mañana de perezas – yo – y de mucho dormir – Alejandro – nos acercamos, de nuevo pronto, al recinto del Sónar. Antes de entrar visitamos el Pabellón Mies Van der Rohe para ver – sobretodo escuchar y sentir - la instalación de Mark Bain. El artista capta con sensores sísmicos las microvibraciones que recorren los materiales con los que está hecho el Pabellón. Estas vibraciones son amplificadas – mucho – y reproducidas por un sistema de altavoces. Esto también es Sónar y es una de las cosas que lo convierten en un festival único en el mundo.

Las primeras horas siempre son tranquilas. Primera cerveza con Jordi P, comida en el Village, algún vistazo a los escenarios que ya están funcionando… Un poco de Animic, una pizca de Joe Goddard… y, en una actuación que prometía más de lo que nos ofrece, vemos a Oblique con Carlos Bayona. Su sonido ochentero no nos aporta demasiado y, tras unos cuantos temas, nos vamos a ver a Gaika. Pese a que abusa del autotune, su actuación es contundente. Dancehall y hip hop de alto voltaje con un sonido crudo e industrial. Pese a que se pueden encontrar paralelismos por los parámetros musicales en los que se mueven, Gaika está a años luz de la actuación de CTangana (a la que me arrastra Alejandro, demasiado tarde descubro que es uno de los Agorazein que ya sufrí en el Primavera Sound de este año  ). En Gaika todo es profesionalidad, preparación y talento, en CTangana  es vacío. Debo decir que entre el numeroso público, soy el único que lo ve así y el resto de la gente se lo pasa en grande.

Tras él tenemos una cita en la zona de realidad virtual donde me convierto en un dinosaurio, en un gorila, en un mono con cartera, en un dragón… y disfruto como un enano en un entorno virtual.


Queda ya poca energía. Fantástica actuación de Sohn para quemar las últimas reservas y vuelta a casa. Estoy agotado y, tras cenar, me retiro a dormir. Evidentemente, tampoco hoy habrá Sónar noche.

16 junio 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 16 de junio de 2017
Sónar, día 2

Este año se nos ocurrió invitar a Alejandro a vivir el Sónar. No sé si podré llegar hasta el final pletórico de energía, pero seguro que será divertido. Llegamos pronto y aprovechamos las primeras horas para visitar Sonar Planta y la zona del Sónar+D que cada año ocupa más espacio y tiene más peso en el Festival. Aprovechamos también para hacer el primer recorrido de tanteo por los diferentes escenarios que empiezan perezosamente a despertar. Un poco de Juan Ingaramo (me gusta lo que escucho) y algo de SonarDome… no sabría decir quienes eran. La primera sorpresa musical nos la regala Jacques y su extraño peinado. Divertido, sorprendente e intenso nos ofreció uno de los conciertos del día.

Alejandro me arrastra a escenarios que no pisaría sin su compañía. Así acabo viendo a Bad Gyal. Su actuación, sin ser el despropósito de lo que me encontré ayer en este mismo escenario, no la guardaré entre mis mejores recuerdos musicales del Sónar. Recupero sensaciones – intensas, rozando lo salvaje - con la brutal agresión sónica y lumínica de Evian Christ. Su actuación en la edición de este año se recordará como una de las gozosas salvajadas del Sonar día.


Nos trasladamos al SonarComplex para ver la actuación de Nonotak. El dúo tiene un montaje impactante – en blanco y negro –. Alejandro se deja tentar por las mullidas butacas de la sala pese a que los decibelios y la fuerza de la actuación son notables. Rematamos, ya agotados, en el Village con Craig Richards. María José nos espera en casa con unas reparadoras pizzas. No habrá Sonar noche debido a la falta de fuerzas.

03 junio 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 3 de junio de 2017

Primavera Sound. Jueves 1

Primer día oficial del Festival después del aperitivo de ayer. Los jueves siempre son el día con menos afluencia de público, pero al llegar ya nos damos cuenta que hoy no será así. Dejo a María José en la cola y aprovecho para ver el final del concierto de Kokoschca. María José tarda menos de lo previsto en entrar y nos damos un primer paseo, nos encontramos con Jordi P. y planificamos una jornada en la que coincidiremos poco mientras escuchamos a Mishima.

Convencemos a Jordi P. para que nos acompañe a Mordor – entiendo sus razones para evitarlo – para ver a Triángulo de Amor Bizarro que, como siempre, convencen. Sigo prefiriéndolos en sala pequeña, pero se defienden también en uno de los escenarios de Mordor.

