Sábado, 18 de septiembre de 2004
Nos cuesta arrancar, no tenemos prisa y no vamos demasiado lejos. Cogemos la moto y salimos con destino a Garraf. Hace calor y tenemos sed. Paramos para comprar agua y la moto se niega a ponerse en marcha otra vez. Estamos tirados en medio de la ciudad y descubrimos que sabemos todavía menos de lo que creíamos de mecánica. Por suerte aparecen Miquel y Marta, nos echan una mano (de hecho nos empujan un poco) y nos devuelven a la carretera. El trayecto hasta Garraf es corto pero una serie de despistes (que se me pueden atribuir a mí como copiloto influenciado negativamente por el paisaje) lo convierten en una “vuelta a Barcelona sin escalas”.
Al final conseguimos llegar a Garraf poco antes de comer. Garraf es un pueblo atrapado entre el mar y la vía del tren. El espacio mínimo que los ingenieros del ferrocarril le dejaron para crecer y el complicado acceso que algún descerebrado ideó (un largo túnel regulado ahora por un semáforo) lo convierten en una cápsula de tiempo que parece haber sido cerrada a principios de los 70. Aquí todo es antiguo: el hotel, los
El Hotel Garraf (Tel. 936320007) es muy sencillo ( y cuando alguien clausuró la cápsula temporal en la que encerraron al pueblo se dejó fuera al tío de las reformas y al del mantenimiento) pero su ubicación en la arena de la playa convierten sus habitaciones en ventanas abiertas al mar. Dejamos los trastos en la habitación y salimos a
Después de comer se impone una siesta arrullados por el rumor del mar. El resto del día transcurre entre un rato de playa y un poco de lectura en el balcón de la habitación.
La noche es fresca y el paseo por el pueblo hasta el restaurante es agradable. Hay poca gente y el ambiente es muy tranquilo. Cenamos en la terraza de “La Cúpula” (Av. De Llorach, 3 Garraf. Tel. 936320015) en una mesa encarada al mar y volvemos paseando por la playa (llena, a esta hora, de cenas familiares). Es un ambiente de verbena, de reunión de vecinos en la arena de la playa, de otro tiempo... Barcelona queda muy lejos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario