DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 15 de febrero de 2017
Hace tiempo (no sabría decir cuándo) alguien (tampoco podría
asegurar quien fue) nos regaló un cofre-regalo con una noche de hotel. A pocos
días de caducar, decidimos por fin aprovecharlo y disfrutar del regalo (sea
quien sea nuestro benefactor: ¡Muchas gracias!
Salimos, después de dejar a Cass con sus canguros, hacia
Benifallet y más concretamente hacia el Hotel Pepo que ha sido la opción
elegida. El hotel es sencillo y nuestra habitación estaría bastante bien si no
fuera por las vistas (escasas siendo generoso) y porqué alguien decidió decorar
la pared exterior de nuestra habitación con aparatos exteriores de aire
acondicionado que se acaban oyendo también en el interior. Los desayunos –
generosos y variados – compensaran estas pequeñas molestias. Hemos llegado
tarde, pero justo a tiempo para cenar. El comedor es agradable y la comida buena y abundante. Mañana será otro
día.
Sábado. Damos un paseo por Benifallet, compramos los
periódicos y empezamos a hacer las primeras fotos. Hora de coger el coche e
iniciar una ruta turística que nos llevará, tras cruzar el Ebro por un “pas de
barca” que funciona utilizando únicamente la corriente del río, hasta Miravet y
su castillo. Visitamos el castillo y seguimos hacia Mora d’Ebre donde hacemos
una parada técnica para repostar. En el Cafè Noisette (Plaça de Dalt, 7. Mora d’Ebre)
hacemos una cervecita con los periódicos delante. Se acerca la hora de comer y
el bar se va quedando vacío. La tranquilidad, sólo rota por un parroquiano
pesado, se agradece y el rato de lectura es muy agradable.
Hora de buscar un sitio para comer. Nuestras primeras
opciones, en Mora La Nova, acaban fracasando y, tras algunos kilómetros y
varias indecisiones, acabamos aterrizando en Pinell de Brai. Comemos en el
restaurante de la Catedral del Vi (Pilonet, 8 Pinell de Brai. Teléfono: 977426234).
Seguimos las recomendaciones y hacemos el menú que nos proponen (muy bueno y
generoso) y hacemos la visita a la impresionante bodega de la cooperativa de
Pinell de Brai. El edificio diseñado por César Martinell es impresionante y
también la visita que hacemos acompañados de una audioguía.
La comida ha sido abundante y hay que bajarla… empezamos a
subir cuestas y calles hasta que
llegamos a la parte más alta del pueblo. Al volver descubrimos que había un
camino mucho más fácil para llegar al mismo sitio, pero ha sido un buen paseo y
hemos descubierto rincones cargados de historia.
Volvemos al Hotel cansados, cenamos y nos vamos a dormir
pronto.
Domingo. Un buen desayuno, recogemos la habitación y salimos
con destino a casa con la intención de ir parando cuando nos apetezca. La
primera parada la hacemos en Prat de Compte. Me agacho a acariciar a un perro y
pierdo el equilibrio. Acabo sentado en el suelo mientras una amable señora nos
pregunta si baja a ayudarme. No me había pasado nunca y la sensación es
extraña. Me repongo y damos un corto paseo antes de volver a la ruta. La
siguiente parada será en Horta de Sant Joan donde damos un largo paseo por
estrechas calles. Es hora de comer, pero tras las comilonas de ayer y los
desayunos copiosos, no tenemos hambre e iniciamos el regreso a casa. Ha sido un
buen fin de semana, gracias a todos los que – de una manera u otra- , lo habéis
hecho posible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario