10 mayo 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 10 de mayo de 2010


Vivo en un extraño limbo que, sólo los fines de semana, se asemeja a la vida que llevaba antes. Periódicos por la mañana, largos desayunos, paseos con Cass y cenas con amigos... nada diferente. Esta semana Iola y David nos prepararon una cena estupenda, regada con abundantes y variadas bebidas alcohólicas. Muchas risas, fútbol de fondo, algo de nervios y – todavía no lo entiendo – ausencia de resaca al día siguiente.

En un momento de máxima exaltación barcelonística y/o amistosa, decidimos ver juntos la final de la Euroliga de Básquet. Después de vegetar durante todo el domingo, montamos el proyector y David me introduce en el prescindible y nada saludable mundo de los rituales supersticiosos. Los rituales, en contra de mis creencias, funcionan y el partido resulta extrañamente plácido. ¡Campions!

2 comentarios:

TocaFogons dijo...

Els rituals supersticiosos que tu esmentes han provocat que s'alteri la meva cadencia habitual de moviments peristàltics. Ja t'ho vaig dir que menjar un "nacho" a cada cistella del Barça, fisiològicament ens afectaria...
Diumenge penso anar al camp una una gran bossa de "nachos" per si de cas...

xavi dijo...

He sentit que, en futbol, funciona millor amb melons que amb nachos.
Bon profit.