14 julio 2015

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 13 de julio de 2015

Viernes. Marta y JoanMa nos recogen en casa. Empieza la operación Vespa.  Viaje en coche hasta Albocasser donde Pepe y Lidu nos esperan para dejarnos su casa y darnos las últimas instrucciones. Nos repartimos las habitaciones y salimos a cenar. Cenamos en el Teyma donde nos reencontramos con Tere y Manolo. En la terraza, mientras comemos, continuamos las tertulias y las risas que nos han acompañado durante todo el viaje.  Albert y Esther nos dicen que es tarde para salir de Barcelona y que se incorporaran mañana. Volvemos a casa, sacamos las sillas “a la fresca” mientras somos acosados por todo tipo de insectos (algunos, de tamaño considerable, provocan reacciones adversas).

Sábado. La costumbre de salir a pasear con Cass por la mañana se traslada también – por motivos incomprensibles - a los días en los que estamos sin ella. Me levanto pronto, doy un largo paseo por el pueblo y aprovecho para comprar los periódicos y el desayuno. De vuelta a casa espero leyendo a que todo el mundo se despierte, desayunamos y nos preparamos para ir a San Mateu donde hemos reservado mesa para comer y donde casualmente hoy celebran una feria medieval. Prefiero el pueblo sin la feria (es más fácil apreciar la belleza del pueblo y de sus edificios y no hay tanta gente) pero lo pasamos bien paseando por calles atestadas de gente disfrazada y tenderetes de todo tipo. Nos encontramos con Esther y Albert y subimos hasta la Ermita de la Mare de Deu  dels Angels  donde tenemos reservada mesa en el Farga Restaurant. Bonito, agradable… y todo está muy bueno. Disfrutamos de una excelente comida mientras ponemos al día a los recién llegados de las muchas tonterías que ya hemos dicho. Vuelta a Sant Mateu donde compramos quesos, anchoas, unos bizcochos muy caros y bebidas para sacar esta noche a la fresca. Vuelta a Albocasser, cena en el Mesón Pele y larga tertulia antes de ir a dormir.

Domingo. De nuevo me levanto pronto con la intención de pasear un poco, comprar el periódico y el desayuno. Por suerte tenemos pan congelado porqué el domingo no hay pan.

La operación Vespa consiste en llevar a Barcelona la Vespa que Pepe ha regalado a María José. La Vespa de Pepe, matriculada en el 1963, es una reliquia familiar y, pese a su edad avanzada, funciona perfectamente. Tras el desayuno, toca probar la moto y dar vueltas al pueblo. La cara de felicidad de María José es directamente proporcional a las vueltas que – tanto ella como Albert y JoanMa – dan con la moto. Mientras las tandas de entrenamiento continúan, las cocineras empiezan a preparar la paella. A la hora de comerla, a la mesa somos  12.


No hay tiempo – pero si ganas – para siestas. Es el momento de subir la moto al remolque, atarla y volver a Barcelona. Las vueltas siempre son largas pero, como siguen las tonterías y las risas, esta lo es menos. La operación Vespa se cierra con éxito cuando la dejamos en casa. Es el momento de pasar por casa de mis padres para recoger a Cass, por casa de Eli y Cesc para recoger una caja con cosas que pesa como un muertos y volver a casa para acabar el domingo en modo Zombie On… y María José amenazando con llevarme mañana al gimnasio.

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