DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 27 de agosto de
2013
Mis días empiezan con una
fantástica ducha de agua fría. No es de agua fría por un exceso de
calentura, tampoco por prescripción médica, por temas de salud o
por respeto medioambiental... mis heladas abluciones matinales
responden a un calentador estropeado.
Paso el resto del día
trabajando (por suerte sin problemas extraordinarios) y peleándome
con los servicios técnicos de los múltiples aparatos domésticos –
imprescindibles todos ellos – que se han revelado en este final de
agosto. No hay ni una empresa que funcione correctamente, todas han
antepuesto el lucro al servicio al cliente y por eso pagamos
servicios lamentables a precios de lujo.
Mantenerse de buen humor
es difícil en estas condiciones. Lo conseguimos, a duras penas, con
paciencia infinita y con las fuerzas que habíamos recargado durante
las vacaciones. Un paseo por Sants (que celebra su Fiesta Mayor)
también ayuda.
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