Jueves, 7 de
marzo de 2019
Miércoles. JoanMa
nos lleva a cenar al Bisavis (Tavern, 11. Barcelona. Teléfono: 659 995 705). Mientras
esperamos que empiecen a llegar los platos, Albert i Esther nos regalan una mortadela
que nos han traído de Bologna (tiene una pinta sensacional) y Marta nos regala su
habitual bolsa llena de inmundicias. Creo que sufre de síndrome de Diógenes
delegado (es lo mismo que el síndrome de Diógenes, pero acumulando los
desperdicios en una casa ajena, en este caso, y por desgracia, en la nuestra).
El Bisavis es
pequeño (11 taburetes en una barra que rodea la cocina), su personal es reducido
(Eduard es el cocinero, el jefe de sala, el camarero…), la carta mínima (pocos
platos) … para compensar tanta pequeñez, la experiencia es enorme. Buen
producto tratado con conocimiento y cariño, explicaciones sobre elaboraciones y
producto, orgullo por el trabajo, amabilidad... Des del primer momento nos
sentimos como en casa y disfrutamos de cada uno de los platos. Imprescindible
reservar.
“Un caballero en Moscú” es un libro delicioso.
Amor Towles explica la vida de un aristócrata ruso que, tras la revolución, es condenado
a un arresto domiciliario en la Unión Soviética. Su domicilio, no obstante, es
el Hotel Metropol y ahí queda confinado durante años. El contraste entre los
viejos y los nuevos tiempos llena de contenido histórico un libro cargado de pequeñas
historias que surgen a lo largo de las décadas de su confinamiento. Creo que lo
regalaré muchas veces.
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