jueves, 29 de marzo de 2007
Soy, otra vez – y van demasiadas este año -, el master del no ocio. Hoy es mi onceavo día de trabajo continuo, lo que está convirtiendo el título de este diario en algo irónico.
Esto, unido a un nuevo proyecto en el que he empezado a colaborar, me deja en una posición incómoda a la hora de escribir sobre placenteros momentos.
Suerte de las risas.
Hoy, y recuperando una tradición antigua y casi olvidada, he desayunado con María José y – cuando ella se ha ido a trabajar- me he vuelto a la cama y me he puesto a leer. He acabado El quinto en discordia de Robertson Davies, mientras el sol entraba por la ventana de Graceland. Cass, a mi lado, ronca y rompe la magia del placentero momento.
El quinto en discordia
Robertson Davies

Enhorabuena por ese "nuevo proyecto".. me gusta.. Desde la otra banda, aprovecho para expresar mi desacuerdo por la perdida de mi privilegiada posición aérea, nunca mejor dicho, situada en la delantera (durante muchos y muchos meses) del apartado Amigos.
ResponderEliminar;)
1 abraçada!
solucionat... babau!!!
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