El Heineken Hidden Stage es mi escenario favorito del Primavera Sound. Silencio respetuoso cuando el concierto lo requiere, buen sonido y estética y proximidad de sala de conciertos mediana. Es lo que necesita Aldous Harding para brillar. Voz impresionante y buenos temas. Gran concierto.


Tras él, vuelvo a Mordor para ver a Solange. Musicalmente impecable ofrece un show milimetrado. Quizá demasiado. Yo prefiero que en un directo pasen cosas y gozar de un cierto margen para la sorpresa. Pese a todo, buen concierto. Mi intención es, a continuación, disfrutar de Bon Iver. Consigo situarme relativamente bien pero no estoy cómodo y, tras algunos temas, decido abandonar Mordor. El concierto – los pocos temas que escuché – también impecable, también algo frío.



Todo lo contrario que el directo arrollador de Kate Tampest. El hip hop tendría que ser siempre así. Reivindicativo, inteligente, brillante musical y literariamente, arrollador… el mejor concierto para despedir- pronto – mi jornada.



Inicio una larga vuelta a casa en transporte público.

Primavera Sound. Viernes 2

Mi intención es pasarme la mañana descansando. Tras pasear con Cass y desayunar me vuelvo a la cama con la intención de regalarme perezas inmensas y largas hasta la hora de comer. Una luz se enciende en el fondo de mi consciencia y poco a poco va ganando intensidad. De golpe se convierte en un fogonazo que me recuerda que me he comprometido a participar en un jurado. Tengo el tiempo justo para saltar de la cama, ducharme, vestirme y correr hacia el centro. Adiós mañana de pereza.



Aterrizamos en el Festival en un momento de intenso contraste local. Rebuig provocan terremotos mientras El Petit de Cal Eril intenta minimizar sus efectos. Para sentarnos a planificar la jornada – y para un día soleado – preferimos al segundo.  Jordi nos encuentra y volvemos a ver que será otro día de pocas coincidencias.



Las primeras horas son algo flojas. Decidimos visitar los dos escenarios del Primavera Bits que este año se ha acercado más a la playa. Desde allí tenemos que ir a Mordor y decidimos calcular la distancia entre el escenario Heineken y el Desperados. Es un poco más de kilómetro y medio. Por el camino vemos a la brasileña Tié.

Hace dos años vi a unos jovencísimos Belako. Me encantaron. En este tiempo han ganado en contundencia y seguridad, pero siguen encantándome. Sus directos son una garantía de diversión.


Los que somos veteranos del Festival sabemos que para disfrutar de los conciertos en el Auditori Rockdelux hemos de pasar algunas – no pocas – incomodidades. Lo de este año, no obstante, roza el esperpento más absoluto. 

La tragedia de entrar en el Auditori Rockdelux. Crónica apresurada e indignada

Hacemos cola y, cuando llegamos a la primera puerta, nos dicen que necesitamos una entrada. Corro a la taquilla y, por suerte aún quedan. Naturalmente no son gratuitas. Dos euros por entrada. Económico si no hubiéramos pagado previamente un abono que, en teoría, te da acceso a todo el festival. Tras pasar el primer control empieza un mareante zigzagueo entre cintas y vallas hasta el segundo control. Aquí te obligarán a abandonar todo aquello comestible (nosotros, conocedores de esta política ya tradicional, no llevamos nada). Nuevo zigzagueo mareante hasta la puerta del auditorio donde crees que ya todo lo malo ha pasado. Pero por desgracia no es así.  Dentro del auditorio somos obligados, con todo lo contrario a la amabilidad, a seguir un recorrido determinado que acaba, no podía ser de otra forma, con un nuevo zigzagueo y una nueva cola en la que deberemos esperar cinco minutos – totalmente parados – a que nos dejen acceder a la sala. Para mi sorpresa, el  Auditori no está a tope y todas estas medidas es para un volumen de gente que apenas ocupa las primeras filas (luego se irá llenando, pero todas las medidas no son por una afluencia masiva sino una operativa planificada por el hermano malvado y falto de luces de Donald Trump). Nota a los responsables del Festival (los demás estáis exentos de su lectura): Supongo que muchas de las normas estultas son imposiciones de la dirección del Auditori. Replantearos la relación. Es necesario un escenario así, pero la incomodidad es cada vez mayor y el trato resulta, en ocasiones vejatorio para un personal que es, en una inmensa mayoría, educado y respetuoso. Gracias.

La maravilla de entrar en el Auditori Rockdelux. Crónica de un concierto maravilloso.

