DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 21 de julio de 2019
Julio pasa lento y las vacaciones no llegan. Por suerte, los
fines de semana me ayudan a recuperar todo lo perdido.
Viernes. Más tarde de lo habitual, menos intenso de lo que
suele ser para mí… pero por fin ya está aquí el Sonar. En compañía de Jordi P.
veo a Los Voluble y su “Flamenco is not a Crime”, a Holly Herndon y su “Proto”,
a Masego y a Quiet Ensemble y su “Black Symphony. Por el camino, un poco de
Lomepal, unos temas de Lorenzo Senni y una cata de Dellafuente. A medida que
pasan las horas, se va llenando el recinto y renuncio a los últimos conciertos
del día a cambio de un poco de tranquilidad espiritual.
Sábado. Barbacoa familiar. Mayores, niños y perros. También mosquitos y gatos que no vi. Mucha
gente. Buena gente. Mucha carne. Buena carne. Gente trabajando duro bajo el sol para llevarnos un plato de carne a la mesa. Un buen rato.
Domingo. Tranquilidad, lectura y tele. Veo Dark con una guía
al lado. Esta segunda temporada es más dura de lo esperado.
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