02 julio 2007

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 01 de julio de 2007


Viernes. No apetece cocinar. Lo solucionamos acercándonos al “Piripipao” para que lo hagan por nosotros, Mariona se apunta.
Cuando llegamos, el “Piripipao” (c/ de la Arquitectura, 20 L’Hospitalet de Llobregat. Tel. 934211203) esta lleno y no tenemos reserva. Solucionamos nuestro error con una cervecita y unas croquetas caseras en la barra mientras esperamos que quede una mesa libre.
Los platos del “Piripipao” son todos muy tentadores y cuesta decidirse. Al final el atún gana la partida y ceno – como siempre aquí – muy bien.
Vuelta a casa, mañana hay que madrugar.

Sábado. Madrugón y, con el coche que hemos alquilado para la ocasión, carretera. Nuestro destino es Castellón y llegamos a casa de Pepe y Lidu a la hora de desayunar. Para Alejandro y Joana nuestra visita es una sorpresa y, cuando llegan con Lidu y Jose, la alegría de ver a Cass – y quiero pensar que también un poco a nosotros – se refleja en sus caras.
Comilonas, largas sobremesas, algún paseo por el barrio, siestas y más comilonas ocupan nuestra ajetreada jornada.

Espai d'art contemporani de castellóDomingo. Interrumpimos – sólo momentáneamente, que nadie se asuste - la dinámica de comilonas visitando un par de museos con Alejandro.

Primero visitamos el “Espai d’art contemporani de Castelló”. En todas nuestras visitas a Castellón nunca lo habíamos visitado y ya era hora de que lo hiciéramos. “Nuestra Hospitalidad” es la exposición que ocupa todo el recinto. En ella cinco artistas de diferente procedencia reflexionan sobre la ciudad (en este caso Castellón para la que ha sido creada) y como sus habitantes interactúan con ella, con los “venidos de nuevo” y entre ellos.

Milena Bonilla. Nuestra hospitalidadEspecialmente interesante me parece la aportación de la artista colombiana Milena Bonilla que reflexiona a partir de la ropa usada en un interesante ejercicio de contrastes. También las obras de Oriol Guillén Arruebarrena y Zulian (pese al ruido que una mala resolución de la instalación impone a la obra) me gustan mucho.
Alejandro, que descubre el arte contemporáneo, no para de preguntar y añade un nuevo elemento – más fresco y culturalmente menos contaminado - a nuestras habituales discusiones cuando visitamos exposiciones.

Aún nos queda tiempo para visitar el vecino “Museu de Belles Arts de Castelló”. El edificio tiene algunas soluciones arquitectónicas muy imaginativas y es lo que más me gusta de la visita que aprovechamos para seguir hablando de arte.

La Paella de LiduVolvemos a casa por la sombra – hace mucho calor – y con un polo en la mano.

Estamos en Castellón y no nos podemos ir sin el tradicional “arrocito”. Lidu prepara una paella y así volvemos a la dinámica de comilonas y siestas.

Tras las despedidas – tristes como siempre – llega el largo viaje de vuelta (amenizado por un par de retenciones harto entretenidas).

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