24 febrero 2009

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 24 de febrero de 2009


De nuevo inmerso en la rutina semanal, devorado por los pequeños problemas y sin tiempo para dedicar a placenteras tareas.

Los beneficios obtenidos durante el fin de semana se evaporan con las primeras maniobras oscuras de la semana. Es el dolor que conlleva manipular días laborables.

De nada parece haber servido la fabulosa barbacoa que nos ofrecieron Jordi R y Nuria. Poco bálsamo parece ahora el aperitivo del domingo con amigos y el inmerecido regalo que nos hicieron. Tampoco parecen pesar en la balanza del haber las búsquedas de sol en compañía de María José, las siestas, las partidas con la Photoplay y todos los buenos momentos pasados.

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