Todas  las incomodidades sufridas las compensa un concierto sublime (en realidad, medio concierto) de The Magnetic  Fields. La primera parte de ese inmenso repaso a la vida de Stephin Merritt que es “50 song memoir” fue una pequeña – en realidad, no tan pequeña – delicia, un concierto lleno de humor y sorpresas.  Stephin Merrit, encerrado en el comedor de su casa y rodeado por seis músicos repaso una canción por año de su vida con humor, ironía y nostalgia para un público que, en general, se acerca mucho generacionalmente a él. Una hora y 45 minutos, con pausa incluida que continuará hoy con otro largo concierto (que seguramente me perderé ya que a la misma hora hay nostalgias particulares con las que lidiar).

Y tras The Magnetic Fields hay que reponer fuerzas. Lo hacemos – este año solos (echando de menos a Núria y Jordi R, que este año no han venido, y a Jordi P que recorre el Festival por su cuenta)- con los tradicionales libritos del Primavera Sound.


Rematamos la noche con un conciertazo de Arab Strap. Es pronto pero estamos agotados. Mañana más.


22 mayo 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 22 de mayo de 2017


El Maremagnum Fest cierra su primera edición con un conciertazo de León Benavente. El Festival, junto al mar, con un cartel interesante y gratuito, ha empezado con buen pie. Y nosotros rematamos el fin de semana – con perezas, arroz en el patio de Graceland con Mariona, un poco de tele (estamos viendo “Una serie de catastróficas desdichas”) y la resolución de un ataque de “ansia de chino” ya relatado- de la mejor manera posible.


26 marzo 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 26 de marzo del 2017

Aterriza en l’Hospitalet el Barcelona Beer Festival, el paraíso de los aficionados a la cerveza artesana. Mucho más espacio, más tiradores (100), mas cervezas (sobre las 500) y el mismo espíritu. En una visita fugaz pruebo tres cervezas muy diferentes. Me quedan muchas por probar y tenía pensado pasarme hoy… pero al final la pereza supera a la curiosidad cervecera.

En la Salamandra, y dentro de la programación del Let’s Festival, lo pasamos bien con Los Vinagre y aún mejor con Guadalupe Plata que vuelven a regalarnos un conciertazo.

En el metro, camino del trabajo, he leído “Tres desconocidas” de Patrick Mondiano. Ligero para ser un Mondiano, pero totalmente identificable. En casa sigo alternando a Eisner (Pequeños Milagros, La Conspiración) con Blueberrys (El hombre del puño de acero, la ruta de los sioux).


Tambíen ha habido tiempo para cenar con amigos. En Graceland con Fermín y Alena y en la nueva casa de Jordi P. y María con Víctor y Laura.

14 marzo 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 14 de marzo de 2017

Acumulo días – muchos -, vivencias – pocas -, buenos y malos momentos... pero no encuentro el momento de contarlo por aquí. De nuevo, quien todavía tiene el valor de leer esto, se encuentra con una faena de aliño, con un resumen precipitado de algo más de diez días... por suerte no hay mucho que contar.

Un viernes. Hace sol. María José me propone comer en una terraza. Acepto su envite y lo supero proponiendo una paella en la Cúpula de Garraf. Mar en los ojos y una paella buenísima. Empieza un fin de semana con sabor a vacaciones.

En el TNC hemos visto “Vania”, un Chejov correcto de la mano de la compañía valenciana Moma Teatre. Buenas actuaciones.

Ha empezado el Let's Festival. Nuestro primer concierto de este año mezclaba – en un alarde de programación de la confusión nominal – a Mucho con Chucho. Bien los primeros que alternan temazos sensacionales con otros que no lo son tanto. Fueron un buen aperitivo para unos Chucho pletóricos. El segundo tema fue Cirujano Patafísico... y de ahí la cosa fue subiendo hasta el fin de fiesta brutal con Perruzo y Magic. Vuelta a casa con Magic en la cabeza y los oídos convenientemente taponados. El Let's Festival va ganando posiciones entre mis festivales favoritos.

Comidas y aperitivos familiares. Series. Un poco de lectura. Monedas y cómics. Poda en el patio de Graceland y montaje de estanterías. Empezamos a eliminar cosas que no usamos.

Las dosis de nostalgia a las que me veo sometido son mucho mayores que las habituales. La tarea de bucear entre los papeles de mi padre no deja de sorprenderme y de hacerme sonreír. Lo echo mucho de menos pero lo tengo más cerca cada día.

