DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 12 de enero de 2015
Un año más, en una tradición que empezó en 2009, celebramos
unos reyes aplazados con Olivia, Roberto, Martina y Leo en el Restaurante El
Cordero (Carrer de Riudecanyes, 5. Barcelona. Teléfono:
933 53 34 19). Tantos años de experiencia han consolidado un
conocimiento amplio sobre lo que debemos y lo que no debemos pedir… para no
olvidarnos, tenemos un largo tutorial que cada año crece. Las vistas siguen siendo lo mejor.
Justo cuando acabo de leer “El
impostor”, el azar (o Olivia y Roberto aliados con él) ponen en mis manos un
libro sobre otra impostura. “Nat Tate 1928 -1960. El enigma de un artista
americano” es una breve biografía del pintor abstracto Nathwell Tate que se
suicidó tras quemar casi toda su obra. La biografía es una reconstrucción de la
vida del artista a partir de los pocos rastros que el olvido había dejado de
él. Breve, bien escrita, con múltiples y jugosos detalles… y totalmente falsa.
La existencia de Nat Tate es una broma urdida por William Boyd (el autor del libro) con la
complicidad de David Bowie, Gore Vidal o John Richardson.
Se echa en falta en
la edición de Malpaso (muy cuidada, muy bonita…) una mayor presencia del contexto ya que el
libro en si no resulta tan interesante como todo lo que había tras él: los bromistas organizaron una fiesta de
homenaje en la casa de Jeff Koons donde se leyeron fragmentos del libro ante la
crema cultural de Manhatan que – según cuentan las crónicas – recordaba vagamente
al desaparecido artista. “Nat Tate” utiliza la impostura para denunciar las
imposturas que hay tras el mercado del arte y su valoración crítica. Un
interesante ejercicio que pone al descubierto el papanatismo en el que muchos
caemos en más de un tema.
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