28 mayo 2011

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 28 de mayo de 2011

Francisco Casavella no siempre se llamó así. Cuando se convirtió en escritor profesional, Francisco decidió firmar sus libros con otro nombre ya que compartía apellidos con uno de sus escritores favoritos, Juan García Hortelano. Francisco García Hortelano – ese era su verdadero nombre – siempre reivindicaba a su tocayo de apellidos. Y es por eso que me decidí a leer “Tormenta de verano” de Juan García Hortelano. Y su lectura ha resultado un placer. “Tormenta de verano” es un retrato ácido de la sociedad española de la posguerra, un retrato de los vencedores hecho sin concesiones. Seguiré leyendo a García Hortelano, un gran escritor no tan conocido.

PRIMAVERA SOUND 2011
Viernes 27, día 5

Cuando empiezan a fallar las fuerzas, se agradece un concierto en las cómodas butacas del Auditorio del Forum. Al final la suerte me acompañó en el sorteo y tenía mi entrada para disfrutar del doble concierto de DM Smith y Sufjan Stevens.

DM Smith avisó nada más empezar: “tocaré cuatro temas”. Y así fue. Cuatro buenos temas – en dos de ellos acompañado por parte de la banda de Stevens – que nos dejaron con ganas de mucho más y con cuarenta minutos por delante hasta el siguiente concierto. ¿Por qué?

Hay conciertos que justifican la compra del abono del Primavera Sound. El del jueves de Grinderman, sin lugar a dudas, es uno de ellos. El que ayer ofreció Sufjan Stevens es otro de esos gloriosos ejemplos. Barroco, excesivo, teatral, rodeado de buenísimos músicos, íntimo en ocasiones, festivo, arrebatador, galáctico, visualmente impactante, simpático, musicalmente genial, generoso, brillante... Sufjan Stevens nos regaló dos horas de diversión, espectáculo y buena música. Juega en otra división, lo sabe y se permite jugadas que sólo están al alcance de unos pocos elegidos. El brillante final, con todo el público coreando Chigago, fue la culminación de una tarde intensa que recordaré durante mucho tiempo.

Tras el concierto entro en el recinto para seguir disfrutando del festival. Pero podría irme a casa y sería igual de feliz. Entro al recinto mientras escucho a Fred i Son que están tocando en el pequeño escenario que hay a la entrada. Me gusta “Diu que no sap que vol” que suena mientras entrego mi tarjeta de entrada en la puerta del recinto.

Me hago con la primera cerveza del día – sin colas, gran noticia – y me encuentro con Jordi P en el concierto de Tennis. Suenan bien... pero en mi cabeza siguen apagándose los últimos ecos de Chicago y es difícil atender a otros ritmos.

Consigo hacerlo con el impecable concierto que ofrece M Ward en un escenario demasiado grande para su propuesta. Siempre me ha gustado la “americana” y M Ward la interpreta como nadie, tocando todos los palos y defendiéndose en todos ellos con genialidad y un conocimiento profundo. Otro gran concierto.

En un día plagado de buenos conciertos, The National son la siguiente apuesta. Y responden a las expectativas, pero nos hemos situado demasiado escorados, hay muchísima gente y mucho ruido. No son las mejores condiciones para disfrutar de un concierto y decidimos dejarlo al cabo de un rato. Lástima, pero no se puede tener todo.

Nos encontramos con Ángel, con María José y cenamos algo (yo un bastante lamentable falafel pagado a precio de oro) mientras esperamos que empiecen Belle & Sebastian. Otro buen concierto que disfruto – estado físico lamentable – desde la lejanía.

Queda muchísimo (Deerhunter, Pulp, Simian Mobile Disco, Explosions in The Sky, Low, Shellac...) pero yo por hoy tengo suficiente. Quedan todavía dos días y me gustaría llegar con algo de fuerzas a las rampas finales.

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