DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 18 de junio de 2015
Recupero el “Plaza Real Safari” de Nazario gracias a la
edición que ha hecho el Café Ocaña con motivo de la exposición “La Plaza Real
de Barcelona y su gente” con fotografías de Nazario. Creo que – hace unos 20
años - fue Lluís quien me lo regaló. Y
me gustó leer las pequeñas historias que, juntas, componen un infinito universo
complejo encerrado en un espacio cuadrado y rodeado de pórticos. Quizá lo
vuelva a releer pronto para ver que ha cambiado en estos 20 años y que sigue
vigente en una plaza y en una ciudad que es distinta.
En “La Plaza Real de Barcelona y su gente”, Nazario hace lo
mismo con sus fotografías. Instalado en la ventana de su vivienda, Nazario se
convierte en un “voyeur” que disfruta viendo y documentando todo lo que ocurre
en la plaza: los alcohólicos que viven en ella, los guiris y sus fiestas, las
pequeñas historias cotidianas, los trabajadores, los visitantes ocasionales,
los holligans, la luz, la lluvia, el sol y sus sombras, la nieve, pequeñas
anécdotas diarias… la vida y la magia de una plaza en la que siempre pasa algo.
Nazario cuenta historias con sus fotografías. Son historias tristes, alegres,
cotidianas… son fragmentos de vida que, juntos, nos explican y nos ayudan a entender un espacio.
Paseamos con Nazario por la exposición. Nazario cuenta la
historia que esconde cada foto y, entre foto y foto, cuenta historias que quizá
estarán en otra exposición. Su trabajo – desde los cómics en El Víbora –
siempre ha consistido en contar. Y, sobre todo, en contar aquello que pasa a su
alrededor o – en este caso – lo que ve desde su ventana.
“La Plaza Real de Barcelona” es una buena exposición que
puede disfrutarse – cerveza en mano – en uno de los mejores bares de la Plaza
Real. Una excusa como cualquier otra para dejarse caer por el Ocaña.
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