06 mayo 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 04 de mayo de 2008


Sábado. María José se encarga de todo mientras yo me quedo leyendo en la cama (he empezado un Preston – Child y eso suele ser muy adictivo), es un preludio de lo que el día me depara: actividad de baja intensidad, descanso y ocio casero.
Por la noche desistimos de ir al cine (esa extraña sala en la que la gente se encierra a oscuras para ver películas que podrían ver en su casa con mucha menos calidad) y nos acercamos al video-club para hacernos con una película.La torre de Suso
Sin demasiadas dudas (cosa del todo inhabitual) elegimos “La torre de Suso”, una buena película que nos hace pasar una buena noche de sábado al viejo estilo (cena en casa y película en la tele).

Domingo. Hay que compensar la total falta de actividad de ayer con un poco de movimiento. Me levanto pronto y, con Cass, salgo a buscar el periódico. Desayunamos en el patio pese a que todavía hace un poco de frío y leemos el periódico, la sensación de vacaciones es total.
Nos pasamos por casa de mis padres donde, a parte de felicitar a mi madre y devolver la cazuela que cogimos prestada el otro día, conseguimos el habitual lote de productos alimentarios (en esta ocasión consistente en varias mermeladas caseras).
Visita al CaixaForum donde, en la sala Montcada vemos la divertida instalación de Jonathan Meese.
La exposición “Príncipes etruscos, entre oriente y occidente”, pese a estar montada tan bien como suelen estarlo todas las organizadas en el CaixaForum, me resulta poco interesante. La acumulación de objetos cotidianos de diversos usos (pese a las buenas explicaciones que todas las vitrinas incluyen) me parece parte de una museografía caduca. Echo de menos otro tipo de materiales museísticos que aportarían información complementaria a la exposición.

Vuelta a casa, aperitivo en el patio, comida y siesta.

La Fura dels Baus. Boris Godunov
Por la tarde vamos al TNC para ver Boris Godunov, la nueva obra de La Fura dels Baus. El punto de partida, el secuestro del teatro Dubrovka de Moscú en el año 2002 por un grupo terrorista, parece hecho a medida para un grupo como La Fura. Por desgracia, y contra todo pronóstico, La Fura fracasa totalmente y su “Boris Godunov” es un espectáculo fallido.
Hay muchas razones que hacen que este “Boris Godunov” no convenza a nadie: un reparto poco acertado, un uso poco razonado de la tecnología y las posibilidades del nacional, un texto flojo y sin sorpresas, la no identificación entre víctimas del secuestro y espectadores (una cosa que parecía al alcance de una Fura con un poco más de inspiración)... Pero sobretodo la obra fracasa por falta de orientación. La acumulación de elementos diversos (el “Boris Godunov” que se está interpretando en el teatro, la acción terrorista, las reacciones que esta provoca en el exterior, las pequeñas historias de los protagonistas) rompe el ambiente opresivo que la obra requería y distrae la atención del espectador que en ningún momento entra en la historia.
Hay un momento de la obra en el que el jefe del comando terrorista dice que van a liberar a parte del público retenido... te dan ganas de levantar la mano y ofrecerte voluntario para abandonar la aburrida retención a la que estás sometido. Una lástima, no vale la pena perder el tiempo (100 minutos seguidos) en una obra cuyo planteamiento es muchísimo más atractivo que su representación.

De nuevo en casa acabamos la quinta temporada de “Alias” (la última). Pese a ser una serie de bajo presupuesto, he disfrutado mucho con ella y, como siempre, recomiendo verla desde la primera temporada y en orden.

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