09 abril 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 09 de abril de 2010


Jueves. Bajo hasta las Ramblas para que me expliquen mejor la movida que Ryoji Ikeda está preparando para, el día 17 de junio, inaugurar el Sónar y el Grec con una instalación que promete ser espectacular.

Aprovecho para visitar la exposición “Guía Secreta de la Rambla” en el Palau de la Virreina (La Rambla, 99 Barcelona). La exposición toma prestado el nombre de un libro de José María Carandell: “Guía secreta de Barcelona”. Hace años heredé una edición del 74 de ese libro y, desde entonces, lo he utilizado para guiar algunos de mis paseos por la ciudad en busca de los rastros de esa Barcelona que el progreso se ha ido llevando para bien (en la mayoría de ocasiones) o para mal. Muchos de los rincones que el libro revela han desaparecido para siempre, otros – por increíble que parezca – siguen inmutables en ese anacronismo que crece año tras año.
Pero volvamos a la exposición que me pareció floja y preparada con prisas. El material que existe sobre el paseo más retratado de Catalunya debe tener unas dimensiones gigantes. Es por eso que ver una muestra en la que encuentras a faltar mucho, decepciona. Sobran videos demasiado cercanos y faltan más paseos por esa Rambla que tantas nostalgias despierta a los que la hemos vivido: la importancia de esos quioscos que nunca cerraban, los personajes que la llenaron de carácter (la Moños, el Sheriff), los limpiabotas, los trileros, las increíbles fotos de artistas y boxeadores, las tertulias infinitas junto a Canaletas, los alquileres de sillas... parece que alguien se ha vuelto a embolsar una (no se si grande o pequeña) bolsa de dinero público por una tarea de aliño.

También decepciona el espacio dedicado a la obra de Xavier Miserachs. Sus fotos, en un formato inferior al que podemos disfrutar en la “Barcelona en Blanco y Negro” que revisita, se agolpan en un espacio que - lejos de hacerlas brillar – las aplasta y les resta interés. Quizá si hubiera acudido provisto de lupa la hubiera disfrutado más.

La única alegría es la exposición dedicada a “Ocaña” un personaje mítico que forma parte de la historia de la Rambla, del que siempre había leído y oído hablar, pero que seguía resultando un desconocido para mí (en 1983, cuando murió, yo sólo tenía 14 años y mis incursiones en la Barcelona más canalla eran inexistentes). La muestra nos presenta muchas de las facetas del artista: sus cuadros, sus performances, sus actuaciones... pero sobretodo nos lo muestra como un dinamizador cultural que supo sacar colores a la gris España de la transición. Volveré porque el material que contiene la exposición es impagable.

Las tres exposiciones están abiertas hasta el día 24 de mayo y son gratuitas.



Estos días he estado leyendo “Black Hole” de Charles Burns.black hole, charles burns
Hacía tiempo que lo tenía pendiente y, al verlo en la biblioteca del cole, decidí que había llegado el momento de leerlo. Es difícil explicar como Charles Burns capta y reproduce – con una sensibilidad que hiere – el desconcierto, la soledad, la desesperanza, la necesidad de absolutos y la extrañeza que conlleva ese momento – más o menos largo, más o menos doloroso – en el que dejamos de ser niños y aún no somos adultos (permitidme que no lo llame adolescencia, creo que es demasiado restrictivo y vinculado sólo a unos cambios físicos que también están presentes en la obra de Burns pero que no son, ni mucho menos, los motores principales del drama). Lo que sorprende de “Black Hole” es la multitud de lecturas que permite. Es un espejo roto que devuelve imágenes distintas de una misma realidad. El dibujo de Charles Burns – tan brillante como aterrador – no hace sino aumentar la sensación de desazón, de desasosiego que nos atrapa desde la primera viñeta. “Black Hole” (en España “Agujero Negro”) es un imprescindible, un clásico contemporáneo que no debes perderte.

Y mientras escribo todo esto – si has llegado hasta aquí tienes aguante, gracias – suena el “Keep an Eye in the Sky” keep an eye in the sky, big star
de Big Star, un recopilatorio que nos permite revisitar la obra de una de las bandas pop más grandes y extrañamente desconocida para el gran público. Alex Chilton (cantante y compositor de muchos de los temas) murió el mes pasado. Este recopilatorio (cuatro CD’s con 96 canciones) es una de las mejores maneras de disfrutar de su obra.

Y, además, hoy es viernes.
Feliz fin de semana.

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