19 junio 2010

“Sentir,
que es un soplo la vida,
que veinte años no es nada
que febril la mirada
errante en las sombras
te busca y te nombra...”
Alfredo Le Pera y Carlos Gardel. Volver


DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 19 de junio de 2010


CRÓNICAS SÓNICAS (y II)

Segunda jornada en el Sonar 2010, esta vez con la compañía de Jordi P que hace más llevaderos los cambios de escenario y que despierta nostalgias por los muchos años compartidos en estas mismas salas. Pasan los años y, pese a los pequeños cambios que el recinto ha ido experimentando, siempre hay una sensación de continuidad, parece que en 2010 retomamos el Festival en el punto en el que lo dejamos en 2009. Es raro pero, a la vez, me gusta.

Por la mañana damos el habitual paseo entre escenarios buscando algo que nos sorprenda. No lo conseguimos pero me gusta la actuación de Bflecha. Hace más calor que ayer y las cervezas que acompañan la ingestión sónica se agradecen. A mediodía nos alejamos para recuperar fuerzas con un menú en un restaurante cercano y volvemos a la carga. Tarde con los franceses Aufgang y con New Young Pony Club. Los dos me gustan pero sobretodo disfruto con la pequeña actuación acústica de The Pinker Tones que nos encontramos por casualidad en el stand de RNE3. Pese a que lo que hacen no me desagrada, nunca he sido fan de The Pinker Tones. Con su actuación de ayer, acústica y alejada de los grandes escenarios en los que suelen actuar, me ganaron para su causa. Me lo pase muy bien y creo que ellos también estaban disfrutando... o al menos es lo que transmitían... y me gustó mucho.

the pinker tones en acustico, grandes

Después asisto entre la incredulidad y el sueño (hay cansancio acumulado) a Power de Burton & Julien Roy. A medio camino entre el arte y la música, los autores utilizan una descarga eléctrica de alto voltaje como elemento musical y de representación gráfica. El resultado es curioso pero con las luces apagadas y el sofá mullido del auditorio, a mí me entro sueño.

power

Me reencuentro con Jordi y rematamos la jornada con una cerveza y la actuación inclasificable de Emilio José. En unos días tendré decidido si me ha gustado... pero me hizo reír mucho y lo pasé bien... y de eso se trataba ¿no?

Emilio José, gallego loco

Paso por casa para reponer fuerzas con una cena con María José y me acerco al recinto del Sonar noche (por suerte está a pocos minutos andando de Graceland) para sumergirme un año más en esa locura, en ese universo infernal que es el Sonar noche.
Cuando llego Air están acabando – espectacularmente, cosa que me sorprende después de haber visto su roma actuación en el Primavera de hace un par de años – su actuación pero prefiero acercarme al SonarLab donde Mary Anne Hobbs ha preparado una noche espectacular. La abre ella misma y después continuarán Joy Orbison (que no me convence pese a las etiquetas de grande con el que me lo habían presentado), Flying Lotus (brutal, para mi el mejor de la noche pese a ofrecer una actuación con mucho más colorido que en su último álbum Cosmograma) y Roska. Sólo me escapo para ver un poco de la actuación de Hot Chip (y lo que veo me gusta bastante) y el arranque espectacular de la actuación de Plastikman.

Plastikman, espectacular puesta en escena

Pero es hora de irse a la cama y estoy agotado. El camino hasta casa es corto pero a estas horas difícil.

No habrá tercera entrega de Crónicas Sónicas aunque hoy el Sonar continúa... tengo cosas más importantes que hacer (he empezado el diario de hoy con un trozo de un tango que os debería dar una pista).

No hay comentarios: