07 marzo 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 05 de marzo de 2008


Hace unos meses – y aconsejados por Iván que, a parte de amigo, es abogado – decidimos casarnos. No creo que sea función del estado tutelar la unión sentimental entre personas (la misma credibilidad nula se la doy a cualquier iglesia que quiera introducirse en el ámbito de lo privado) pero resulta que si quieres tener los mismos derechos que un matrimonio (o una pareja de hecho, que es lo mismo aunque intenten llamarlo de otra manera) debes jugar a su juego.
Decidimos, pues, hacer caso de Iván (que, a parte de amigo y abogado, es listo) e iniciar los trámites para oficializar nuestra relación. Pero casarse no es tan fácil como parece.

Primer paso. Hace unos meses reunimos los papeles necesarios (previa consulta en la web de nuestro ayuntamiento) y nos acercamos a la oficina dispuesta para estos menesteres. Ante nuestra estupefacción, nos dieron hora – con seis meses de antelación – no para casarnos como habíamos pensado, sino para iniciar el expediente.
En estos seis meses los papeles que habíamos solicitado han caducado y hemos tenido que volver a pedirlos (¿un papel caduca como un producto perecedero?, en la administración de justicia se ve que si).

Hoy es el día indicado y así lo dicen las notas en las agendas, los avisos de móvil... No nos hemos olvidado.

Nos levantamos pronto y recogemos a Yoli (que por petición propia es nuestro testigo – imprescindible para abrir el expediente - ) en su casa. Aparcamos muy cerca del edificio donde está la oficina en la que nos atendieron pero cuando llegamos a la puerta nos la encontramos cerrada. La oficina se ha trasladado a la Ciudad de la Justicia, a menos de 5 minutos caminando de casa.

Conduciendo al límite de lo que la ley y la prudencia permiten, llegamos a la oficina del Registro justo a tiempo y conseguimos hacer el trámite. Tenemos todos los papeles, la funcionaria que nos atiende es amable y eficiente y todo sale como estaba previsto pero todavía no tenemos fecha (el registro está en pleno traslado y se respira cierto aire de caos general).

Al salir, lo celebramos con un café con leche en un bar cercano.

Lo que al principio era un simple trámite, y sobretodo por la ilusión que amigos y familia nos han contagiado, se ha convertido en algo más que nos ha hecho pensar en maneras de compartirlo con todos los que nos queréis. Seguimos dándole vueltas al asunto. Ya os enteraréis de cuales son nuestras conclusiones.

Por la noche celebramos un banquete pre-nupcial en casa de Yoli y Rafa. Pedimos comida china que, aunque se aleja de los estándares establecidos para estas ocasiones, nos gusta a todos.

3 comentarios:

Paco Becerro dijo...

Pues enhorabuena, y a celebrarlo bien. A mi y a la Rubia nos ocurrió que cuando hicimos lo de la pareja de hecho nos tocó a las 9 de la mañana. Al terminar los trámites, y siendo ya de hecho pareja, eran las 9 y media y nos fuimos con mi madre y mis suegros a desayunar a un bar. Al acabar los cafés mi suegro dijo, Dejadme pagar a mi el convite nupcial... (fueron 7 euros y medio)

Bueno enhorabuena también a vosotros

Toni Tugues dijo...

.. "Hace unos meses – y aconsejados por Iván que, a parte de amigo, es abogado – decidimos casarnos",, després d'això he llegit tan depresa la resta del post a linea si linea no i m'he alegrat tant.. que m'he confós.. ups!
:)

xavi dijo...

hi ha que llegir-ho tot amb atenció... una abraçada