02 abril 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 2 de abril de 2010


Jueves. Celebramos el principio de las vacaciones de Semana Santa (irónico que utilice el plural) con un paseo por el centro de Barcelona. Callejeo, tiendas y locales interesantes, conversación amena, alguna compra de capricho y alguna necesaria. Para cenar María José a reservado mesa en El Mundial ( Plaça Sant Agustí Vell, 1 Barcelona. Teléfono: 93 3199056). Hace unos años solíamos cenar en él con los amigos pero, en algún momento, hubo un cierto desencanto que nos alejó de él. Ahora hemos vuelto animados por Andrés que trabaja en la cocina. Dejaremos el menú en sus manos ya que nos dice que hay algunas novedades en la carta.
Empezamos con una novedad: unas chips de berenjena con queso de cabra y miel (deliciosas y muy viciosas), continuamos con clásicos: un variado de plancha (navajas, almejas, berberechos, mejillones y tallarinas) y unas gambas al ajillo impresionantes. Después Andrés nos vuelve a sorprender con una piruleta de langostino (rebozado y con una salsa agridulce ligeramente picante) y con un pincho en tempura (con verduras y gamba). Estamos casi al límite de nuestras fuerzas cuando aparece una de las novedades de la carta: solomillo con foie y mermelada de frutos rojos (cortadito en tacos, ideal para compartir y impresionantemente bueno).

Rematamos, ya por vicio, con un coulant de chocolate y unos cafés.
La cena no podía ser mejor. Los clásicos que nunca fallan (basados sobre todo en el producto) se unen a las nuevas propuestas más elaboradas. La mezcla me gusta. El ambiente sigue siendo el de los últimos años: ruidoso, encantador y popular pero sin el añadido de “pintoresco” que perdió al convertirse en restaurante y cerrarse un poco al barrio.
Nos despedimos de Andrés (creo que sin darle suficientemente las gracias por lo bien que hemos cenado y lo amables que han sido con nosotros) y salimos tan contentos que, paseando, paseando, llegamos – mucho después – a Graceland.

Viernes. Día de sol en el patio de Graceland, de arreglos pendientes, de series y de siestas. A mediodía, después de un aperitivo, nos acercamos para conocer a Sira que acaba de nacer (cruzando una ciudad tan desierta que da un poco de yuyu) y después continuamos con nuestra rutina vacacional.

No hay comentarios: