Martes, 29 de septiembre de 2009
Volverse a encerrar en la cocina y preparar una cena para algunos amigos (Jordi P, Toni, Clara y Roger), utilizar una receta “robada” al futuro bloguero y que salga –casi – perfecta, tener la suerte de tener de postre dos tartas (manzana y queso) preparadas por María José, disfrutar de una buena conversación durante la cena y rematar la noche con unas copas en la terraza de Mariona que celebra su cumpleaños rodeada de muchos amigos (que visten extraño pero son buena gente), comer el domingo – con María José y Mariona – gracias a los restos de las dos cenas de la noche anterior... un buen fin de semana.

Tendemos a ver la historia como una serie de sucesos causados por el hombre y obviamos la importancia de la naturaleza en ella. El periodo cálido medieval supuso el final del dominio de algunas civilizaciones y cambios importantes para otras muchas.
En diferentes capítulos Fagan analiza como afectó el clima a diferentes grupos humanos.
Un último capítulo establece un puente entre el calentamiento medieval y el que estamos viviendo ahora. Una de las funciones de la historia es no repetir los errores del pasado, las conclusiones finales a las que llega en este capítulo son desalentadoras. El actual calentamiento tendrá consecuencias catastróficas con respecto al agua (grandes sequías que provocarán a su vez hambrunas...) y todavía no estamos haciendo nada para solucionar este problema de una manera global.
El libro de Brian Fagan es interesante y fácil de leer.
Gracias por el enlace...
ResponderEliminarYa me habían comentado de la cena, me alegro que te haya salido tan bueno.
Próximamente más en sus pantallas... jeje.
Abrazos a los cuatro comensales y a Cass
Gracias por la receta. Ha sido la primera, pero dado el éxito, caerán más.
ResponderEliminarSólo me falló la consistencia de las gelatinas... es la primera vez que las utilizaba y no conseguí que la mezcla tuviera consistencia y al cortar perdimos el aspecto que tenía el bloque entero. Eso si... estaba delicioso.