28 febrero 2015

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 28 de febrero de 2015

La semana, al ritmo de intensas jornadas laborales, pasa volando. La sensación de velocidad y desorden se incrementa por una – no excesiva pero si abundante vida social.

Miércoles. Me encuentro con David en el centro de l’Hospitalet. Los restaurantes habituales están todos cerrados, los bares vacíos y las calles desiertas. Nos salva de un naufragio aún mayor una Tagliatella donde se refugian todos los huérfanos de la noche hospitaletense. Una pizza acompaña una conversación reposada que decidimos continuar en el Depo. El Depo también está desierto pero la música es buena y la cerveza está fría. Una partida al Theater of Magic y decidimos dejarlo por hoy. La próxima vez escogeremos mejor el día o el recorrido nocturno.

Jueves. Ya ha pasado otro mes y volvemos a encontrarnos con Joan Ma., Marta, Esther y Albert. Tenemos mesa reservada en el Marítim. La mesa -  en la esquina del local, grande, redonda, con vistas al puerto y a la ciudad – es fantástica, el servicio amable, la comida está muy buena y la compañía es genial… pero… de golpe aparece un grupo multitudinario que estropea el momento. La noche remonta en el parquing del Maremagnum con la performance que Marta y Joan Ma. al volante de su coche nos ofrecen.


Viernes. Nuestros vecinos de los últimos nueve años, Javi y Esther, se han trasladado a un edificio cercano. Nos invitan a una despedida de vecinos – presentación de su nueva casa. Mariona nos recoge en casa y, caminando – la nueva casa está muy cerca -, nos acercamos al nuevo piso de nuestros – ya - exvecinos.  Espectaculares vistas mientras cenamos. Nuestra Instagram –mania se dispara. Una agradable cena sirve para empezar el fin de semana.


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