DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 13 de octubre de 2013
Me pasa siempre. Después de un periodo de trabajo intenso,
cuando llega el momento de descansar, mi cuerpo se revela y, acusando el estrés físico y psíquico, caigo enfermo.
Las últimas semanas han sido desastrosas a nivel tiempo de
ocio. Mucho trabajo y muy intenso. La mente siempre fija en temas laborales. Por eso, este fin de semana – el primero en
muchos – lo he tenido que pasar en casa entre pañuelos, pastillas y caramelos
para la garganta. Mañana, cuando tenga que volver al trabajo, seguramente
estaré mejor.
Aprovechamos para ver películas y descansar. No hay fuerzas
para mucho más.
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