sábado, 05 de mayo de 2007
Después de la noche, llega el día.
María José me deja dormir un tiempo extra y sale con Cass a comprar el periódico y se encarga del desayuno. Ayer nos fuimos a dormir tarde (“Anatomia de Grey” y “Heroes” – que se ha incorporado esta semana a la lista de series que seguimos - tienen la culpa) pero los paseos de Cass por la casa nos han despertado pronto.
Desayunamos con el periódico, sin prisas y disfrutando de la mañana que – en contra de lo que asegura el periódico – se despierta soleada.

María José tiene su paraíso en otra tienda. Pasea por los pasillos de Servicio Estación, entre herramientas y otras cosas que a mí me parecen inútiles, con una sonrisa en la cara a medio camino entre la locura y el éxtasis.

Por el camino escuchamos “Cuando ya no quede nada”, el nuevo disco de “La Habitación Roja”: “...tener piedad del ex-presidente, que fue garante de occidente, que todavía no ha asimilado, que su tiempo ya ha terminado...”.
Vuelta a Graceland y pollo a l’ast y patatas fritas en el patio. Al acabar estamos tan bien que sacamos las hamacas y hacemos la siesta hasta que un vecino decide interrumpir un momento delicioso haciéndonos partícipes de su dudoso gusto musical. Seguimos en el interior.
María José, yo te entiendo. A mi me pasa lo mismo. Cuando estoy en algún almacén de herramientas suelo volverme loco de felicidad con solo mirar :))) .. siempre he dicho que a los genios suelen mirarnos raro, jajaja.
ResponderEliminarAbraçades!
Genio, esa es la palabra que a Xavi no le salia. Gracias Toni.
ResponderEliminarpetonets