DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 15 de enero de 2016
Durante las últimas semanas, me acompaña a todas partes el “Blonde”
de Joyce Carol Oates. Novela, que no biografía, sobre Marilyn Monroe, excesiva, brillante, apabullante, obsesiva… una inmersión en la persona detrás
del mito. Ir acompañado a todas partes por ella, me ha permitido descubrir lo
presente que aún está Marilyn Monroe en nuestro día a día. En un bar, mientras
tomo un café más para hacer tiempo antes de una reunión que por necesidad
gastronómica, veo un poster de una de sus películas, una mala copia de su
caricatura me saluda desde un balcón cerca del trabajo, un personaje claramente
inspirado en ella se utiliza como reclamo de un espectáculo… A causa de la generosidad de Joyce Carol Oates al escribir “Blonde”, aún
conviviré con Marilyn un par de semanas más. Pero su fantasma estará siempre
con nosotros.
Llegamos a la casa. Nuestros anfitriones (Marta y JoanMa) ya
han encendido la calefacción y se han acercado al supermercado para hacerse con
las vituallas que nos alimentarán durante todo el fin de semana. Encendemos el
horno, preparamos las pizzas y empezamos un puzle.
Cena, tertulia, puzle y los fantásticos gin tónics de JoanMa
(hoy más humanos, más asequibles… pero igual de buenos) alargan la noche. La
misteriosa desaparición del barman nos deja sin gasolina. Dejamos el puzle para
mañana y nos vamos a dormir.
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