12 noviembre 2014

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 12 de noviembre de 2014

Cada década queda marcada por un hecho, por un objeto, por una moda…  que la definen. Cuando dentro de unos años se hable de nuestro tiempo no se hablará de la crisis, del proceso independentista en Catalunya ni del ascenso de Podemos. Sin lugar a dudas, serán los cofres (de experiencias o de estancias) lo que definirá estos años.

Todo el mundo tiene cofres sin usar en casa. Conozco gente que los colecciona con avidez sin encontrar nunca el momento de utilizarlos. He visto estanterías Expedit (ahora se llaman Kallax en un cambio de nombre tan incomprensible como el que protagonizo Mr Proper hace unos años) completamente llenas de cofres perfectamente ordenados por colores y años de expedición.

No soy una excepción y, ante una fecha de caducidad que se acercaba a gran velocidad, decidí deshacerme de parte de mi colección particular (normalmente compartida con María José). Una vez colocada Cass – fin de semana de colonias – nos dirigimos al Hotel que habíamos escogido en el voluminoso catálogo incluido en el cofre.

El Hotel Antiga (Plaça Catalunya, 29. Calafell) ocupa una antigua casa de indianos rehabilitada. El Hotel es acogedor y tranquilo aunque necesita alguna que otra reparación en las habitaciones. Damos una vuelta por el pueblo y decidimos bajar a la playa para seguir paseando y comer algo. Fotos y paseo antes de recabar en El Bot (Carme, 4 baixos. Calafell. Teléfono:  977691220). Chipirones buenísimos, buñuelos de bacalao espectaculares y “fideus rossejats”. Paseos, siestas, lecturas… y cena – correcta – en el Hotel.


Domingo. Decidimos ir hasta Sant Sadurní d’Anoia para visitar una cava. Nos decidimos por Freixenet. La visita es interesante y entretenida, la bodega, espectacular. Para comer paramos en el “Taps de Suro” (Plaça de l’Ajuntament, 7. Sant Sadurní d’Anoia. Teléfono: 930070578). El servicio es un poco lento, pero cuando llegan los platos, la espera ha valido la pena… todo está muy bueno. Volvemos a casa para pasar las últimas horas del fin de semana. No ha estado nada mal esto del cofre.


He leído “El Jilguero”. Donna Tartt fabrica un gigantesco castillo que remata con una almena de Exin Castillos. “El Jilguero” está excelentemente escrito pero tiene algunos problemas. Uno, el más evidente, es un final decepcionante que deja – pese a la longitud del texto – demasiados hilos sueltos. El segundo problema es su exceso: en “El Jilguero” Donna Tartt incluye varias novelas, algunas más logradas que otras. Pese a todo lo he pasado bien leyéndolo… aunque su mala conclusión me dejó frío.

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