01 febrero 2009

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 1 de febrero de 2009


Hoy hemos decidido disfrutar a tope del Hotel y, como en el regalo nos incluían la entrada al Spa, esa será nuestra única obligación hoy. Pero antes de empezar hay que hacer acopio de fuerzas en el buffet de desayuno mientras leemos el periódico y vemos como las nubes juegan con las montañas que nos rodean.

El Spa del Hotel está a pocos metros de nuestra habitación y, aparte de tener de todo: piscina climatizada, baño de hidromasaje, sauna, baño de vapor, ducha escocesa, pediluvio, mármoles calientes, duchas de contraste...,el spa del hotel en un día soleado, en días nublosos es igual de fantástico
tiene una pared de cristal tras la que se extiende una vista fabulosa. Tumbado en la hamaca veo como las nubes avanzan por el paisaje, es una visión hipnótica que cautiva. Un rato de lectura, un baño, un momento de encanto con el paisaje, un circuito de hidroterapia... la mañana pasa lenta y placenteramente. Disfrutamos de este paraíso del lujo solos o con muy poca compañía. A mediodía volvemos a la habitación donde también tenemos bañera de hidromasaje para seguir disfrutando de esta terapia de curación mientras en la calle llueve y hace frío.
Siestas, un rato de escritura (la conexión wifi de la que disponemos en la habitación me permite colgar este diario), lectura (sigo enredado en un “Árbol de humo”), y un pequeño aperitivo con las viandas locales que compramos ayer son las agotadoras actividades que ocupan nuestras horas hasta que decidimos volver a la zona de Spa para regalarnos otra larga sesión de cuidados intensivos. Nos volvemos a la habitación cuando la presencia de niños jugando en la piscina restan encanto y tranquilidad al local..
Tras otro rato de relax volvemos a cenar en el restaurante del hotel. Esta vez sopas de primero (la mía de cebolla, de albóndigas la de María José) y cordero al horno y pasta de segundo. De postre comemos una tarta de manzana muy buena y original (el encargado de los postres tiene pasión por la pasta brick y en esta tarta queda muy bien).
De nuevo la cena resulta muy agradable.

Mientras estábamos cenando ha empezado a nevar. Mañana, cuando salgamos muy pronto con destino a Barcelona, atravesaremos un paisaje blanco.

Moltes gracies pel regal, ha sigut fantàstic poder gaudir d’aquests dos dies en un hotel fantàstic on tot han sigut atencions. Un petó molt gran.

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