29 noviembre 2009

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 29 de noviembre de 2009


Suena el despertador. Es sábado y no tendría que ser así, pero hoy es un sábado diferente. Me ducho, me visto y salgo a pasear con Cass que tiene su habitual intercambio de opiniones con el gato del quiosquero. Desayuno con María José y, mientras acaba de preparar todo lo necesario para la jornada que nos espera, doy una ojeada precipitada a los periódicos intentando evitar la cansina información deportiva (que en circunstancias no-clásicas me suele interesar).

En la Plaza de Sarrià nos espera el “Mercat boig”, un mercadillo en el que María José y Carol han reservado mesa. Cuando llegamos, Carol ya ha empezado a organizar el espacio, sólo queda empezar a repartir todos los bonitos objetos que han creado Las Cosaderas.
Pero María José y Carol tienen cosas que hacer y, una vez montado todo, nos dejan a Quim y a mí al mando. Perdónalas, señor no saben lo que hacen.
Pronto llega el primer cliente rarito que me hace presagiar una larga mañana. Por suerte es una falsa alarma y pronto empiezan a llegar los clientes de verdad – pocos -, los amigos – Jordi R.y Nuria son los más madrugadores-, los intentos de Quim de acabar con la competencia (quemándoles la mercancía, el dice que fue un accidente) y las risas. La mañana, de pie tras la mercancía, pasa más rápido de lo que era de esperar, una buena conversación ayuda. El frío y un DJ pésimo son las únicas cosas que enturbian la mañana. Por suerte, a ratos el DJ es substituido por un joven grupo (creo que se llaman Wanted) con más voluntad y valentía que repertorio (a lo largo del día escucharemos demasiadas veces las cinco canciones que han preparado para hoy). No obstante, sus intervenciones se agradecen y nos lo hacen pasar mucho mejor que el fatídico dj.

A mediodía llegan más amigos – M. Carmen y “El jefe”, Rafa (llegó poco después de irme yo, nos vemos otro día)... – y el relevo para Quim y para mí. Yo vuelvo a casa, recojo a Cass y en un largo recorrido en transporte público (ferrocarriles de la Generalitat, largo paseo, tren, paseo corto y ferrocarriles de la Generalitat) vuelvo a Sarrià.
La tarde – cada vez más fría – pasa rápida gracias a los muchos amigos (Montserrat, Olivia, Roberto, Martina y Leo, Jordi P., Víctor y Laura (que quedan nombrados mejores clientes del día), Montse, Roger y Clara...) que nos vienen a ver.
Al final recogemos después de 11 horas en la plaza. No es una experiencia para repetir muy a menudo, pero con la ayuda de los amigos ha sido divertido y lo hemos pasado bien.

Vuelta a casa, ducha calentita para quitarnos el frío y pizza para cenar. Estamos muy cansados.

Hoy es día de descanso. Escucho el “Illinoise” de Surfjan Stevens y recupero fuerzas para la dura semana – llena de actividades lúdicas - que me espera.

1 comentario:

Carol dijo...

jajajaj... com m'ha fet riure la teva crònica... totalment d'acord amb la crítica del dj i que era molt millor escoltar una i altra vegada les 5 cançons que s'havien preparat els nois del grup musical Wanted... "dansér" my friend is blowing in the wind... cançó que casualment -abans de saber que era una de les 5 del repertori del cantants- vaig escollir com a cançó del dia al blog...