Sábado, 5 de agosto de 2006
Vacaciones, día 8
Paseo matinal con Cass. Hoy se ha dormido mejor. El sol está saliendo y empieza a calentar, el viento mueve las cañas y trae sonidos y olores deliciosos. Pasear a estas horas se convierte en un pequeño placer.
De vuelta en el pueblo – casi completamente dormido – no consigo pan ni periódico. Vuelvo a casa y leo mientras espero que el mundo – al menos este rincón donde el tiempo parece haberse detenido – se ponga de nuevo a rodar.
Hasta las nueve no consigo un par de barras de pan y “El País” que devoro en el balcón después de desayunar con María José. El pan recién hecho y un cruasán me hacen ver que la espera ha valido la pena.

Se nos acaba la comida de Cass, bajamos a Figueres para comprar y aprovechamos para dar un paseo y recordar nuestras primeras visitas.
De nuevo en casa. Siesta y lecturas. Junto a los apartamentos hay un espacio en el que hoy organizan una cena de fiesta mayor. María José averigua que las habaneras – punto álgido de la juerga rural de esta noche – durarán hasta la una de la madrugada. Se impone una migración temporal y una cena lo mas lejos posible de nuestros – por unos días – conciudadanos.

Damos una vuelta por los municipios vecinos: Darnius, Boadella, Les Escaules... y acabamos a orillas del pantano. En el bar del Club Nàutic Darnius hacemos una cervecita disfrutando del fabuloso emplazamiento.
Cena en el “Hostal La Quadra” y vuelta a casa donde descubrimos – con consternación – que la fiesta va para largo y que el grupo que actúa (se llaman “Ultramar”,

No nos dormimos hasta pasadas las tres.
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