DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 27 de abril de 2014
El salón del hotel, ayer lleno de gente, está desierto esta
mañana. Nos sentamos en una mesa junto a la ventana y disfrutamos del desayuno
tranquilamente mientras en la calle llueve. Solos y con buena música… alargamos
nuestro desayuno con un segundo café.
Paseo hasta el Centre Pompidou donde veremos una sensacional
exposición dedicada a Henri Cartier-Bresson, haremos unas cuantas fotos desde
el piso más alto (brutales vistas) y aprovecharemos para pasearnos por la
colección permanente parándonos delante de algún cuadro.
La mañana pasa volando y pronto es hora de iniciar el lento
regreso a casa. Si el viaje de ida siempre es desagradable, el de vuelta es
peor. Nos queda muchísimo París por ver… volveremos pronto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario