DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 17 de abril de 2009
Viernes por la mañana. Miguel Poveda pone voz a un poema de Sebastià Alzamora mientras el día se levanta perezosamente y Cass duerme a mis pies.
La semana ha pasado volando (un día menos se nota mucho) y, pese a todo lo malo (que es más de lo necesario pero que está por debajo del umbral de lo insoportable), ha tenido grandes momentos.
Salir de Levi Pants y, por primera vez este año, disfrutar de los últimos minutos de luz, ha sido una de las alegrías. Acostumbrado a despedir el día cuando empieza mi jornada laboral, reencontrarlo al final de ella es genial.
La mirla que, en su nido del ficus del patio de Graceland, empolla sus huevos también nos llena de ilusión. Quizá en unos días, cuando los huevos se rompan y los polluelos empiecen a reclamar sus sustento reventando el silencio que ahora nos acoge, nos arrepentiremos de lo chulo que ahora nos parece tener un nido en el patio.
Un reencuentro con amigos también ayuda a olvidarse de todo lo malo y del trabajo (que redundante). Consol y Alberto están de vacaciones y han venido a pasar unos días. Nos encontramos en Badalona y, mientras cenamos algo en Ca la Tina (Magatzem, 73. Badalona. Teléfono: 933842335), nos resumimos casi 8 meses en un rato de conversación y risas.
17 abril 2009
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