07 febrero 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 7 de febrero de 2017

Sábado. Jordi R. y Pep celebran su cumpleaños con un concierto en el Pumarejo. Tras cruzar un escenario que recuerda a la guarida del asesino  de “El silencio de los corderos”, llegamos a tiempo para escuchar el último tema de “Canciones de nadie”. Tras ella tocarán – y nos lo harán pasar muy bien – “La maravillosa cabeza parlante” y “Wolf Saxon”.

Domingo. Me reencuentro con Jordi P. para, como cada año, ver la final de la NFL. Este año se apuntan Toni – que ya es un fijo en la alineación – y Ramón – que aparece de manera intermitente -.  Todos vamos con los “Falcons” y, como en la media parte parece que todo el pescado ya está vendido, desconectamos un poco del partido. La remontada espectacular de los Patriots me desanima un poco y es que llevamos muchos años apostando por el equipo perdedor. Vuelta a casa tarde (pasa de las 5 de la madrugada cuando llego) y con mucho viento.


Lunes. Cojo fiesta en el trabajo (cada vez, el día después del partido era más difícil) y aprovecho para comer en casa de mi madre y seguir con la tarea de ordenar y catalogar el despacho de mi padre. Aún no se nota, pero poco a poco avanzo. 

16 enero 2017

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 16 de enero de 2017

Sigo aquí. Ha costado más de lo que suele ser normal volver a sentarse delante del ordenador para iniciar, un año más, estas crónicas intermitentes que, sumadas, van construyendo un relato que no lleva a ninguna parte.

La vuelta a la rutina, una vez dejadas atrás las celebraciones (con amigos y familia), es difícil. Todo, con frío, cuesta más. Pero, poco a poco, empiezo a arrancar.

La primera lectura del año ha sido “Remando como un solo hombre” de Daniel James Brown. Un libro de no ficción que habla del equipo de remo a 8 que ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Berlín. Sensacional. Daniel James Brown consigue que un relato de no ficción te atrape como sólo lo hacen las buenas novelas. Sabes el final de cada episodio y, sin embargo, lees página a página buscando que te cuente lo que ya sabes que te va a contar. Deporte y vida se entremezclan en una historia contada con maestría y con una prosa fluida. Un gran libro.

También he leído el “Blacksad” integral de Juan Diaz Canales y Juanjo Guarnido. Hacía tiempo que tenía ganas de echarle el guante y he disfrutado mucho tanto con el dibujo de Juanjo Guarnido como con los excelentes guiones – pura novela negra clásica de Juan Diaz Canales.

Con Jordi R. vamos a ver a El niño de Elche poniendo banda sonora a las películas de super8 de José Val del Omar. ¡Grande! Después del concierto, iniciamos un periplo que nos llevará a la casa de Aragón para una primera cerveza extraña, al Fidel para hacer un bocadillo y a un bar cercano para hacer la última y la que sobra.

Y pocas cosas más. Series (con la primera temporada de la muy notable WestWorld y alguna cosa más menos interesante), alguna reunión familiar y muchos ratos de encerrarse en casa para evitar el frío que hace fuera.


Como decía, sigo aquí (aunque sea a ritmo más lento que el que es habitual).

23 octubre 2016

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 23 de octubre de 2016

Nos levantamos tarde, desayunamos y – prácticamente sin pausa – hacemos unas tapas en Mercat de Mercats. Hace calor. Paseo por el puerto y copa frente al mar. Barcelona es una ciudad cojonuda en días así. Tarde de hospital y noche de conciertos. Acabaré muy cansado.



Primavera Club 2016
Jornada 3

Entro en Apolo cuando Gúdar están en directo. No tenía intención de verlos (en breve empieza el primer concierto que tenía programado y sólo venía a dejar la chaqueta en el guardarropa) pero consiguen atraparme. Hay algo en ellos que me recuerda a los añorados “El niño gusano”. Probablemente sólo es una sensación... pero me dejan ese regusto y el recuerdo de un concierto en esta misma sala... hace muchísimos años.

Tras ellos veo a Mild High Club y, pese a que me gustan, no acabo viendo el concierto entero. Si que me gusta (mucho) Whitney. Música a medio camino entre la Americana y el pop, deslumbrante voz y buenos temas.

La noche acaba con el pop, que suena europeo pese a que son de Indiana, de Hoops. Un mensaje pidiendo helado de chocolate me hace dejar a Porches y su concierto para otro día. Ha sido excelente festival. Buenos conciertos, excelente organización y cerveza demasiado cara y en vaso de plástico.