30 abril 2011

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 30 de abril de 2011

Viernes noche. María José y yo ponemos fin a una semana extraña – cuatro días, muchas horas de trabajo, poco movimiento (mucha gente de vacaciones o a medio gas) – asistiendo al modesto festival de cine que hacen en nuestro pueblo. Vemos la decepcionante “Chico y Rita” (buenos dibujos, mejor música, animación innecesariamente afectada y guión nulo o digno de función de fin de curso de primero de primaria – pese a que viene co-firmado por Ignacio Martínez de Pisón -). Mal principio para un festival que, pese a su sencillo formato, nos ofrece la oportunidad de ver cine actual en versión original y a un precio más que asequible (siete películas por 10 euros). Seguro que la cosa mejora en las próximas sesiones.

La semana, antes del brillante momento en el que se inicia el fin de semana, había dado para poco. La eterna lucha entre el bien y el mal ahora trasladada al fútbol (Darth Wader también tiene seguidores... pero sin duda es el malo) ha ocupado parte de mis neuronas. “Los Profesionales” de Carlos Giménez, en la edición integral y en formato pequeño que ha editado Debolsillo y los juegos de consola portátil, han consumido el resto de mis recursos.

Y hoy, sábado, ha tocado trabajar. Trabajo fácil. Asistir a un congreso. Pero trabajo al fin y al cabo. Pese a eso ha sido agradable reencontrarme con Núria, con la que trabajé hace más de 10 años, con Javi, con el que hemos compartido muy buenos conciertos, con Núria 2, de la que he recibido una buena propuesta (relacionada con el trabajo, pero interesante) y conocer a Dani (con el que había intercambiado mails y información, pero al que nunca había saludado en persona). Después vuelta a casa con previo paso por el puesto de pollos a l’ast y comida con María José y mucho cava para preparar una tarde y una noche que se prevén llenas de interesantes actividades.

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