26 diciembre 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 26 de diciembre de 2010


Tras el sensacional “mar i muntanya” que tradicionalmente pone punto y final a las comilonas navideñas, volvemos – muy cansados - a casa. Dejamos atrás tres días de reuniones familiares, muchísimo jolgorio, no pocos besos y abrazos, algunos regalos – más de los que seguramente merecemos -, un viaje relámpago a Castellón, bastante alcohol – sabiamente dosificado con el fin de proporcionar bienestar sin provocar indeseados efectos secundarios -, mucho cariño, un sobrino más alto que yo y más comida de la necesaria.

Llegar de nuevo a Graceland es entrar en un lugar seguro, en un refugio donde nos sentimos acogidos. La casa está fría. Ponemos la calefacción, un disco de Keith Jarrett – “The Köln Concert” – que me han regalado hoy y que ayuda a crear un ambiente acogedor y empezamos a disfrutar de lo que queda de fiesta.


Durante el viaje de vuelta de Castellón acabé el prescindible “Heretarás la Rambla” de Alfred Bosch. Mal escrito, lleno de personajes arquetípicos, situaciones previsibles y lugares comunes mal relatados, es uno de los peores libros que han pasado por mis manos en mucho tiempo. Mi decepción llegó a indignación al ver como el autor afrontaba la riqueza idiomática que el escenario en el que se desarrolla la novela proporciona. Traducir los diferentes idiomas que se mezclan en las conversaciones empobrece el conjunto. Hace años que, cuando vemos una serie americana, encontramos personajes que utilizan el Spanglish o el Español con normalidad. Encontrar traducido en un libro en catalán a un personaje que habla en castellano empobrece enormemente el conjunto.

Mañana toca volver al trabajo después de cuatro intensos días de fiesta. Lo haré con una sonrisa en la boca y con ganas de seguir disfrutando de familia y amigos. Aún quedan fiestas por celebrar, gente con la que brindar y amigos a los que abrazar y besar. Felices fiestas a todos.

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