16 junio 2007

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 15 de junio de 2007


¡Viernes!
Tras desayunar con María José y dedicar mi mañana a escribir un rato y pasear con Cass por el parque. Hoy tengo el día libre y aprovecho para acercarme al Sonar. Por la mañana no hay demasiada gente y tampoco demasiadas actuaciones así que paseo por la feria discográfica, en el MACBA veo la interesante exposición “Un teatre sense teatre” dedicada a las contaminaciones entre las artes escénicas y las visuales. Los vigilantes, que no se acaban de fiar de los festivaleros que se pasean por las salas del museo, no nos quitan los ojos de encima en un marcaje pegajoso.

Emiliano Zelada & Jonathan Pannacciò Vuelvo al festival y los paisajes sonoros atormentados de Emiliano Zelada & Jonathan Pannacciò me retienen hasta que la razón dice basta estando ya cerca del colapso. Más inofensivos son Bacanal Intruder que ofrecen un pop electrónico dulce como un caramelo.

Parada para comer en el patio de Graceland con María José, siesta y vuelta al festival.

Los espacios vacíos de la mañana han dado paso a un llenazo total. Mucha gente bailando al ritmo de Accu. Su pop luminoso cargado de buen rollismo me agota al tercer tema. Unos metros mas allá Les Aus ofrecen todo lo contrario ante un público que se mueve mas bien poco. Mal rollo y ruidismo. El contraste es total pero no me quedo con ninguno de los dos. Lo mejor de la tarde, el ambiente.

Por la noche me desintoxico de sonidos electrónicos en el jardín de Olivia y Roberto que, justo esta noche, empiezan unas largas vacaciones. Pimientos de Padrón, gambas, calamares rellenos y una larga sobremesa acompañan nuestra conversación sobre arte. Los que empiezan las vacaciones son ellos pero consiguen transmitirnos, en su jardín con una cena veraniega, parte de la sensación de felicidad que provoca estar de vacaciones.

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