DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 7 de diciembre de 2011
Vacaciones, día 5
Paseo matinal con Cass, desayuno junto a la chimenea, el
“Hoy empieza todo” en la radio, un rato de lectura mientras el día despierta...
caer en la rutina de vacaciones es fácil – y muy placentero -.
Las visitas turísticas se mezclan con pequeñas obligaciones
logísticas. Hay que rellenar la nevera y aprovechamos nuestra visita a Sant
Mateu para comprar y asegurarnos el sustento durante los próximos días.
Acabamos haciendo un café con periódico, junto a la fuente, en la Plaza Mayor
porticada. Hace sol y, a mediodía, la temperatura es casi primaveral. Volvemos
por pequeñas carreteras con las ventanillas bajadas.
Hoy es el día de “las cartas” en Albocàsser. La noche del 7
de diciembre, los quintos – la mili acabó hace años pero hay tradiciones que se
mantienen – cantan, delante de la virgen que hay en la fachada de la iglesia,
“las cartas”, una reinterpretación de la pasión de Cristo repartida en pequeñas
coplas, una por cada carta de la baraja. Cada año se repiten las coplas aunque
los quintos de cada año suelen introducir pequeñas modificaciones. La última
vez que María José y yo lo vimos, fue hace veinte años. Los quintos – ahora los
veo más jóvenes – es la única cosa que ha cambiado. Tras el emocionante canto a
la virgen, los quintos, acompañados de los músicos de la banda empiezan a
cantar bajo los balcones del pueblo... primero en los de las autoridades –
alcalde, Guardia Civil, el rector de la parroquia – y después en las casas de las
solteras del pueblo en una fiesta creciente que se alargará durante gran parte
de la noche. Una fiesta única que vale la pena vivir.
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