12 septiembre 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 12 de septiembre de 2008


Jueves. María José se va a buscar a Alejandro a la estación mientras yo preparo la barbacoa. Después de las alegrías de Cass –habituales pero siempre sorprendentes y espectaculares – comemos en el patio de Graceland. Alejandro ha venido a pasar un fin de semana con nosotros y, aunque no tenemos demasiado claro que haremos, intentaremos que se lo pase bien.

Tarde en el CaixaForum donde vemos “Escuela Yi. Treinta años de arte abstracto chino”, una sensacional exposición con lo más destacado de esta corriente artística. Hay piezas impactantes y la muestra – como las últimas que hemos podido disfrutar en Barcelona de arte chino contemporáneo – vale la pena.

El resto del día lo pasamos en Graceland con consolas, música, manualidades y una espectacular cena de quesos (manchego, idiazabal, parmesano, edam, camembert, tete de moine, un artesano de cabra catalán y uno seco extremeño).

Viernes. Pese a que la semana ha sido suave, siempre se agradece la llegada del viernes. Poder gritar aquello de: “por fin es viernes” y empezar a degustar las mieles del fin de semana. Por delante una jornada de trabajo y un ratito para estar con María José y Alejandro.

Mañana se acaba una exposición que visitamos el martes y que me olvidé de comentar. “Ciutat del Miratge. Bagdad, de Wright a Venturi”, en el Col·legi d’Arquitectes de Catalunya, es una interesante aproximación a la arquitectura de Bagdad en la década de los 50. Proyectos – algunos realizados como la embajada americana proyectada por Sert o el campus universitario proyectado por Gropius – de los principales arquitectos mundiales (Aalto, Wright, Le Corbusier, Ponti...) quisieron convertir Bagdad en la gran capital de Próximo Oriente bajo el impulso del joven rey Faisal II.
La inestabilidad del país tras la muerte del rey impidió que el proyecto se realizara en su totalidad pero quedan los edificios que se pudieron construir y las maquetas y planos de los otros.
La muestra se completa con el impulso que, a principios de los 80 y bajo el mando de Sadam Husein, se dio a la política urbana de Faisal II con la intervención de arquitectos como Bofill y Venturi. De nuevo la inestabilidad de la zona trunco esa ciudad de ensueño que pudo ser y no fue.
Muy interesante, queda un día para verla.

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