22 diciembre 2007

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 19 de diciembre de 2007


En lo que ya se perfila como tradición, celebramos la cena navideña con Jordi P. En esta ocasión dejamos el Born para acercarnos a Sarrià. Nuestro destino es el “Ok Sarria” (Jaume Piquet, 18. Barcelona), una hamburguesería de la que sólo he oído alabanzas.
Y si, las hamburguesas están muy buenas. Pero la larga espera (durante la cual trasegamos un litro de cerveza) no justifica el desplazamiento. El local está decorado con gorras y banderines de equipos de béisbol y de fútbol americano. En un rincón un pinball llama mi atención y decido desquitarme con una partida. Es una Indianapolis 500 sucia, con bombillas fundidas y con el flipper superior inutilizado; en vez de mejorar mi opinión del local, el timo que supone tener encendido un pinball en mal estado, me pone de mal humor.

Al salir Jordi soluciona el problema de andar perdidos por tierras desconocidas y me sorprende al descubrirme el Sotavento, un pub anclado en el tiempo, concretamente en los 80. Billares, música de hace dos décadas, una Monster Bash en un rincón y gente jugando al parchís en la barra. Mientras suena – lo juro – el “Eye in the sky” de “The Alan Parsons Project” pasamos del parchís y decidimos jugar un par de partidas al billar (que, como suele ser habitual, pierdo).

Seguimos con nuestro viaje atrás en el tiempo y está vez, tras una larga caminata en la noche fría, llegamos a un local que quedó atrapado en los 70. El Scotch Corner (Sabino de Arana, 8 Tel. 93 339 30 09) es una cápsula temporal cerrada hace ya mucho tiempo. Tras la barra Jaume, un barman de los de antes que nos ofrece su arte en forma de cócteles. Somos los únicos clientes, fuera hace frío y el tiempo parece haberse detenido como si protagonizáramos un episodio de “The twilight zone”.
Un chupito invitación de la casa, pone el punto final a nuestro viaje en el tiempo. Encontrar un local de los 60 sería difícil a estas horas. Difícil y preocupante.

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